Buenos días,
Queríamos saber si se puede reclamar a una empresa de reformas de viviendas, por lo siguiente:
- Se ha demorado la reforma en más del doble del tiempo estimado.
- Hace dos meses que nadie va a la vivienda a trabajar, a pesar de que tienen las llaves de la vivienda y material dentro de la misma.
- Se han intentado ocultar defectos y golpes.
- Se han realizado numerosos trabajos mal, dando cuenta de ello, sin solución.
- Los trabajadores que iban no estaban cualificados (montaje de cocina o pintura de puertas un señor que es electricista).
- La persona encargada nos ha dejado de contestar los mensajes y no atiende las llamadas.
De momento no hemos tocado nada, hemos pedido las llaves y queremos que vaya un perito a que lo vea todo.
Si la empresa de reformas no cumple con lo prometido y usted está actuando como consumidor, tiene todo el derecho de reclamar. Esto está regulado por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. En este caso, la autoridad competente para gestionar el conflicto es la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o la Dirección General de Comercio y Consumo de su comunidad autónoma. Ellos son los que tienen que asegurarse de que la empresa cumpla con lo pactado.
Lo primero es hacer una reclamación formal. Tiene que ser clara y documentada, explicando todo lo que no se ha cumplido. No se olvide de que tiene un plazo de un año desde que se dio por terminada la obra o desde que detectó los fallos. No puede dejar pasar mucho tiempo, porque después no le van a escuchar. Cuanto antes se mueva, mejor.
Ahora bien, si la empresa ha hecho mal el trabajo o lo ha dejado a medias, no está cumpliendo con lo que firmó. La ley es clara: el trabajo tiene que ser conforme a lo que se había pactado, sin defectos. Si hay fallos evidentes, usted puede exigir que lo solucionen sin que le cueste más dinero. Si la empresa no responde, tiene derecho a resolver el contrato y pedir una compensación por los daños que haya sufrido.
Si después de reclamar no le hacen caso, siempre puede acudir a la vía judicial, aunque eso es lo último. No es el camino más rápido ni el más barato, pero si se llega a ese punto, lo que más importa es contar con pruebas claras, como un informe pericial que certifique los defectos del trabajo. Las palabras se las lleva el viento, pero un informe técnico pesa.
En resumen, no pierda tiempo. Reúna toda la documentación posible, presente la reclamación y que se pongan las pilas. Si no le hacen caso, ya verá si tiene que llevar el asunto más allá. Pero si lo hace bien desde el principio, tiene mucho ganado.