Un soldado español estacionado en Irak recibe una carta de su novia en la que se podía leer lo siguiente:
Querido Luis:
Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel dos veces desde que te fuiste y no creo que ni tu ni yo nos merezcamos esto.
Lo siento.
Por favor devuélveme la foto que te envié.
Con amor,
Loli
El soldado, muy herido, le pidió a todos sus compañeros que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías, primas, etc. Unas 57 pudo conseguir en total.
Metió en un sobre la foto de Loli, más todas esas de sus compañeros y una nota, y la envió a España.
La nota decía lo siguiente:
Querida Loli:
Perdóname, pero no puedo recordar quien eres. Por favor, encuentra tu foto de este paquete y me devuelves el resto.
Echado, aquí en mi cama, no dejo de pensar en ti. Me dan ganas de agarrarte y apretarte lo mas fuerte que pueda. No puedo olvidar lo que sucedió la noche pasada.
Siento incontrolables deseos de cerrar mis manos en tu cuerpo... El recuerdo de esa noche caliente es intensa y me deja más angustiado todavía.
Todo sucedió en esta cama. Apareciste, y rápidamente te aproximaste. Sin ningún pudor te adueñaste de mi cuerpo desnudo. Ante mi fingida indiferencia, te acercaste más y más. Mordías mi cuerpo sin ningún escrúpulo, hasta mis partes mas intimas y me dejabas loco. Hasta que me dormí...
Hoy, cuando me desperté, te busqué desesperadamente, pero no te encontré... Por toda la sábana quedaban restos de todo lo que sucedió durante la noche. En todo mi cuerpo dejaste marcas para que yo no me olvidara de ti.
Esta noche voy a acostarme más temprano y te esperaré. Cuando llegues, sentirás la rapidez que tendré cuando te acerques a mi. Voy a saltar y te agarraré con toda mi fuerza para que no escapes.
Quiero apretarte.... y descansaré cuando sienta la sangre caliente de tu cuerpo. Sólo así podré librarme de ti, "MOSQUITO DE MIERDA"
A que no sabeis de dónde viene el palito que se pone en medio del
siete?
Incluso en nuestros días, muchas personas, cuando escriben el número 7 lo hacen utilizando una barra horizontal suplementaria en la mitad de la cifra.
La mayor parte de las tipografías lo han hecho desaparecer en nuestros días, como puede constatar pulsando la tecla de su teclado: 7.
Pero, ¿sabe por qué ha sobrevivido esta barra hasta nuestros días?
Hay que remontarse muchos siglos atrás, a los tiempos bíblicos. Cuando Moisés estaba en el Monte Sinaí, y le fueron dictados los 10 Mandamientos, él, en voz alta, los fue diciendo a la multitud uno a uno. Cuando llegó al séptimo, Moisés anunció:
Indignada vengo con lo escuchado en la mesa redonda sobre la relación laboral especial.
A quien le interese (Julialbet, deja de leer): la inspección de trabajo no tiene en su agenda de 2007 los despachos de abogados, así que los ilegales, enhorabuena.
Gracias Anita! Tú ya veo que lo vas a acabar bien... con esa maravillosa cogorza en el macrobotellón! jeje pásalo muy bien y tómate una a mi salud, eh?
Hola amigütos!! Na más queria despedirme, ya que en estas maravillosas fechas (espero noteis la sorna) una menda va a estar desconectada. Como lo mio no son los discursos navideños, sólo me qda desearos que paseis bien estos dias, rodeados de aquellos con quienes os gusta estar. Sed felices y empezad muy bien el año, y sobre todo, dejaos de buenos propósitos q no vais a cumplir! jeje
francisco garcía pérez (Columnista del Diario La Nueva España)
Tululo III
La profesora echó un vistazo por el ventanuco desde el que se divisaba una esquina de La Caleta de Cádiz. Daba clase en un colegio de la provincia, y, aunque era sevillana cerrada, los gaditanos le encantaban. Encima de la mesa de su estudio, unos cien exámenes para corregir. No se dejó invadir por la pereza, se sirvió un té frío y se sentó a la tarea. Antes, una última ojeada a la luz inmensa sobre el mar.
Los ejercicios, 4.º de la ESO, trataban sobre las lenguas peninsulares y alguna cuestión de cultura general que había conseguido ir metiendo con calzador a los chavales: un poco de arte, unas pinceladas de historiaÉ Leyó el primero: «Los versos utilizados en España antes del Renacimiento eran, mayormente, el dodecaedro y el octoedro». ¡Virgen Santa del Rocío! Tachó la respuesta, pero incorporó un «jajajá» con el rotulador rojo en el margen. No se desmoronó. En el tercero de los folios, se afirmaba literalmente: «El euskera es una lengua bilingüe». Se quitó las gafas, se masajeó las sienes: no podía ser cierto. Pero lo era, porque, según otro alumno: «El euskera se cree que llegó del Cáucaso [sic] con una familia de inmigrantes». Y todo ello, claro, escrito en lo que quería ser un andaluz fonético. Por ejemplo: «El gallego es de origen griego derivado del latín», que aparecía como «er gayego e dorihen jriego deribao der latín»É
De pronto, una respuesta le hizo fijar su atención de modo especial: «Tululo III». Allí estaba, como contestación a la pregunta número 12. «Tululo III». ¿Tululo Tercero?, se preguntó, ¿pero cuándo hablé yo de un Tululo Tercero? ¿Qué habría entendido aquella alma cándida? Preocupada, repasó la lista de reyes, de papasÉ ¿Tululo Tercero? ¿Acaso había querido decir Tululo Tres? Es posibleÉ pero ¿quién es Tululo Tres, en todo caso? Ya está, pensó, este elemento metió aquí a algún cantante de moda o a algún personaje de «Gran hermano», a algún Camilo Sesto moderno, armándose un taco. Se preparó otro té, más frío aún. Sonrió recordando aquel gazapo de un periódico que puso como pie de foto «Inocencio Díez» bajo una reproducción del retrato velazqueño del Papa Inocencio X.
Ahí fue cuando se le encendió la bombilla. Recordaba, en efecto, haber explicado algo de pintores famosos en una de las clases. Recordó enseguida que había insistido mucho en que prestaran atención, que aquello iba a ser asimismo materia de examen, que guardaran silencio. Sí, incluso había llevado diapositivas al aulaÉ La intuición le fue creciendo dentro como un irresistible golpe de mar. Algo tenía que ver el «Tululo III» de los demonios con aquella jornada. Algo, pero qué. Agitada, fue en busca de la cartera donde guardaba las preguntas del examen que había puesto. Encontró la de marras y aún quedó más perpleja. La había formulado así: «Escribe el nombre de algún pintor francés famoso». Y Tululo III ¿qué tenía que ver con eso? Ella misma fue repasando en su memoria los artistas franceses: Monet, Manet, PissarroÉ Sisley, MorisotÉ Delacroix, RenoirÉ Cézanne, GauguinÉ
Cuando cayó en la cuenta, hubo de sentarse de golpe en el sofá. Aquella clase se le vino al punto, imagen tras imagen, palabra tras palabra: «A ver, niños, hoy vamos a estudiar a un pintor muy bohemio y muy bueno que se llama Toulouse Lautrec». Y, claro, ¿cómo pronuncia esa frase una sevillana adoptada por Cádiz? Muy sencillo: «Vamo a estudiá a un pintó mu bohemio y mu güeno que ze yama Tululotré». Y el niño, sabedor de Felipes III, de Carlos III, de Abderramanes III, de tanta gente que ha sido III en la historia, no tuvo duda al copiar en su cuaderno el nombre del artista: «Tululo III». ¡Ole y ole, chaval!
Bueno gentes, termino la jornada. Me da una pereza salir a la calle, con este frío...en fin, por lo menos hoy tenemos House, y en la 2 una peli que me gustaría ver pero sospecho que voy a llorar mucho y no sé si me deprimirá.
¿La habéis visto?, creo que se titula "León y Olvido", y va de la relación de una chica con su hermano, que tiene síndrome de Down.
Por cierto, ¿alguna duda sobre la relación laboral especial de la abogacía?. Mañana voy a una charla.
Es decir, coger una salida de la Autovía del Cantábrico y pasar unas horas en S. Vicente de la Barquera, Comillas, Suances, Torrelavega o cualquier sitio donde haya un sitio estupendo para comer y buenas vistas.