Sé que suena "a lo de siempre", me comenta un amigo que hace tiempo en un sitio donde trabajaba, tuvo que realizar a través de internet una compra con la tarjeta de credito de la empresa, para lo cual le facilitaron los datos de la tarjeta: los números y la fecha de caducidad.
Él en ningún momento tuvo en sus manos la tarjeta de crédito ni nada.
Posteriormente el rompió el papel donde se lo habían apuntado. Pero se acordaba de lo datos.
y realizó una suscripción a una página web.
Le pedían esos mismos datos, más el código CCV, que le acertó después de varios intentos.
El importe no llega ni a 50 €.