La Agencia Tributaria centrará sus inspecciones en el sector inmobiliario
La investigación contra las grandes tramas de fraude fiscal y el blanqueo de capitales se intensificará en 2008.
Para ello, la AEAT ha desarrollado 30 nuevas unidades de investigación durante 2007, que unidas a las 11 ya existentes, centrarán todos sus esfuerzos en la identificación de las formas más graves y complejas de fraude, con especial atención en la investigación de entramados societarios y la utilización de paraísos fiscales con el fin de ocultar la titularidad de rentas o patrimonios y su posterior reciclaje en el circuito económico.
Así, la Agencia Tributaria mantendrá también en 2008 las actuaciones dirigidas al conocimiento y control tributario de las operaciones económicas en las que se utilizaron un gran número de billetes de alta denominación, más concretamente los billetes de 500 euros. Estas actuaciones, ya iniciadas en 2007, se completarán con la actuación inspectora en aquellos casos en los que pueda existir incumplimiento de obligaciones tributarias, con su posible judicialización en los casos de delito fiscal.
Asimismo, en el Plan de Control Tributario 2008 el organismo acentuará su esfuerzo en el sector inmobiliario puesto ya en marcha con el Plan de Prevención de Fraude Fiscal. En este sector se mantiene el porcentaje más significativo de las actuaciones del departamento de Inspección, con la búsqueda del control integral del proceso urbanístico, desde la promoción inmobiliaria, la compra-venta, alquileres, y las actividades de los no residentes. Este control se beneficiará de la nueva información derivada de la incorporación del número de referencia catastral de los inmuebles en los contratos de suministros, según ha explicado la AEAT.
En cuanto al control de aduanas, el Ministerio de Economía destaca el desarrollo de la figura del Operador Económico Autorizado y subraya el esfuerzo que seguirá la AEAT en las áreas tecnológica, de gestión y aduanera.
En este sentido, el Operador Económico autorizado, cuya solicitud puede hacerse desde el 1 de enero de este año y está avalado por una directiva europea, permitirá a los importadores y exportadores que justifiquen un nivel adecuado de fiabilidad en sus actividades comerciales y tributarias que se beneficien de una relación más directa en sus trámites aduaneros.