SEGOVIA
La Fiscalía de Segovia investigó 10.103 posibles delitos en el 2009
28.04.10 - 00:51 - MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ | SEGOVIA.
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* campos obligatoriosEnviarEl fiscal jefe, Antonio Silva, considera que la criminalidad no ha cambiado de forma radical el último año .218 casos fueron de violencia doméstica, el 40% con la absolución de los acusados.«Trabajamos lo que podemos con los medios que tenemos, que no son muchos», afirmó ayer el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Segovia, Antonio Silva. La memoria anual del 2009, sin embargo, revela un aumento del número de diligencias tramitadas por el Ministerio Público: los 10.103 casos investigados el año pasado son un 4,8% más que en el 2008 y superan por primera vez la cifra redonda de diez mil. Este aumento que Silva calificó como «leve» se tradujo en 468 procesos penales que llegaron a los juzgados de la provincia y en cuya resolución «se ha trabajado con intensidad por parte del Juzgado de lo Penal», según explicó al presentar el resumen de la actividad del año. Hay más casos, pero son del mismo tipo que siempre y entre ellos destacan los 218 de violencia de género, de los que el 40% terminaron con sentencias absolutorias. Lo que al fiscal le llama más la atención es que en materia de menores hay 18 expedientes por malos tratos de los hijos a sus padres.
Las alrededor de 400 sentencias dictadas y los más de 30 recursos resueltos por la Audiencia Provincial respaldan esta labor intensa a que se refirió Silva, quien matizó que este año se incrementará con la creación de un juzgado de lo Penal de refuerzo, ya aprobado, que trabajará durante seis meses para «dar alegría» a los expedientes.
Antonio Silva destacó que los datos de la memoria de la Fiscalía permiten ver la evolución de la criminalidad en la provincia de Segovia y, frente a las posibles declaraciones de la Subdelegación del Gobierno sobre la existencia de menos delitos y de la Guardia Civil de menos delincuentes, es obvio que un mayor número de expedientes supone que se han investigado más hechos que pueden ser delictivos. No obstante, señaló, «la criminalidad no experimentó en el último año un cambio radical; ni Segovia es una provincia 'buena buenísima' ni 'mala malísima', sino que se ha producido una pequeña variación por causas diversas, económicas o de inmigración».
Así, «la vida delictiva de la provincia de Segovia es buena; los delitos son prácticamente los mismos que en otras provincias, con especial incidencia en los de violencia de género y urbanismo y medio ambiente, éstos relacionados con los incendios forestales». A nivel regional, estamos en la media, pues sólo tuvieron menos casos las provincias de Ávila, Soria y Zamora.
Delitos contra la mujer
4 de cada 10, extranjeras
Respecto a la casuística penal, Silva comentó que «la provincia de Segovia no tiene una peculiaridad determinada». Es cierto que, quizá porque «está de moda», los casos 'estrella' son los relacionados con la violencia de género, aunque en opinión del fiscal jefe puede influir «la presión mediática» y el hecho de que, partiendo de que los maltratadores padecen un desequilibrio psíquico, puede incitarles la publicación de estos casos. «Se ha convertido en un tema genérico penal, y no creo que sea beneficioso», señaló a la vez que indicaba que «la ley no ha conseguido que este tipo de violencia se pare».
Silva indicó que ha aumentado el número de casos, pero también el de sentencias absolutorias, que son de alrededor del 40% tanto porque es una materia de prueba difícil como porque a lo largo del proceso penal se producen variaciones (como la retirada de la denuncia por la víctima), de manera que «es difícil llevar el caso a juicio y obtener una condena». A su juicio, la especialización es «un error» y la violencia de género debería seguir procedimientos ordinarios.
El número de procesos por violencia de género se estabilizó en el 2009, frenándose el aumento de los años anteriores: hubo siete juicios rápidos, 210 diligencias informativas y un sumario. Y pese a que «la Fiscalía nunca retira la acusación» la casuística va siendo menor, explicó Silva, quizá porque «la situación de crisis económica y el riesgo de quedarse sin sustento hace que las mujeres aguanten y ellas sí retiren la denuncia».
Antes, destacó el fiscal, los procesos tenían «un origen variado, por denuncia de la víctima, por los vecinos, funcionarios o médicos y se está produciendo una evolución negativa, la falta de denuncias por terceras personas». Y una peculiaridad de los casos registrados en la provincia es que más del 40% de las sufridoras son mujeres extranjeras, «bastante por encima de la media nacional, que es de alrededor del 30%».
Las singularidades culturales hacen que los búlgaros sean los protagonistas del mayor número de casos (posiblemente porque en Bulgaria una denuncia de violencia de género da pie a solicitar la boda), seguidos por los marroquíes (aunque éstos son proporcionalmente los que más) y en último lugar están los hispanoamericanos.
El fiscal matizó que «la mujer extranjera tiene una enorme dificultad para comunicarse con las autoridades y su situación, por falta de apoyo familiar y económico, hace que el número de denuncias formuladas entre parejas, ex parejas y matrimonios se equipare».
Lo que han desaparecido son «las denuncias absolutamente falsas» por el filtro que estableció la Fiscalía, aunque siguen existiendo las exageradas. «Y es curioso -añadió Silva- que las mujeres ya hablan en sus denuncias de la violencia psicológica, y ya se está condenando».