¿IGUALDAAA?,como dice alguien por aqui..
Por los cojo ..
Aqui lo que va a quedar, va a ser un campo lleno de victimas y de cuervos/as come-corazones y unas espectadoras, como algunas de las que hay por este foro con la sorisa de oreja a oreja viendo esto y el resultado TAN POSITIVO de sus iniciativas, el sufrimiento masculino en general que no el machista, con el sufrimiento femenino, excluyendo el feminista, pero por encima de todo deleitandose con el sufrimiento de los niños, resulta ademas que un ser humano lo es desde que ellos lo dicen.
Aquí lo que lo que hay es venganza miseria y felonía, porque la realidad es que, y sirva de ejemplo este foro existen HOMBRES Y MUJERES, que desde el sufrimiento sigue soportando arbitrariedades e imparcialidad. Independientemente de que sean humillados e injuriados gratuitamente con el argumento lapidario de uno de los actos más repugnantes y más despreciados por la gran mayoría. Generosos con todos independientemente de que se les ponga en tela de juicio una vez más. Provocado, de nuevo, independientemente de que haya sido desacreditado por seguir queriendo a su maltratador/a y madre/padre de su hija. Con esperanza independientemente de ser despojados de tantas cosas presentes, pasadas y futuras, pero sobre todo de años y años de relaciones paterno filiales, y aun siendo conscientes de que este daño es irreparable. Quizás por el amor que sienten por sus hijos sean constantes y quizá por su constancia, sigua siendo los mismo. Yo no, yo ya soy el mismo y lo tengo bien jodido, porque estoy descompuesto y muy nervioso viendo como mi hijo (5 años) SUFRE y se va alejando y la impotencia para impedirlo¡¡¡ UN SUFRIMIENTO GARANTIZADO POR LAS LEYES FEMINAZIS PARA AVALAR ¿¿¿¿¿PROTECION, BUEN ROLLITO?????? A SUS MADRES A SUS MADRES/PADRES”
Yo lo tengo bien jodido porque ni tengo la serenidad de personas como Naxo, ni soy tan fuerte aunque gracias a sus sugerencias, trato de mentalizar que he de asumir los enormes sufrimientos e injusticias que sobre mi hijo recaen aun siendo consciente de que ni eso resolverá el problema inmediatamente y que las cosas irán y van de mal en peor.
El día que hablemos de personas en vez de hombres y mujeres seguro que nos irá mejor a tod@s en esta vida. Toda esta tontería lo que está fomentando es la lucha entre sexos, y es una pena. Todos somos iguales en nuestra igualdad y desiguales en nuestra desigualdad, parece una perogrullada, pero cuando me lo explicaron lo vi claro, y eso es la justicia, tratar a los iguales como a iguales y a los desiguales como desiguales, y que yo sepa, hombres y mujeres somos iguales. Vaya lío que me he hecho con las palabras, pero creo que se me entiende ;-)
Gracias emigrante creo que todos los padres, hombres y por que no mujeres que estén de acuerdo en que haya opiniones discrepantes, que se permitan retar a lo 'politicamente correcto' los que digan como en el cuento que el Rey no es que se vista con un traje de telas increíbles sino que simplemente esta desnudo, ...hay que reaccionar y mandar e-mails o contestar en apoyo de la libertad de expresión. Lo que escuece...y mucho es que les digan que están en pelota picada.
Y por cierto, el otro día en la sala de espera del lugar donde trabajo una señora mayor le estaba dando a una pareja joven una interesante charla sobre que la mujer debía supeditarse siempre a las órdenes del varón, que para eso ellos son más sabios. La pareja alucinaba en colores, obviamente...
pues si tolimar el decir que un hombre nunca sera más que yo quiere decir que yo estare siempre por encima de él ni más ni menos eso es lo que quieren hacer y a eso va encaminado la propaganda feminazi, y para entenderlo sólo hay que mirar la cara de la vega cuando mira a un hombre aunque sea compañero de partido y como le cambia cuando mira a una mujer
El problema no es ese Tolimar, el problema es que los anuncios no dicen "será igual que yo" sino que para los hombres dicen "ninguna mujer será menos que yo" y para las mujeres dicen "ningún hombre será más que yo" lo cual significa que se da por supuesto que los hombres se sienten superiores y las mujeres se sienten inferiores.
Habrá opiniones para todos los gustos, pero yo JAMÁS (lo pongo en mayúsculas aposta) me he sentido inferior a nadie, sea hombre o mujer. Y tampoco me he encontrado nunca (será que tengo mucha suerte) con ningún hombre que pensara que las mujeres valíamos menos.
¿NADIE a leido nada referente a un adjetivo(creo) denominado IGUAL
El que entienda que el anuncio quiere decir,que si el nunca sera MAS significa que sera MENOS es porque realmente no cree en la IGUALDAD entre hombres y mujeres
Esa campaña por cierto me asquea, porque lo primero que pensé fué eso...como nos han comido el coco. Desde el momento que oyes" mas " quiere decir que será el otro "menos" hasta un niño de primaria lo sabe...y que venga subvencionada por el M, de Igualdad, es de risa ya, IGUALDAD, es qu ya no saben que hacer pqara gastarse el enorme flujo de dinero que estan metiendo en todo ésto...
...saben a que viene que ayuden y subvencionen a las mujeres " directoras" de peliculas no??? viene a eso también, preparense para más cortos de ese tipo, mas peliculas, mas propaganda feminonazi...
...y preparense para ver mas censura, esta dentro del sistema de actuación que proponen para los medios de comunicación, atentos...por ahi van los siguientes pasos.
Propongo que se le manden cartas de felicitacion al pais por atreverse a romper mas que la censura, los cimientos de la censura, es decir los prejuicios.
(cont) [por cierto ahora querrán ejercer la censura de prensa y condenar al autor del articulo por maltratador y terrorista machista. Como en Alemania en los años 30.]
No se trata de discutir aquí las tesis del autor, sino de responder a la cuestión que plantean quienes me han pedido amparo: si el contenido del artículo contraviene o no los principios de EL PAÍS, teniendo en cuenta que este diario ha mantenido una clara y combativa línea editorial en contra de la violencia machista. Ésta es la cuestión que le he planteado al director de Opinión, Lluís Bassets, y ésta ha sido su respuesta: "Como dice el tópico, la sección de Opinión no se identifica necesariamente con los artículos que publica, pero yo sí debo defender, en calidad de responsable de estas páginas, la decisión y oportunidad de la publicación de este artículo"."El debate sobre el contenido me parece necesario y, por lo que se está viendo en estas mismas páginas, muy interesante, pero no me parece en cambio pertinente el debate sobre si había que publicarlo o por el contrario había que negarle al señor Lynch la posibilidad de exponer sus puntos de vista en EL PAÍS", continúa Bassets. "Antes de tomar la decisión definitiva se sometió el artículo a la lectura de varias personas de ambos géneros. Aunque había desacuerdos profundos sobre el texto y en algún caso incluso sobre la oportunidad de su publicación, en ningún momento surgió el único argumento de fondo que hubiera podido impedirla, como hubiera sido la supuesta incitación a la violencia que pudiera contener. Creo que no es el caso. El artículo de Lynch ofrece abundantes ejemplos de argumentación y de pensamiento políticamente incorrectos, pero creo que EL PAÍS puede e incluso debe publicar textos de este tipo, aunque sólo sea como incitación al debate y al pluralismo".
¿Dónde termina lo políticamente incorrecto y dónde comienza la justificación de la violencia? Ahí radica la discrepancia. Bassets considera que no se ha pasado esa línea. Pero muchas lectoras creen que sí. Consideran que el artículo no sólo justifica la violencia contra las mujeres, y por tanto puede ser interpretado como una apología, sino que las culpa a ellas de la violencia de la que son víctimas. Alucinada se declara Belem Cañizar: "Ahora resulta que los asesinatos de mujeres por violencia machista son en realidad el resultado de un supuesto feminismo revanchista", escribe.
Resulta difícil resumir en un artículo como éste el contenido de un centenar de cartas con diferentes argumentos, pero este párrafo de Gemma Fernández expresa bien el sentir de la mayoría: "¿Temen los hombres a las mujeres sin miedo? Vivimos en una sociedad en la que EL PAÍS y el resto de medios gozan de libertad de expresión. De la misma manera que su diario no sirve de plataforma de difusión de las ideas contenidas en los artículos que publican en Gara militantes de la izquierda abertzale, por ejemplo, me disgusta ver que se ofrece como trampolín de las ideas retrógradas y confundidas de Lynch. Sólo el título ya deja sentir una incomprensión de la realidad y un punto de partida funesto, equivocado, manipulado".
"¿Hubieran publicado ustedes un artículo de Josu Ternera a favor de la violencia de ETA? No lo creo", insiste Antonia Moreno, profesora de Lengua y Literatura en Asturias. Parecidos argumentos desgranan la escritora Alicia Miyares, la profesora de la Universidad Complutense Almudena Hernando o Ángeles Álvarez en nombre de diversas organizaciones feministas: ¿publicarían un artículo de un neofascista que dijera que los judíos fueron culpables de su persecución; de un racista que justificara la superioridad de los blancos por la conducta de los negros, o de un miembro de Al Qaeda que justificara el terrorismo islamista?, insisten.
Julia Salmerón, profesora de Literatura y Estudios de Género de la Universidad Autónoma de Madrid, no sólo considera que el artículo "justifica la violencia, sino que lleva implícita una amenaza para las mujeres: si seguís los postulados de lo que el autor considera feminismo revanchista, tendréis más violencia". Ese artículo nunca debió publicarse, insisten María Tena, Belén de la Rosa, Laura Pinto, Cristina Hernández, Ángela Vallejo, Beatriz Gimeno o Merè Otero-Vidal.
La Defensora se puso en contacto con Enrique Lynch. "Ya me imaginaba que este texto desataría todas las formas posibles de la necedad. ¿Cómo puede ser que alguien presuma que puedo justificar la violencia contra las mujeres? ¿Acaso he demostrado yo ser un estúpido en los centenares de artículos y en casi una docena de libros que he publicado?", me responde. "Lo único que digo es que hay que entrar en las causas profundas de esa violencia", dice, y se reafirma en que las mujeres (y no los hombres) son las responsables, por freudianos mecanismos del complejo de Edipo, de la mentalidad de sus hijos.
Mientras se producía esta reacción, el diario publicó otros dos artículos: uno el viernes, de Ángeles Yáñez y Eugenio Ravinet, autores de la campaña Maltratozero, y otro el sábado, de Sol Gallego-Díaz, titulado Shakira también llora.. A pesar de ello, han continuado llegando cartas que consideran, en palabras de la psicóloga Anna Freixas, de Córdoba, que la publicación de estos artículos "no limpia el desmán del señor Lynch". Freixa va más allá y alude a la dirección del diario: "Mucho hombre con poder da como resultado un periódico que no respeta a las mujeres", escribe.
No es función de la Defensora juzgar las decisiones sobre qué artículos deben publicarse, pero sí dejar constancia del gran malestar generado y transmitir a la dirección la opinión de las lectoras -y también de muchas redactoras- que consideran que ese artículo nunca debió publicarse en EL PAÍS. No porque el feminismo o esa campaña en concreto no puedan ser criticados, sino por el tipo de argumentos utilizados en este caso. El artículo ha herido una sensibilidad que forma parte del núcleo central de la identidad de este diario.
Revanchismo de genero - como escuecen las verdades
Están que trinan...no soportan verse reflejadas en un espejo...
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Quien/teme/feminismo/elpepuopi/20091122elpepiopi_5/Tes
¿Quién teme al feminismo?
Lectoras y asociaciones de mujeres recriminan a EL PAÍS haber publicado un artículo que culpa a las mujeres de la violencia machista
MILAGROS PÉREZ OLIVA 22/11/2009
El correo de la Defensora se nutre con frecuencia de cartas de lectores que se declaran heridos u ofendidos por el contenido de alguna columna o algún artículo de opinión publicados en el diario. En estos casos, la Defensora tiene poco que decir. Siempre que los contenidos respeten las leyes y el Libro de estilo de EL PAÍS, los autores están amparados por la libertad de expresión. Las opiniones que expresan son de su exclusiva responsabilidad. El diario no suscribe necesariamente el contenido de esos artículos, se limita a facilitar un espacio para que la pluralidad de puntos de vista sobre distintos temas pueda expresarse con libertad.
El artículo de Enrique Lynch Revanchismo de género, publicado el pasado martes ha roto, sin embargo, cualquier precedente en la expresión de malestar. Su contenido ha causado tal conmoción que ya en la mañana del viernes esta Defensora había recibido más de 60 quejas y múltiples llamadas desde todos los rincones de España. Y, al cierre de este artículo, continúo recibiéndolas.
Lynch critica el anuncio de una campaña contra la violencia de género de la Secretaría General Iberoamericana en el que Angie Cepeda dice: "De todos los hombres que haya en mi vida ninguno será más que yo". El autor deduce que si no admite que un hombre sea más es porque pretende que sea menos, lo que atribuye al "anhelo de revancha que parece inevitable en cualquier referencia actual a la condición femenina". "El revanchismo de género", escribe, "es lo que ahora se airea y se difunde por innumerables medios públicos y privados y que, en un país vergonzantemente árabe y misógino como es España, no sólo bastardiza una cuestión -la relación entre hombres y mujeres- que es de una enorme complejidad, sino que subsidiariamente no ha hecho sino aumentar de forma alarmante la tasa anual de actos de violencia machista al lanzar a las mujeres al choque con machos ignorantes y brutales, hombres que -nunca olvidemos esto- han sido gestados, amamantados, criados y formados por mujeres". "El revanchismo 'de género' (o sea, el resentimiento femenino)", concluye, "es un mal que se extiende imparable por todas partes. (...) Tres nuevas canciones de esta guisa y la tasa mensual de asesinatos de mujeres acabará por triplicarse. (¿No será este revanchismo resentido lo que ven venir con temor esos bárbaros islámicos...?)".
Decenas de lectoras, algunos lectores y representantes de asociaciones diversas se han dirigido a la Defensora para exigir una rectificación del diario. Con muy distintos argumentos pero siempre con altos niveles de enfado, todas las quejas coinciden en un punto: ese artículo nunca debería haberse publicado porque constituye un alegato en el que se justifica la violencia de género y se acusa a las mujeres de ser las culpables de esa misma violencia. La mayoría de las cartas cuestiona que EL PAÍS se haya ofrecido como plataforma de un argumentario que consideran una expresión del revanchismo machista y que expresa, "una rancia misoginia", según la socióloga Fátima Arranz, o "un prejuicio cargado de resentimiento", en palabras de Antonio Diéguez.