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Crimen de Fago: La acusación imputa a Mainar los delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y atentado
El Alcalde de Fago, un pequeño pueblo de Huesca, Miguel Grima, fue encontrado muerto el pasado 12 de enero, tras recibir cuatro impactos de postas en el pecho. Grima regresaba de una reunión política de la comarca, la última vez que se le vio vivo; su cuerpo fue encontrado sin vida sobre las dos y media de la tarde tirado en un barranco. La víctima había tenido varios enfrentamientos en este pueblo asociados a asuntos de caza y de empadronamiento. Por esta razón, durante los primeros días, y hasta la detención del que ahora es el único imputado, todos los vecinos del pueblo fueron considerados sospechosos por gran parte de la opinión pública.
Los rumores acerca de la autoría del crimen desparecieron cuando Santiago Mainar, agente forestal y ganadero, vecino del pueblo se confesó único autor de los hechos ante la Guardia Civil el 2 de febrero, casi un mes después de que ocurriesen los acontecimientos.
El pasado 28 de marzo, tras varios días de investigaciones en los que incluso se llegó a pensar que Mainar no había actuado solo, éste fue imputado formalmente de un delito de asesinato y además, tanto el Ministerio Fiscal, como la acusación particular y popular han añadido las acusaciones de tenencia ilícita de armas y atentado contra la autoridad.
El abogado de la acusación subrayó que el delito de asesinato "es el peor" de los que tipifica el Código Penal español y resaltó que el asesinado era alcalde de Fago, es decir, un cargo público representante del Estado.
La acusación ha solicitado la práctica de pruebas testificales, en el sentido de que algunas personas que declararon ante la Guardia Civil lo hagan ahora ante la juez que instruye el caso.
Asimismo, pide que el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil aporte los resultados de los restos de ADN hallados en el coche de la víctima y en el de Mainar, y de las fibras encontradas en uno de estos vehículos, así como los de los restos de pólvora hallados en las manos del presunto autor.
En relación a los correos electrónicos que recibió el alcalde de Fago, Miguel Grima, y que contenían amenazas de muerte, los abogados de la acusación también han pedido que la compañía telefónica aporte los nombres de los usuarios que correspondan a los números de direcciones IP desde las que se remitieron dichos 'e-mail' para poder determinar si Santiago Mainar tuvo alguna relación con dichas amenazas.
Los rumores acerca de la autoría del crimen desparecieron cuando Santiago Mainar, agente forestal y ganadero, vecino del pueblo se confesó único autor de los hechos ante la Guardia Civil el 2 de febrero, casi un mes después de que ocurriesen los acontecimientos.
El pasado 28 de marzo, tras varios días de investigaciones en los que incluso se llegó a pensar que Mainar no había actuado solo, éste fue imputado formalmente de un delito de asesinato y además, tanto el Ministerio Fiscal, como la acusación particular y popular han añadido las acusaciones de tenencia ilícita de armas y atentado contra la autoridad.
El abogado de la acusación subrayó que el delito de asesinato "es el peor" de los que tipifica el Código Penal español y resaltó que el asesinado era alcalde de Fago, es decir, un cargo público representante del Estado.
La acusación ha solicitado la práctica de pruebas testificales, en el sentido de que algunas personas que declararon ante la Guardia Civil lo hagan ahora ante la juez que instruye el caso.
Asimismo, pide que el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil aporte los resultados de los restos de ADN hallados en el coche de la víctima y en el de Mainar, y de las fibras encontradas en uno de estos vehículos, así como los de los restos de pólvora hallados en las manos del presunto autor.
En relación a los correos electrónicos que recibió el alcalde de Fago, Miguel Grima, y que contenían amenazas de muerte, los abogados de la acusación también han pedido que la compañía telefónica aporte los nombres de los usuarios que correspondan a los números de direcciones IP desde las que se remitieron dichos 'e-mail' para poder determinar si Santiago Mainar tuvo alguna relación con dichas amenazas.
