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20 años de cárcel para los que atentaron contra Eduardo Madina
El 19 de febrero de 2002, en la localidad vizcaína de Sestao, un comando terrorista integrado por Iker Olabarrieta y Asier Arzallus, colocó, según sentencia de 4 de diciembre del presente año 2006 dictada por la Audencia Nacional, una bomba lapa bajo el coche de Eduardo Madina Múñoz, por aquel entonces dirigente de las Juventudes Socialistas del País Vasco, y hoy diputado socialista.
El pasado 14 de noviembre comenzó el juicio. En dicho juicio, Madina relató su dramática experiencia, haciendo hincapié en que el atentado truncó su carrera deportiva, puesto que perdió una pierna, y en los padecimientos psíquicos de su familia, ya que a raíz del atentado tanto él como sus padres cayeron en una profunda depresión, achacando incluso la muerte de su madre, un año después, a las secuelas psíquicas del horrible atentado.
La Audiencia Nacional condena a 20 años menos un día de cárcel a los autores del atentado, límite máximo permitido por la ley, condena que se aplica en atención a la gravedad del hecho y el modo de ejecución, tendente al aseguramiento del resultado buscado sin que los delincuentes corrieran el más mínimo riesgo, imponiendo además una de las indemnizaciones más altas dictadas por el tribunal, tres millones de euros.
Asimismo, castiga con tres años de prisión a Gaizka Olabarrieta y Gorka Aztiria, los cuales, en el juicio reconocieron haber encubierto a su primo y amigo Iker Olabarrieta.
El pasado 14 de noviembre comenzó el juicio. En dicho juicio, Madina relató su dramática experiencia, haciendo hincapié en que el atentado truncó su carrera deportiva, puesto que perdió una pierna, y en los padecimientos psíquicos de su familia, ya que a raíz del atentado tanto él como sus padres cayeron en una profunda depresión, achacando incluso la muerte de su madre, un año después, a las secuelas psíquicas del horrible atentado.
La Audiencia Nacional condena a 20 años menos un día de cárcel a los autores del atentado, límite máximo permitido por la ley, condena que se aplica en atención a la gravedad del hecho y el modo de ejecución, tendente al aseguramiento del resultado buscado sin que los delincuentes corrieran el más mínimo riesgo, imponiendo además una de las indemnizaciones más altas dictadas por el tribunal, tres millones de euros.
Asimismo, castiga con tres años de prisión a Gaizka Olabarrieta y Gorka Aztiria, los cuales, en el juicio reconocieron haber encubierto a su primo y amigo Iker Olabarrieta.
