Un trino de cincuenta años
EE.UU. conmemora la publicación hace medio siglo de una de sus grandes novelas: «Matar a un ruiseñor» de Harper Lee
pedRO RODRÍGUEZ / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
Día 10/07/2010 - 17.43h
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Un fotograma de la película «Cómo matar a un ruiseñor», con Gregory Peck como protagonista
Si existen historias con capacidad para hacernos mejores, "Matar a un ruiseñor" tiene que ser una de ellas. Tal día como mañana, domingo, en el verano de 1960, la novela de la escritora Harper Lee fue publicada por primera vez para convertirse en un inmediato y masivo "best seller". En 1961 recibió un premio Pulitzer. Y en 1962 saltó al cine con un inolvidable Gregory Peck en el papel del abogado Atticus Finch. Desde entonces, el libro con su apreciado tono de trance se ha convertido en una especie de novela nacional para Estados Unidos.
Harper Lee no volvió a escribir otro volumen y huyó deliberadamente de la fama, quizá para no degenerar como su amigo Truman Capote. Pero su influencia sigue resultando monumental a la vista de las celebraciones que ha inspirado este cincuenta aniversario. Desde menús de comida sureña, hasta rutas turísticas pasando por ediciones especiales y lecturas compartidas.
La publicación de la novela -centrada en la falsa acusación criminal contra un negro pero también en la relación entre Atticus y su hija de seis años, Scout- vino a coincidir con la puesta en marcha de la lucha por los derechos civiles en el Sur de Estados Unidos. Pero según las múltiples re-lecturas inspiradas por este aniversario, en la América post-racial de Obama todavía sigue habiendo sitio en la cultura popular para el mensaje de que el "status quo" no es siempre lo más correcto.
Su autora, hermética
Además del valor añadido de un punto de vista narrativo infantil que invita a pensar de forma diferente y que explicaría su traducción a cincuenta lenguas con más de cuarenta millones de ejemplares vendidos por todo el mundo. A juicio de Melinda Byrd-Murphy, directora del Centro para las Artes Literarias de Alabama, "creo que se trata realmente una historia sobre la universalidad de los valores humanos".
Con ironía, una parte de la fama de "Matar a un ruiseñor" es atribuida al hermético silencio de su autora, que a sus 84 años casi nunca realiza apariciones públicas. Cuando hace tres años se le impuso la medalla presidencial de la libertad, aceptó ir a la Casa Blanca con la condición de no tener que responder a preguntas ni pronunciar discurso alguno.
Al hilo del aniversario, un tabloide británico ha intentado arrancar unas declaraciones a Harper Lee que vive con su hermana en un modesto apartamento en la localidad de Monroeville, Alabama. Ante la tentativa periodística, la autora utilizó como excusa que era la hora de dar de comer a los patos. No el momento para hablar sobre lo que ella considera como una simple historia con la que no ha podido competir como escritora.
No estoy a favor del derecho penal de autor, propio de regimenes totalitarios (instaurado en nuestros tribunales en los procedimientos penales) porque se dicta sentencia en función del autor, prejuzgando la existencia de algo no demostrado y contra lo que no te permiten defenderte. Peligroso, muy peligroso e injusto.
Un saludo.