El Comercio 20/06/2008
GIJÓN
«Nunca le he puesto una mano encima a una mujer; quiero limpiar mi nombre»
Gabriel González, de 22 años, pasó siete meses en prisión a la espera de un juicio por un presunto delito de malos tratos, del que acaba de ser absuelto
20.06.2008 - OLAYA SUÁREZ| GIJÓN
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PROCESADO. Gabriel González Puente, ayer. / P. UCHA«No hay dinero que pague los siete meses que estuve en la cárcel; voy a pedir una indemnización al Estado, pero lo que realmente quiero es olvidarme de todo y rehacer mi vida». Gabriel González Puente, de 22 años, acaba de recibir la sentencia judicial que le absuelve de los delitos de maltrato, robo y retención ilegal que le imputaba su ex novia. Cumplió prisión preventiva desde octubre de 2007 hasta el pasado 20 de mayo, día de la celebración del juicio en la sección tercera de la Audiencia Provincial, especializada en Violencia de Género. «Durante el juicio el propio juez me dejó en libertad porque vio que ella estaba mintiendo y no había pruebas», aseguró ayer a EL COMERCIO.
El fiscal solicitaba para el procesado una pena de doce años y medio de cárcel. En la causa no hubo acusación particular, ya que la denunciante no continuó en las diligencias que previamente había iniciado. «Supongo que se daría cuenta que no tenía ninguna prueba contra mí y por eso no ejerció la acusación», manifiesta el joven.
«Nunca le he puesto una mano encima a ninguna mujer y lo que ahora quiero es que mi nombre quede limpio. Conozco a mucha gente y no quiero quedar como un maltratador porque no lo soy», explica Gabriel González. Su ex pareja sentimental le interpuso al menos trece denuncias. «El juez decretó una orden de alejamiento y era ella misma la que la quebrantaba viniendo donde yo estaba; aún hace cuatro días pasó por delante de mi negocio y fue a pedir trabajo a una pescadería que hay justo al lado de mi bar», explica.
«Llegué a pasar miedo»
Este gijonés recuerda su estancia en Villabona como una etapa «muy mala. Llegué a pasar miedo porque el resto de presos no tolera el maltrato a las mujeres y aunque yo sabía que era inocente, estaba allí acusado de haber pegado a mi ex novia», dice. La denunciante y el procesado mantuvieron una relación sentimental durante aproximadamente dos años. Los testigos que acudieron a la vista oral coincidieron en manifestar que «tan pronto estaban tirándose los trastos a la cabeza como abrazados o besándose».
Sin embargo, Gabriel González Puente acusa a su ex novia de «ser la que me pegaba con un palo e incluso rompió los focos de mi bar». El procesado tiene su propio negocio de hostelería en el barrio de El Coto. «Tuve que alquilarlo durante un tiempo por todos estos líos que tenía, pero hace una semana he vuelto a trabajar y es lo que quiero: rehacer mi vida, que mi ex novia haga la suya y olvidar toda esta pesadilla», asegura.
A pesar de los siete meses que pasó entre rejas, el joven procesado asegura que continúa «creyendo en la justicia». Ahora, espera que el Estado «me indemnice por el tiempo que estuve entre rejas y por la agonía que me supuso pensar que podía pasar doce años en la cárcel».
González Puente había salido absuelto de otro juicio anterior celebrado hace ahora un año. «Me acusó de lo mismo, de maltratarla, pero el juez me absolvió porque ella tampoco entonces tenía pruebas contra mí, ni ningún informe médico que acreditase que la había pegado; nunca le he puesto la mano encima», reitera. Su abogado, Antonio Acebal, estudia las acciones legales que llevará a cabo para solicitar la indemnización.
osuarez@elcomerciodigital.com