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"¿Qué puede ser peor que perder a mi hijo sabiendo que no está muerto?"

2 Comentarios
 
"¿qué puede ser peor que perder a mi hijo sabiendo que no está muerto?"
28/10/2007 14:46
Debe prevalecer el bienestar de los hijos

Diariomallorca.es / 25.10.2007

http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1694_9_302998__Actual-Debe-prevalecer-bienestar-hijos

Asunción Tejedor habló anoche de la problemática psicológica y judicial en torno al Síndrome de Alienación Parental y aconsejó a los padres que lo sufren "no renunciar a sus propios hijos"

M. ELENA VALLÉS. PALMA. "¿Qué puede ser peor que perder a mi hijo -porque él me rechaza- sabiendo que no está muerto?´. Cuando un padre me plantea esta cuestión yo le digo: ´Bienvenido al mundo del Síndrome de Alienación Parental (SAP)´". La exposición de esta situación real preludió anoche toda la intervención sobre esta manifiestación social de maltrato, de Asunción Tejedor Huerta, directora del departamento jurídico del Colegio de Psicólogos de Asturias.

La psicóloga y autora de un libro sobre esta problemática familiar ofreció anoche una conferencia en el Club de Opinión DIARIO de MALLORCA en la que dibujó un panorama de este conflicto, aludiendo a los antecedentes, desarrollo y posibles soluciones a la situación, al que se tienen que enfrentar diariamente jueces y profesionales de la psicología. El acto fue presentado por Jorge Skibinsky, presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de Balears, y por Carlos Pietro, portavoz de la misma.

El punto de partida de este síndrome son los primigenios conflictos que nacen entre los padres. A medidad que éstos se van sobredimensionando en el tiempo, los progenitores llegan a utilizar a los hijos en beneficio propio. Si las disputas quedan encapsuladas entre ellos "no se suele ir más allá y dejan de afectar a los hijos", comenta Asunción.

Se puede hablar de SAP cuando hay una alteración que surge por las pugnas en la custodia de un hijo. Y se lleva a cabo una campaña de denigración contra el otro progenitor, iniciada por uno de los padres, que es ejecutada por el descendiente. El proceso mediante el cual se consigue ese vilipendio parental se suele iniciar mediante una "programación" o "lavado de cerebro", para que luego sea el propio niño el que arroje por cuenta propia las críticas al progenitor.

Durante ese proceso, se buscan las carencias del padre alienado, se exageran y se sacan de contexto. "Tanto es así que en algunos casos se han llegado hasta a cambiar recuerdos de los niños". Asunción trajo a colación en este sentido el caso de un niño que llegó a decir que se acordaba de que su padre les pegó a su madre y a él cuando tomaba el pecho, "cosa que es totalmente imposible a esa edad, ya que no se tiene capacidad para generar recuerdos", puntualiza.

Otra de las cuestiones sobre las que disertó la psicóloga fue la de las (falsas) denuncias de abuso sexual que proliferan en estos casos. Al respecto comentó que a veces son interpuestas de modo inconsciente por el miedo que tiene el progenitor alienante por saber qué hace su hijo con el alienado "y su interrogatorio termina por conseguir que el niño diga lo que él quiere escuchar", apunta.

Los divorcios altamente conflictivos se conforman como la arena ideal en la que se producen más casos de SAP. Los problemas aparecen cuando una de las partes no acepta el divorcio y empiezan a surgir sentimientos de ausencia y de temor por perder a los críos. Cuando el otro progenitor se casa o encuentra de nuevo la estabilidad emocional con otra pareja es el momento en que resurge con fuerza el SAP.

Ante estas situaciones, Tejedor comentó que el padre alienado lo que debe intentar es desprogramar al niño con ayuda de expertos.

La profesional marcó también una serie de pautas ante el numeroso público asistente, y entre el que se hallaban profesionales de la Psicología, que se deben seguir para tratar de identificar a un niño alienado. Insistió en que la actitud de estos jóvenes se suele basar en la utilización de racionalizaciones triviales, frívolas o absurdas como por ejemplo: "No quiero ver a mi mamá porque una vez no me dejó un folio para pintar", explica con otro caso Asunción.

Dentro de las estrategias de actuación, Tejedor recomendó intervenir terapéuticamente al afectado y que los padres controlen la cólera.


28/10/2007 15:42
Que triste, no entiendo como una madre o un padre puede hablar a un hijo mal del otro progenitor. Eso no debe hacerse. Es más, considero que los niños son muy listos, y a ciertas edades se dan cuenta ellos solitos de como son ambos, el padre y la madre, sin necesidad de que uno de ellos le recuerde las "lindezas" del otro a mala fé.
28/10/2007 21:59
Alicia1374, aunque no lo entiendas, sucede, y parece ser que ocurre en aprox el 20% de los divorcios (creo recordar), el problema es cuando el hijo hace suyo el discurso oido y entonces es incapaz de discernir y comprobar en el tiempo como son cada uno, por falta de contacto con uno. Entonces el daño es irreversible, y sobre todo porque a partir de 18 años no se le puede obligar a terapia... y teniendo en cuenta que hacen falta años para alienar y que la edad mas "efectiva" es la adolescencia...y tras detectar el daño y a la velocidad que va la justicia en el maltrato a menores (y resto de temas de familia que no prosperen por violencia de "género")...