Soy padre separado desde año y medio con separación judicial de mutuo acuerdo. Tengo dos hijos de 7 y 10 años. Tengo patria potestad pero la custodia la tiene ella. Paso a mi ex-mujer el 35 % de mi sueldo íntegro en concepto de manutención de los niños y además un 15 % de mi sueldo por compensatoria a mi ex-conyugue los meses que no trabaje, unos 9 meses al año, es decir, que durante la mayor parte del año le pago la mitad de mi sueldo (entre 350 y 450 mil pesetas) a costa de trabajar de 12 a 16 horas diarias. Vivo en un piso de alquiler que pago de mi bolsillo. Ella y los niños vivían en un chalé que está a nombre de ella y mío, bajo hipoteca, que pagamos los dos al 50 %. También pago la mitad de los gastos del chalé (agua, luz, teléfono, gas,etc). Mi régimen de visitas era todas las tardes de lunes a viernes y un fin de semana alterno. Por mi trabajo sólo podía estar 2 tardes a la semana y el fin de semana alterno. Ese régimen lo he cumplido desde el día de la separación.Nunca he tenido problemas con mis hijos, ni casado ni separado. El 1 de septiembre mi ex-mujer abandona el chale, saca a los niños de su colegio (un colegio privado en el que llevaban entre 3 y 5 años, cuya cuantía pagaba mi ex-mujer del dinero que yo le he dado cada mes), los inscribe en un colegio público de un pueblo a 280 km de donde vivían y busca alojo en un piso de alquiler de ese pueblo. Hace 2 semanas fui a recoger a mis hijos porque era mi fin de semana y no sólo no pude estar con ellos sino que me impidió verlos. Nunca tuve problemas con los niños, pero ahora los niños no quieren estar conmigo, ni siquiera contestan cuando los llamo a su móvil. Ella ha incumplido el régimen de visitas, no ha tenido en cuenta mi opinión en decisiones importantes para su futuro como personas como es el mantener su colegio habitual, sino que además les inculca que soy mala persona y mal padre. Los niños me dicen que no quieren venirse conmigo, y ya ni me contestan a las llamadas de teléfono. Todo esto en el plazo de 4 semanas. He denunciado el incumplimiento del régimen de visitas y las amenazas de ella en la Guardia Civil. Yo sigo pagando como hasta ahora pero lo que me preocupa es que el tiempo sigue pasando y cada vez estoy más lejos de mis hijos. Sé de la existencia del síndrome de alienación parental. Mi abogado ha puesto una demanda denunciando todo esto. Temo que ella recurra a las falsas denuncias como he visto en casos de amigos. Qué más puedo hacer?
Lo siento Padresufrido. Pero deberas aprender a ser paciente. Y ponerte una buena coraza, que te permita ser capaz de, por un lado insistir en tus derechos, y por otro lado, ver como tus hijos se alejan de ti (y en buena parte sera con la colaboracion de tus hijos). Ellos son niños, y no entienden nada. Todas sus reacciones son emocionales, y "gana" mas el que mas cerca este de ellos. Tu objetivo ya no esta en el "hoy". Debera estar en el "mañana". No pienses en tu necesidad de tus hijos. Piensa en la necesidad que ellos tendran en el futuro de no sentirse "abandonados" de ninguna manera. La mayor parte seran batallas perdidas, en una guerra que nunca ganaras. Pero tienes que luchar hasta el final. No tienes otro remedio. Si no, ellos nunca te lo perdonarian. Ni tu a ti mismo. Lo siento Padresufrido. Pero tendras que aprender a ser fuerte. Un abrazo.
Señores a ver si nos enteramos que yendo por libres no conseguiremos nunca nada de nada, hay que agruparse todos los hombres maltratados y discriminados por la justicia.
todos en las organizaciones de padres separados a una
1º.- Consulta tu situación con un abogado.
2º.- Cuando te niegue el régimen de visitas interpón la denuncia directamente en el Juzgado de Guardia. El Juzgado de Guardia puede oficiar a la Guardia Civil o a las fuerzas policiales para que te acompañen a recoger a tus hijos. En estos casos, el lugar de presentarse en la casa a recogerlos, lo que hacen es llamar a tu esposa y decirles que el Juez ha ordenado que vayan a buscar a los niños para entregártelos y si lo hará voluntariamente. Ante esta tesitura lo que sí te digo es que la mujer suele cumplir el régimen de visitas (por ello lleva siempre un testimonio de la sentencia de separación y del convenio regulador que fija el régimen de visitas).
Intenta averiguar porqué tus hijos no quieren verte. Los niños no cambian de la noche a la mañana. Algo ha ocurrido. Habla con el tutor del colegio y, sobre todo, consulta con un abogado especialista en derecho de familia. A nivel civil la obstaculización del régimen de visitas puede conllevar la pérdida de la guarda y custodia (Ver artículo 776,3º de la Ley de Enjuiciamiento Civil) .
Asociación de Ayuda a Padres e Hijos ante el Divorcio.
Hace tiempo que conocemos los aspectos más dramáticos en los procesos de divorcio, éste es uno de ellos.
-El síndrome de alienación parental.
-EL SÍNDROME DE LA MADRE MALICIOSA (Turkat,1994-1995).
El síndrome de la madre maliciosa cumple cuatro criterios principales
(Turkat,1994,1995):la madre intenta injustificadamente castigar a su ex marido, interfiere en el régimen de visitas y acceso del padre a los niños, se produce un patrón de actos maliciosos contra el padre ,y finalmente ,el desorden no se debe a otro transtorno mental ,aunque se pueda presentar simultáneamente.
Gardner señala que aspectos del Síndrome de Alienación Parental se encuentran en el 90% de los
divorcios conflictivos.
Mi hija de once años ha estado siempre conmigo. En las vacaciones de agosto de 2003 cambió radicalmente, me acusó mediante mensajes telefónicos de haberla maltratado físicamente y de no facilitar su comida. He de decir que mi hija y yo éramos uña y carne, siempre juntas, era mi vida. En un mes decidió que me odiaba y ahora vive con su padre. No me dejan hablar con ella, la veo una vez al mes porque está en otra ciudad, se ríe de mí y me menosprecia, no me cuenta nada y, al menos apararentemente, no me echa de menos en absoluto, creo que podría pasar de verme el resto de su vida. Sinceramente, me ignora. Llevaba corrector en los dientes que pagué yo sola porque su padre se negó, ahora ya no lo lleva, creo que se lo han quitado o lo han tirado. Tiene un problema diagnosticado en un pie y no le ponen remedio. No obstante, ella sigue atacándome a mí. Cuando está conmigo, 48 horas al mes, su padre la obliga a llamarle tres veces al día y ella lo cumple a rajatabla. Cuando viene en vacaciones ni siquiera trae ropa. No entiendo nada. Un juez oyó la versión de la niña y la hizo caso. Yo me enteré en ese acto judicial de todo. Padre e hija fueron cómplices, yo la víctima, y encima dando gracias de que no me acusasen de los ultrajes de los que fui acusada injustamente. He perdido a mi hija de por vida simplemente por quererla y protegerla. Fui mujer maltratada, incluso mi hija me pegaba palizas delante de su padre porque éste la instaba a ello. Él permanecía de pie viendo como la niña me golpeaba. Superé ese trauma. Y seis años después se me acusó de algo que no hice. ¿Qué ha pasado? Nadie me podrá ayudar nunca pero creo que la justicia no existe cuando hablamos de alguien influyente en un lugar pequeño, al menos en mi caso no. No quiero generalizar que es algo odioso. Ni siquiera comprobaron las versiones. Nada de nada. Él está bien considerado porque sabe seducir a todos siempre, sólo yo le conozco en petit comité.
Soy titulada superior y licenciada en derecho. No he cometido en mi vida más delito que el casarme con él (equivocación que no delito, creo). Ni siquiera una multa de tráfico porque tengo tanto respeto a las normas que procuro no infringirlas. No ejerzo la abogacía porque no creo en ella. Ni en ella, ni en ninguna de las figuras relacionadas con la justicia. Todo es cuestión de suerte y estadística, no de Derecho con mayúsculas. Creo que mi idea de la justicia injusta ha sido siempre acertada pero jamás pensé sufrirla en mis propias carnes. No soy perfecta, pero no soy delincuente. Dentro de la media al uso más bien.
También hay madres manipuladas, no se crean. Incluso por los propios niños. Renuncié a mi vida por la de ella porque era mi deber, cualquier madre lo hace. Mi vida social se reducía a la suya. Es un error, cada uno tiene su propia vida pero yo me he dado cuenta tarde. Con once años los niños ya tienen conciencia del bien y del mal. Mi hija seguro que sabe lo que está haciendo, pero a mi pesar, creo que la interesa más aquél lado de la balanza a cualquier precio, incluso aunque a mí me cueste la vida. Lo malo es que el día de mañana quizás ella, mi niña del alma, no tendrá referencia de madre, no la tiene físicamente y el referente que tiene de mí es pésimo. Actualmente yo soy la víctima pero ¿quién será el último y mayor perjudicado? Seguro que todos sabemos la respuesta. A todo te acostumbras y de todo se aprende, pero les aseguro que lo que me ha tocado vivir a mí no es fácil y a superarlo nadie me ha enseñado. No sólo hay padres sufridores, también hay madres con custodia que la pierden por manipulaciones feroces de progenitores que saben lo que hacen, lo que quieren. Relaciones paternofiliales perversas que no sienten remordimientos y que sólo buscan hundir a la persona que, según ellos, les destrozó la vida en su momento, que simplemente buscan el sufrimiento ajeno atentando con el valor más preciado que, en mi caso, es mi hija. Un saludo.
PARA UNA VÍCTIMA:
En efecto, la maldad no tiene sexo, cae donde cae y toca a quién le toca.
El desamparo es para todas las personas honestas.
Ya lo describio Pedro Pacheco hace años:
La justícia es un cachondeo, y en los procesos de separacioçon y divorcio perjudica a los hijos y beneficia con el paso del tiempo a la persona perversa, eso se llama MALTRATO INSTITUCIONAL.
En el supuesto que lo que usted cuenta cierto, me solidarizo con usted, como víctima de un posible p.a.s. sindrome de alineación parental por parte de su marido, y tiene usted para mi el mayor de los apoyos y solidaridad como persona, independientemente del sexo al que usted pertenezca, luche contra ese síndrome que es una de las peores formas de maltrato a un menor.
Ahora bien sólo una pequeña puntualización, la mayoría de los progenitores que sufren las consecuencias del p.a.s. son los hombres separados, por pura ecuación matemática ( más del 98% de las custodias las tienen las mujeres).
Mis mejores deseos señora y mi solidaridad humana, espero que su hija alcance la custodia compartida y viva en armonia y equidad con padre y madre.
Como padre que sufre el SAP me gustaria preguntar ¿debemos quedarnos con la respuesta simplista de "velar por el mañana de nuestros hijos"? seria conveniente poder resolver el dia a dia, todo el tiempo que transcurra, es, para nosotros, tiempo sin amar a nuestros hijos.
¿existe jurisprudencia respecto del S.A.P.? me gustria saber si se aplico, ¿en que pais? y ¿cual fue la sentencia del juez?. Estaria muy agradecido si me escriben para responderme. Gracias