Este es uno de los miles de casos que se están dando desde la entrada en vigor de la inconstitucional Ley Integral de Violencia de Género, un caso más de los muchos a los cuales he podido acceder, un caso más de los que conozco directamente y, como no, mi caso, aunque el mío no tuvo consecuencias tan trágicas, tuve que poner tierra de por medio, tras ser denunciado en falso y juzgado sin defensa alguna.
A esto hemos llegado en este país. A la violación de los más básicos derechos humanos. ¿Seguridad jurídica? Ninguna. La actual legislación lo garantiza, las decisiones judiciales lo materializan, la cobardía y el decir que eso no va conmigo, lo perpetúan.
Mañana puedes ser tú, porque sí, porque tu único delito es haber nacido hombre.