Agencia EFECórdoba, 13 jul (EFE).- El fiscal mantiene la solicitud de pena de más de 10 años de cárcel para un hombre acusado de obligar a su mujer a tener relaciones sexuales con él a pesar de que en el juicio, celebrado hoy, haya asegurado que éstas fueron consentidas por su esposa, con la que ha abandonado abrazado los juzgados.
"La relación sexual no se produjo en contra de la voluntad de mi mujer, sino que fue consentida por ambos. Estoy enamorado de ella y seguimos viviendo juntos", ha declarado el acusado A.J.R., a quien el fiscal le acusa de un delito de agresión sexual -por el que solicita pena de diez años de cárcel- y otro de lesiones en el ámbito familiar -por el que pide once meses de prisión-.
En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la mujer, M.C.A, que aunque denunció los hechos no se ha personado como acusación particular, no ha querido declarar y a la salida de los juzgados se ha abrazado a su marido.
Durante la vista oral, A.J.R., quien ha reconocido que tenía algunos problemas con su esposa pero que estaban intentado solucionarlos, ha explicado que tras la relación íntima que mantuvieron el 10 de octubre de 2009 su mujer comenzó a discutir con él e insultó a su madre, que había fallecido recientemente.
"Ella quería que yo me marchara de casa, pero yo nunca la he ofendido. No me dio patadas ni arañazos porque quisiera defenderse, ya que la relación fue consentida", ha subrayado el acusado.
Por su parte, los médicos forenses han explicado al juez de la sección primera de la Audiencia de Córdoba que la mujer no sufrió lesiones ginecológicas de ningún tipo, ni siquiera leves.
Tampoco presentaba lesiones en la zona periférica genital y en la exploración psiquiátrica no se observó ningún trastorno.
Según los expertos, M.C.A. sólo tenía lesiones leves en el labio, que podrían haber sido compatibles con un intento de "taparle" la boca bruscamente.
Respecto al acusado, los médicos han explicado que presentaba varios cortes en el brazo como consecuencia de un posible intento de suicidio.
En el escrito de acusación, el fiscal relata que sobre las 18:00 horas del 10 de octubre de 2009, el acusado abordó por detrás a su mujer, la empujó contra una encimera y comenzó a tocarle el pecho diciéndole que era suya y no sería de nadie más.
Según el Ministerio Público, M.C.A. intentó salir del inmueble pero el acusado la sujetó y le tapó la boca para que no gritara mientras la arrastraba hacia el dormitorio de la vivienda donde la obligó a mantener relaciones sexuales.
El abogado de la defensa, Manuel Fernández Poyatos, cree que los hechos no han sido acreditados y pide una sentencia absolutoria para el acusado. EFE