Buenos días:
Nos dicen que tenemos un serio problema. Hemos recibido una denuncia, por la vía penal, por
allanamiento de morada en un piso de alquiler. El caso es que aunque el
contrato estaba vigente, de palabra nos dijeron que se iban a ir antes de
la finalización del contrato. Un mes antes de irse se le enseñó en su
presencia y consentimiento el piso a otro posible arrendatario, que al
final se quedó en alquiler, y que puede declarar que efectivamente se iban
los inquilinos, porque se lo dijeron. A mediados de mes se fueron y no
devolvieron las llaves. Entramos una semana más tarde y no había nada.
Limpiamos y cambiamos cerradura por el tema de las llaves. Ahora tenemos
una denuncia de uno de ellos porque dice que no le dejamos entrar teniendo
el contrato firmado y en vigencia. El último medio mes no lo pagaron
aduciendo que para eso está la fianza. Al parecer la denuncia pone que
quiso entrar a recoger los enseres que tenía y, como no pudo entrar, fue a
la policía y puso la denuncia. Tenemos los enseres (sin ningún valor
económico) pero no quiere que se lo mandemos al estar la denuncia puesta.
En el juzgado nos dicen que es una denuncia por allanamiento de morada y
que es un tema serio. No hemos querido profanar su intimidad, pero creo que
bramos de forma sensata al limpiar el piso y cambiar la cerradura al no
tener las llaves devueltas. El contrato lo teníamos rescindido de palabra.
Podemos aportar declaración jurada de los actuales inquilinos de que se
iban los antiguos, y extracto bancario que demuestra que no pagaron el
último plazo porque se iban. Aparte de haber aprendido la lección de no
fiarse de la palabra y tenerlo todo por escrito, ¿qué puede ocurrir?