Experta recuerda que la violencia de género se llama así en la ONU y en todas las instituciones internacionales
MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La directora del Máster de Violencia de Género de la Universidad Nacional de Educación (UNED), Teresa San Segundo, ha recordado este martes que la violencia de género no se denomina así sólo en España, sino que "es una expresión que se utiliza internacionalmente porque ha habido un consenso" y es "la que utiliza la ONU" y todas las instituciones supranacionales.
En declaraciones a Europa Press, San Segundo ha explicado que "desde el punto de vista legal" esta es además, la expresión "más acertada" ya que es así como la legislación española define la violencia que ejercen los hombres sobre mujeres con las que mantienen o han mantenido algún tipo de relación de pareja.
En opinión de la experta, fue "poco afortunado" que el Ministerio utilizase la expresión "violencia en el entorno familiar" para referirse a un crimen de estas características, en primer lugar porque no es correcto desde el punto de vista legal y, después, porque "no son lo mismo" y "no tienen nada que ver".
"La Ley de Medidas de Protección Integral fue votada por el Partido Popular y ahora la ministra ha dicho que no habrá cambios en la terminología. Me aferro a sus palabras y espero que así sea porque para mi es muy importante el lenguaje, ya que clarifica y precisa a qué nos estamos refiriendo. Espero que sea cosa de una vez, porque ha sido una ley compartida por unanimidad y deberíamos todos emplear su terminología", ha explicado.
En su opinión, este tipo de polémicas "sólo sirven para emborronar la labor contra la violencia y la lucha que se está llevando a cabo, porque no es lo mismo ni violencia doméstica, en el entorno familiar ni nada". "Lo que tenemos que hacer es avanzar y que los derechos humanos se cumplan, que lo que tenemos reconocido en las leyes realmente sea efectivo en la práctica y que no haya hombres que crean que pueden hacer lo que quieran con la mujer que tienen al lado", ha añadido.
El aún Delegado para Violencia de Género: Mato usó otro término "por error"
Europa Press
martes, 27 de diciembre de 2011
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El aún delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, quiere pensar que ha sido "un error" que el nuevo Ministerio de Sanidad, Sevicios Sociales e Igualdad dirigido por Ana Mato llamase "violencia en el entorno familiar" al asesinato de una mujer a manos de su marido, y advierte de que para concienciar a la sociedad sobre esta lacra, "hay que llamar a las cosas por su nombre".
"Quiero pensar que es un error por dos razones: la ministra hizo referencia a que una de sus prioridades iba a ser la lucha contra la violencia sobre las mujeres, usando un concepto casi sinónimo al de violencia de género; y además dijo que lo haría sobre el consenso y el consenso está establecido sobre la violencia de género", ha apuntado en declaraciones a Europa Press.
Lorente ha incidido en que "la concienciación y la sensibilización son los instrumentos más eficaces para luchar contra la violencia de género" y, para ponerlos en práctica, "hay que poner énfasis en sus características específicas" porque, en su opinión, de otra forma "difícilmente se va a conseguir que la sociedad sea crítica".
En este sentido, ha recordado que la sociedad y los partidos políticos han dado "una posición de unidad frente al concepto de violencia de género". No obstante, ha incidido "en la necesidad de llamar a las cosas por su nombre, porque definen realidades" y, en este caso, "la realidad es una construcción interesada por la que ciertos hombres creen que pueden dominar a las mujeres".
Por último, se ha referido a la idea de "violencia en el entorno familiar" y ha destacado que "es un mal concepto de familia" que va en contra de su propia naturaleza. "Mal se defiende a la familia cuando se sitúa en sus propios límites una violencia que es de unos hombres que la utilizan para imponer una posición de dominio. Así no se defiende la familia ni a las familias", ha sentenciado.
Pajín avisa a Mato de que "violencia de género" es la definición comúnmente aceptada
MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La diputada del PSOE y exministra de Sanidad e Igualdad, Leire Pajín, ha avisado este martes a su sucesora en el cargo, Ana Mato (PP), de que "las palabras no son neutras" en la lucha contra la violencia contra las mujeres y de que "violencia de género" es la definición comúnmente aceptada para referirse a esta lacra.
En declaraciones a los medios de comunicación en el Patio del Congreso minutos antes de la apertura solemne de la X legislatura, Pajín ha reaccionado al comunicado del actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que dirige Mato y que ayer empleó hasta en tres ocasiones el término "violencia en el entorno familiar" para calificar el asesinato de una mujer por parte de su pareja en Roquetas de Mar (Almería).
"Es muy importante llamarle a la violencia por su nombre porque la violencia contra las mujeres no se ejerce sólo dentro de las casas, se ejerce también fuera, de hecho hay muchos asesinatos que se producen fuera", ha indicado Pajín, que ha subrayado que la "base" de esa violencia tiene que ver con una "desigualdad profunda".
Tras recordar que la denominación violencia de género "tiene el consenso de organismos internacionales y de organizaciones de igualdad", ha esperado que este concepto, "hoy ya superado", siga siendo la expresión empleada para "llamarle a la violencia machista violencia de género, que es como se llama".
También ha recordado que la Ley integral contra la violencia de Género vigente en España está consensuada "con todas los grupos parlamentarios y todas las organizaciones de mujeres".
'Con la ley en la mano, se llama violencia de género'
Actualizado martes 27/12/2011
Este lunes un hombre asesinó a su mujer con una escopeta de caza a su pareja en Roqueta del Mar, después de lo cual se suicidó. La nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, publicó un comunicado por el que condenaba "el último caso mortal por violencia en el entorno familiar", por el que expresó su "más absoluta repulsa".
El hecho de que la ministra lo calificara de "violencia en el entorno familiar" y no de "violencia de género" no pasó inadvertido y fue inmediatamente criticado por ciudadanos y periodistas. Pero, ¿qué opinan las personas que trabajan con las víctimas del maltrato? Ana María Pérez del Campo, de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, AMSD, cree que "la ministra, que acaba de tomar posesión de su cartera, probablemente ha cometido un error, ha tenido un lapsus verbal".
"Ella más que nadie -continúa Pérez del Campo- sabe que su partido aprobó la Ley de Medidas contra la Violencia de Género, por lo que no creo que haya tenido intenciones ocultas. A pesar de esto, el error es grave porque diluye el origen de la violencia. Si no se conoce de dónde viene esta situación, solo pueden aplicarse planes paliativos, pero no erradicativos, que van dirigidos a atacar las causas del maltrato". A pesar de todo, Pérez del Campo no cree que la ministra tenga que retractarse: "no es necesario que cada vez que un ministro se equivoca tenga que salir a pedir perdón; lo que hace falta es que no se vuelva a confundir", sentencia.
Violencia de género y violencia en el entorno familiar
Por su parte, Sagrario Mateo, la presidenta de APRODEMM, establece la diferencia entre violencia de género y violencia en el entorno familiar. "Si, por ejemplo, un abuelo mata a su nieto, estamos hablando de violencia en el entorno familiar; pero si un hombre que es pareja o ex pareja de una mujer la asesina, con la ley en la mano, estamos hablando de violencia de género".
"El lenguaje es importantísimo. La expresión 'violencia de género' cualifica la agresión".
La Ley a la que se refieren es la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Entre otras medidas, se aprobó que las ausencias laborales por agresiones generaran y se endurecieron las penas que se le podrían aplicar al agresor. También se acordó la dotación de "para escapar de la dependencia económica de sus verdugos" y se estableció que tuvieran prioridades de acceso a viviendas de protección oficial.
Esta norma está inspirada en la resolución de la Conferencia de Pekín de las Naciones Unidas, en 1995, donde, según explica Cruz Sánchez de Lara, abogada de la Plataforma de Mujeres Artistas Contra la Violencia de Género, "se hizo un esfuerzo terrible por parte de todos los agentes para avanzar en la especificación del maltrato machista y poder llamarlo violencia de género".
Según Sánchez de Lara, "el lenguaje es importantísimo. La violencia en el entorno familiar no tiene por qué referirse a la violencia de género, igual que la violencia de género no tiene por qué darse en el entorno familiar. Está pactado que, por no ser coincidentes, se haya cualificado la agresión sobre la mujer. Hay que ser prudentes a la hora de modificar una expresión que está consensuada internacionalmente".
Tanto Ana María Pérez del Campo como Cruz Sánchez de Lara coinciden en poner como ejemplo los asesinatos producidos a manos de terroristas. "Las consecuencias penales de la violencia de género son diferentes a las que tiene la violencia en el entorno familiar. -explica Sánchez de Lara- De la misma manera que el terrorismo tiene consecuencias distintas a las del asesinato, porque responde a una situación especial". Pérez del Campo lo explica diciendo que "los crímenes de ETA, afortunadamente ya disuelta, a nadie se le ocurrió llamarlos 'asesinatos del entorno independentista', sino terrorismo etarra. Y es que si no se llama a las cosas por su nombre -concluye Pérez del Campo- es imposible que se produzca ningún cambio".
Lo que sulfura de 'matrimonio gay' no vale para 'violencia de género'
Ana Mato defiende que la terminología es "lo menos importante" pese a que el PP recurrió la ley de matrimonio homosexual por una palabra
PÚBLICO.ES Madrid 27/12/2011
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho de una palabra una cruzada: su negativa a aceptar el término "matrimonio" homosexual en la unión de personas del mismo sexo le ha llevado a recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley del mismo nombre, que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero en 2005.
Rajoy ha repetido en numerosas ocasiones que su "discrepancia" con la ley radica sólo en el nombre, y presume de que del año 2004 ya propuso una ley similar a la aprobada por Zapatero. Con un matiz: en vez de matrimonio abogaba por emplear el término "unión".
"Ustedes aceptan que los homosexuales duerman después de comer pero lo que no aceptan es que se llame siesta", le reprochó a Rajoy la semana pasada Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la sesión de investidura. Y es que, una simple palabra, es la responsable del recurso de los conservadores presentado en el TC en 2005.
También una palabra ha provocado la primera polémica de un ministro del nuevo gobierno. Pero en este caso los matices son irrelevantes.
El Ministerio de Sanidad e Igualdad informó anoche de la primera muerte de una mujer a manos de su expareja desde que accedió al poder. Con un matiz: en vez de violencia de género o machista, como se ha definido hasta ahora, recurrió a al término "violencia en el entorno familiar".
Ante las quejas, la ministra de Sanidad, Asuntos sociales e Igualdad, Ana Mato, ha señalado que la terminología es "lo menos importante". "Da igual el nombre", ya se considere "violencia machista, violencia de género, o violencia doméstica", ha matizado.
La dirigente del PP Sandra Moneo ha optado por la técnica de que la mejor defensa es un buen ataque al denunciar que el PSOE "sigue instalado en lo que ha sido su gestión de la violencia de género a lo largo de estos años: mucha preocupación por las palabras y poca por los hechos".
De la violencia de género a la “violencia familiar”
La nueva ministra de Sanidad recibe las primeras críticas por su cambio de denominación de las agresiones machistas
Charo Nogueira Madrid 27 DIC 2011
Las palabras importan: nombran las cosas. Y la primera nota de prensa sobre violencia machista de la flamante ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, se estrena con un cambio de términos. Al repudiar la primera muerte bajo su mandato de una mujer a manos de su marido, el comunicado oficial del ministerio atribuye el crimen a “violencia en el entorno familiar”. Las críticas han arreciado por no utilizar el término “violencia de género”, que es el que consagró la ley integral de 2004 pese a las reticencias de la Real Academia Española, que sigue sin incluir esta acepción. Y es que no son sinónimos.
La reacción ha sido inmediata. Desde el PSOE y los sectores feministas, en las redes sociales o los micrófonos y empezando por su predecesora en el cargo, Leire Pajín. Pidió a Mato que siga empleando el término “violencia de género”. “Las palabras no son neutras”, le advirtió. Si a Bibiana Aído le persiguió el término “miembras” desde su debú como titular de Igualdad, a Mato puede pasarle algo parecido si persevera en el apellido “familiar” para estas agresiones: la oposición, al menos la socialista, no va a dejar pasar ni una.
La ministra ha replicado negando la mayor: “No hay ningún cambio de terminología”. Pero lo hay: violencia familiar es un concepto más amplio y menos concreto –incluye a un progenitor que mate a su hijo, por ejemplo-. Género, en cambio -y a tenor de la propia ley-, define la violencia, basada en el dominio y la desigualdad, que sufre la mujer a manos de un hombre con el que tenga o haya tenido relación afectiva.
El término, puesto de largo por Naciones Unidas en la cumbre de Pekín de 1995, alude al papel social de las mujeres, a la construcción cultural en torno a ello –con la desigualdad que entraña-. Lo defienden a capa y espada las organizaciones feministas. Violencia de género es, pues, la que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo, por el lugar desigual que ocupan en las sociedades. En la norma aprobada por unanimidad en 2004, se apostó por este término –aunque limitado a las relaciones afectivas, no incluye, por ejemplo una violación por un desconocido- y se define así: “Se trata de una violencia que se dirige a las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.
“Violencia machista, o violencia de género, o violencia doméstica; da igual el nombre. Al final es un asesinato”, ha dicho Mato, según Efe."Lo importante no es el nombre. Lo importante es que todavía hoy muchas mujeres mueren a manos de las personas que en teoría más deberían quererlas", añadió."Vamos a seguir trabajando para que no haya ni usa sola mujer, ni una sola persona, que muera a manos de personas de su entorno", concluyó.
Aunque el programa electoral del PP incluye por tres veces el término “violencia de género”, no es muy del gusto del partido del Gobierno, como tampoco lo fue de la Real Academia, que incluso propuso al Ejecutivo socialista cambiar la denominación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para que fuera de "violencia doméstica" -un término que rechazan las organizaciones feministas-. Una norma que el PP quiere modificar “adaptándola a la situación actual y reforzando los mecanismos de protección” para incluir a los menores, según su programa.
Las palabras nombran. Y sus cambios -u omisiones- son relevantes. Mato se estrenó como ministra con un compromiso en pro de la sanidad "universal", pero en ningún momento añadió "gratuita". El paso siguiente ha sido considerar que los nombres de la violencia no importa.
Esta tarde he podido oír en la emisora de radio Onda Cero, cómo una periodista se refería a la expresión "violencia en el entorno familiar", como algo que "hemos de combatir" porque lo correcto es decir "violencia de género".
Además, matizaba ella, "me apoyo en que ASI SE TENIA ACORDADO", refiriéndose al modo de tratamiento de este tipo de noticias donde se producen muertes, en un ambiente doméstico.
Vamos, lo de siempre pero ya sin cortapisas. Que existe un código deontológico perfectamente pergeñado para inferir matices "de género" en el tratamiento de este tipo de sucesos, se sabía. Pero antes se hacía con cierta discreción; ahora que las feministas le ven las orejas al lobo, ya ni se preocupan en disimular un poco.
Lo de esta periodista instando a otro compañero a "utilizar el término adecuado, pues así se tenía acordado", para tratar este tipo de noticias, me ha llamado mucho la atención. Además se le notaba... cómo decirlo, algo nerviosa, como si de pronto se viera con menos fichas en una partida de poker, y entrara "on tilt".
Lo dije en otro mensaje por este foro, yo no me fío ni de este partido político, el actual gobernante, ni me fío de ningún otro. Pero lo que está claro es que algo va a cambiar.
¿violencia de género o violencia en el entorno familiar?
La ministra de Sanidad llama violencia "en el entorno familiar" a la "violencia machista"
• EFE. 27.12.2011
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha hecho público un comunicado tras el asesinato de una mujer por su pareja en Roquetas de Mar (Almería) -la número 59 en lo que va de año- en el que condena este último caso de "violencia en el entorno familiar".
En su nota, el departamento que dirige Ana Mato explica las circunstancias del asesinato de la mujer, de 33 años y origen ruso, a quien su pareja, español de 71, disparó con una escopeta de caza y después se suicido. Ambos tenían un hijo en común y no había antecedentes de maltrato.
La ley para la protección de maltratadas es "contra la violencia de género" Sanidad recurre en tres ocasiones en el texto al término "violencia en el entorno familiar", lo que ha provocado ya cierta polémica en internet.
La búsqueda de un término adecuado para denominar a la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres precisamente por su condición de mujeres es motivo de debate en los últimos años en España.
El término violencia de género, acuñado en la convención de la ONU sobre la mujer celebrada en Pekín en 1995, tiene el apoyo de los organismos internacionales y asociaciones de mujeres, así como, hasta ahora, del Gobierno y de la propia ley "de medidas de protección integral contra la violencia de género".
Violencia contra las mujeres
No obstante, algunos sectores han expresado objeciones gramaticales -las personas no tienen género sino sexo- que han dado paso a otras formas de definir este fenómeno como violencia machista o violencia contra las mujeres.
El término violencia doméstica se usa cada vez menos, debido a que sitúa el problema en el entorno en el que se produce y obvia que la violencia se ejerce contra la mujer.
Ana Mato, como recuerda el comunicado de Sanidad, se refirió en su toma de posesión a la necesidad de intensificar desde el consenso la lucha contra la lacra de "la violencia que se ejerce contra las mujeres".
"Da igual el nombre"
Tras la polémica que ha desatado la nueva terminología, la titular de Sanidad ha señalado que "no hay ningún cambio de terminología" con respecto a la violencia de género ya que, según ha añadido, "lo importante no es el término", sino que este lunes muriese en Roquetas de Mar (Almería) otra mujer "a manos de quien se supone más la quería".
La nueva ministra ha subrayado que "la ley es la Ley de lucha contra la Violencia de Género y vamos a seguir trabajando porque no haya una sola persona que muera a manos de alguna persona de su entorno".
"Da igual el nombre, al final es un asesinato y nosotros queremos tolerancia cero en este ministerio frente a todo tipo de actuación contra cualquier mujer", ha declarado Mato tras asistir a la toma de posesión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid.
Reacciones
Las siguientes son algunas de las reacciones que ha provocado el término utilizado por Sanidad.
• La directora general del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Pérez, ha lamentado que Mato haya usado el "eufemismo" de 'violencia en el entorno familiar' para definir la "violencia de género, la violencia machista", ya que ello supone "un retroceso" en la lucha contra la misma.
• La diputada socialista y anterior titular de la cartera, Leire Pajín, ha afirmado que es muy importante "llamar a las cosas por su nombre". También ha insistido en que las palabras "no son neutras" y ha confiado en que se siga manteniendo el concepto de violencia machista y de género.