¿Cómo hago para meter aquí una foto?, Además, si la cuelgo, aunque me borre la cabeza, se pierde el economato, porque este tipín mío es inconfundible, je,je.
Una familia, que se despierta por la mañana y ven un gorila en el jardín, subido a un árbol.
Deciden llamar a una agencia de cazagorilas...
Llaman y viene un tio con unas esposas, un perro y una escopeta.
CAZAGORILAS: Verá es que normalmente me acompaña mi compañero y ahora está enfermo, así que me tendrá que ayudar usted.
SEÑOR: Vale, dígame que tengo que hacer...
CAZAGORILAS: Bueno, yo me subiré al árbol, y moveré las ramas hasta que caiga, cuando caiga, el perro, que está entrenado para tal efecto, le pegará un bocado al gorila en los cojones que lo dejará inmóbil, así usted solo tiene que ponerle las esposas.
SEÑOR: De acuerdo, no parece que sea muy difícil, pero entonces ¿Para qué sirve la escopeta?
CAZAGORILAS: Pues en el caso de que al mover las ramas pierda el equilibrio y me caiga al suelo, no lo dude, pégele un tiro al perro...
Esto es un lepero que se va al extranjero y se compra un reloj que es la leche, que hasta te puedes duchar con el.
El lepero se mete en la ducha y empieza a darle a los botones, y nada, que no sale agua de ninguna parte.
Total, que está ya un poco mosca con el reloj, por lo que coje un destornillador y lo abre, y se encuentra una mosca muerta dentro, a lo que va y grita:
- ¡¡¡Cómo va a funcionar, si se m'a muerto el maquinista!!!
Bueno, Defen, éste es casi tan bueno como tu chistecillo del principito:
Un Doctor acababa de tener una larga sesión de sexo con uno de sus pacientes.
Mientras descansaba comenzó a sentirse un poco culpable, pues pensaba que lo que hacía no era ético.
En eso un pequeño demonio apareció sobre uno de sus hombros y le dijo:
- "Tranquilo, muchos doctores tienen sexo con sus pacientes; ya ves, tú no eres ni el primero ni el último."
Esto hizo sentir al doctor un poco mejor, hasta que otro demonio apareció en su hombro y dijo:
- "Sí, idiota, pero los otros doctores no son veterinarios."
Esto es Villanueva del Pardillo. Por ahí va un tío conduciendo. Se estrella, el coche se despeña, y él es capaz de agarrarse a una rama y quedarse colgando (como en las películas). El tío pide socorro, y pasa un lugareño al que le parece oír voces desde el precipicio, y dice:
- ¿Que me ice?
A lo que el tío contesta:
- Que me ice.
Finalmente el lugareño comenta:
- ¡Ah, ya! Es el eco.