Evidentemente yo también lo sé interpretar esta pesadilla.
El administrador es una persona que no hace nada puesto que tiene la mesa llena de papeles, no manda la documentación a nadie, ni informa a las comunidades.
Se levanta tarde puesto que le cita a las 12 de la mañana (de madrugar nada de nada).
Se disculpó varias veces por no atender sus derechos de problemas económico (se ve que no atiende a la comunidad y no hace los deberes, por lo que es un vago, un cara).
Le da largas para la próxima semana (se quita de enmedio el problema y no lo resuelve).
Dice que intermediará con el vecino por el patio ¿por qué no lo ha hecho antes?, le pone una cara agradable y lo despide alargandole la mano (adiós muy buenas) y su pesado reloj cae al suelo y lo despierta. Si, una pesadilla.
¡ Si al menos hubiera sido una administradora imponete, la pesadilla hubiera sido un sueño agradable !. Busacate un psicólogo rapido.
Sonia, no sueñes, solo con lo que escribe se sabe el por que
Lee que el administrador trabaja, ya que tiene el despacho abarrotado de papeles, y lo de las cinco de la mañana es terrible
La descripción de tu sueño es conforme a la realidad cotidiana y la excepción es precisamente lo contrario. A mi siempre me ha atendido mi administradora cuando lo he solicitado y nuestra comunidad está satisfecha con ella.
Me pregunto porque tu administrador no te quiere atender quizá en mi próximo sueño lo averigüe
DavidManuel, tu problema es serio. Con estos sueños se terminan en el psicólogo. Procura hacer deporte, natación, tenis, footin. Tener sueños con tu administrador es algo penoso. ¡ Si almenos fuera aministradora ! tendría remedio, pero con un administrador con bigote, malo, muy malo. Cuídate y sigue contándonos cómo va tu terapia.
DavidManuel, ten cuidado que las pesadillas empiezan bien y terminan muy mal.
Al final al siquiatra. Que te dirá que dialogues con tu administrador una hora diaria
Dias pasados y a consecuencia de una reunión de comunidad en la que no se atendieron mis demandas, solicité entrevista con el administrador, que me fijó hora para la mañana siguiente a 12 horas; me recibió muy atentamente en su pequeño despacho atiborrado de documentos ; se disculpó repetidas veces por su falta de atención a mis derechos de problemas económicos y me aseguró que en el curso de la próxima semana quedarian resueltos; igualmente me garantizó que intermediaría con las diferencias de criterios entre propietarios por motivos de uso del patio. La entrevista duró 45 minutos..
Me despedí muy complacido alargándole generosamente mi mano, en el mismo instante que salía despedido de mi mesita de noche mi pesado reloj, que me despertó sobresaltado, eran las 5 de la mañana.