Es decir, se recurre al conflicto para resolver problemas. Esa es la estructura en la que están basados muchos de los valores que existen en la sociedad. Por ejemplo, en nuestra sociedad occidental lo que más vale en cuanto a personas, el elemento más valorado en cuanto a posición, status, etc. sería un varón de raza caucasiana, blanca, de status social elevando, profesión liberal, con muchos ingresos, heterosexual, casado con hijos. Ese status vale muchísimo. Si a ese status que vale muchísimo según la concepción, la estructura que nosotros culturalmente nos hemos creado, le cambiamos elementos, ya vale menos. Si hablamos de hombre, heterosexual, casado, con hijos, muy rico, negro... ya vale un poco menos que el igual con raza caucasiana. Si en vez de ser hombre, blanco, etc., es homosexual, un poquito menos. Y si en vez de hombre ponemos mujer, bastante menos.
Esa concepción desigual de la sociedad es la que da lugar a conflictos, y quien tiene el poder recurre a la violencia para resolver el conflicto; no quiere el diálogo, no quiere el consenso, no quiere hablar porque no lo necesita; se sabe victorioso utilizando su elemento de fuerza que es el poder. Y lo vemos tanto en las relaciones humanas como en las relaciones internacionales; sin ir mas lejos, si recordáis, cuando empezó la guerra de Irak había un debate en la ONU no para evitarla sino para ir todos de la mano a la guerra y no se llegó al acuerdo porque a un país poderoso no le interesa el consenso, no le interesa el diálogo, no le interesa pactar de manera consensuada.
Respecto a la capacidad de premiar y la capacidad de influir. La capacidad de influir va de la mano a lo que es el status distinto, la posición de autoridad y la imposición que va desarrollando progresivamente. El castigo es la violencia por medio directo y la capacidad de premiar es incluso el no castigar. Varias mujeres me han dicho alguna vez: “mi marido es muy bueno, a mí nunca me ha puesto la mano encima”. La bondad del marido es que nunca le han puesto la mano encima, pero luego te dicen: “claro que yo tampoco le he dado motivos; yo he desarrollado mi rol de mujer-esposa-ama de casa perfecta”. Esa sensación de decir “lo he hecho bien porque mi marido no me pega” o “mi marido es bueno porque no me pone la mano encima” es una situación bastante generalizada, porque viene impuesta desde una posición de poder, desde una posición de desigualdad, que es lo que venimos comentando.
Y ese agresor precisamente, como muchas veces hemos dicho, no es una persona patológica, no es una persona enferma; es una persona normal y simpática. Cuando me preguntan cuáles son las características, el perfil del agresor pues yo digo que son muy claras las características; el perfil del agresor es: hombre varón de sexo masculino. No hay un perfil, no hay una conducta, una alteración, un rasgo psicológico que te lleve a maltratar, a ejercer la violencia continuada y sistemática como mecanismo y elemento de control. No existe esa patología. Pueden existir elementos, rasgos, o trastornos o enfermedades de la personalidad o mentales que puedan favorecer la respuesta impulsiva, la dificultad para el autocontrol, etc., pero el ejercicio sistemático, continuado y mantenido de la violencia para obtener beneficios no deriva de una patología sino que deriva de una voluntad, y esa voluntad es la que desarrolla el agresor cuando quiere conseguir esos objetivos basándose en la violencia.
Por eso es muy importante, a la hora de plantear los estudios con el agresor o la aproximación para estudios del agresor, que el elemento fundamental de cara a los casos que llegan al juzgado deba ser la peligrosidad; la peligrosidad entendida como capacidad criminogénica o probabilidad de nueva agresión cuando se ha producido una actuación delictiva. No estamos hablando de peligrosidad social ni mucho menos sino de peligrosidad criminal cuando previamente se ha producido algún tipo de agresión o delito, en este caso de violencia contra las mujeres.
Y la peligrosidad y la probabilidad (siempre será una probabilidad, nunca será una certeza, por tanto podemos equivocarnos pero la ciencia hoy por hoy llega hasta ese elemento de probabilidad) va a depender de una serie de características psicológicas importantes (la nocividad, la intimidabilidad, la adaptación social) que van a estar relacionadas con la personalidad del agresor; la personalidad es un elemento clave para entender esta peligrosidad, y eso habrá que estudiarlo y luego ponerlo en relación con unos factores contextuales que son muy importantes porque precipitan más la peligrosidad o la probabilidad de que vuelva a agredir que la propia personalidad; porque esos elementos en este contexto cultural, cuando vemos que existe un maltrato anterior, cuando además se produce la separación de la pareja (es un momento de máximo riesgo) si esa separación de la pareja coincide con una nueva relación sentimental por parte de la mujer, si además la mujer o el agresor hace referencia a consecuencias jurídicas o a un posible suicidio, son elementos todos que nos indican que el agresor está preparando, está considerando la posibilidad de llevar a cabo una nueva agresión o incluso del homicidio. Por lo tanto, si nosotros consideramos los elementos de personalidad psicológicos junto a los factores contextuales podemos establecer la peligrosidad de ese individuo y por tanto facilitar que se puedan adoptar medidas desde el punto de vista judicial de protección e incluso de restricción de libertad para el agresor en determinadas circunstancias.
Y precisamente si analizamos la conducta, las características del agresor en los homicidios ocurridos durante estos últimos cuatro años, vemos que no hay un elemento común o característico que se mantenga a lo largo del tiempo, sino que precisamente en este último año (2004) vemos cómo ha aumentado de manera muy significativa el número de agresores (incluidos los agresores que han matado a su mujer) por debajo de los 25 años, también ha aumentado el número mayores de 65 años y ha aumentado un poco los de 25-44 años. Es decir no hay un patrón, ni siquiera por edad (que sería el elemento más objetivo para diferenciar conductas, actitudes, valores, roles, ideas que han sido interiorizadas según unos patrones culturales distintos, según la época...)
Vemos que no hay ni siquiera un elemento homogéneo, común, en la edad del agresor a la hora de llevar a cabo los homicidios: lo mismo mata un adolescente de 16-17 años o un hombre de 18 años que un hombre de 70 años. Lo mismo cuando el conflicto es el mismo, cuando se produce un conflicto entre su posición de poder y la libertad de la mujer; cuando se produce ese momento, generalmente con la separación, es cuando el agresor lleva a cabo la última agresión, que puede ser la agresión mortal. Y estamos hablando de circunstancias muy distintas; insisto, han aumento incluso los casos de 70-80 años el agresor y los que tienen menos de 25 años: circunstancias socioculturales totalmente distintas y cuando el conflicto es el mismo actúan de la misma manera. ¿Por qué? Porque los valores, esa ética patriarcal, esos valores que siguen manteniéndose continúan siendo iguales, apenas se han modificado en sus raíces aunque a veces en la parte más superficial aparecen de diferente manera según el momento histórico que venimos comentando pero en su raíz siguen siendo similares.
En cuanto a las características de algunos homicidios, vemos que se ha producido una disminución de los casos de los fallecimientos en los domicilios. Eso viene siendo coherente con lo que venimos diciendo desde hace muchísimos años: los agresores llevan a cabo este tipo de homicidios en lugares públicos; cuando se produce la separación y quieren matar a la mujer la esperan a la puerta de la casa, a la puerta del trabajo, a la puerta de la guardería, a la puerta del colegio y la matan en la calle, y luego se entregan porque como es un crimen por autojustificación o moral no se esconden, sino que se entregan y actúan de manera impune ante la vista de muchos testigos, etc. Luego el hecho de que vayan disminuyendo en esas circunstancias nos está diciendo “cuidado con las órdenes de protección si no tomamos otras medidas” porque el que está dispuesto a matar a su mujer no le importa quebrar una orden de protección, por ejemplo.
Hay que analizar los casos de manera más individualizada para adoptar medidas más individuales también de cara a la protección efectiva de las mujeres y evitar el número de casos. También es significativo que el porcentaje de mujeres que ha fallecido habiendo puesto una denuncia previa sigue estando alrededor del 20-22% en este último año; es decir que a pesar de haber denunciado que estaba siendo víctima de malos tratos y que en muchos casos posiblemente haya sido amenazada de muerte, pues de alguna manera no hemos sido capaces de responder proporcionalmente a esa situación y a pesar de ello han sido asesinadas.
Para ir finalizando, simplemente mencionar un elemento que yo creo que es muy importante de cara a lo que se apuntaba en la presentación: la implicación de la sociedad. A pesar de todo esto y de que no estamos hablando de una situación nueva, sino que llevamos ya bastantes años hablando de violencia de género y profundizando en su conocimiento, la respuesta social sigue siendo mínima. Esta respuesta sigue siendo mínima porque por ejemplo en los estudios que hace el CIS (el barómetro que hace mensualmente el Centro de Investigaciones Sociológicas) hay una pregunta que se hace sistemáticamente a la sociedad: se le pregunta a los hombres y mujeres aquí en España cuáles son los problemas que consideran más graves.
Los dos primeros siempre son paro y terrorismo; la violencia contra la mujer apareció por primera vez en mayo del 2001 y es considerado como un problema grave sólo para el 2,7-3% de la población (el porcentaje más alto se alcanza en marzo con un 5,1%, pero la media está alrededor del 3%). Es decir, sólo para el 3% de la población española esta violencia que venimos describiendo, con todo su significado y no sólo con el resultado, es un problema grave. Y yo estoy seguro de que si se le pide al CIS que haga una separación por género (de momento no lo ha hecho) el 3% son prácticamente mujeres, igual que hoy aquí estamos prácticamente mujeres (si no físicamente, sí psicológicamente) porque sigue siendo considerado como un problema de las mujeres y que como le afecta a ellas pues que sean ellas las que pongan las medidas en marcha ¿no?
Esa situación de falta de respuesta o simplemente de sensibilización (porque no se les pregunta “¿y usted qué hace para combatir...?”, sino simplemente “¿usted considera que esto es grave?”) sobre el problema ya es muy significativa porque, además, si comparamos esa evolución del porcentaje medio de población que considera que es un problema grave con la media de homicidios que se producen en cada uno de los meses durante estos 5 últimos años vemos que no hay una relación directa entre los meses en los que la media es más alta y el porcentaje de sensibilización o de respuesta en ese sentido. De hecho si lo comparamos por años en lugar de mensualmente, vemos que el porcentaje medio anual se ha mantenido prácticamente estable hasta este último año mientras que el número de homicidios ha ido aumentando de manera muy significativa; a pesar de haber aumentado el número de homicidios, apenas se ha modificado el porcentaje de población que considera que es un problema grave.
Se está viendo que todos estos homicidios han aparecido en la prensa, y muchos de ellos a veces con un tratamiento profundo incluso en televisión. Pues a pesar de estar viendo que la violencia contra las mujeres es un problema más grave cada año (no voy a decir en términos generales si es grave o no, que cada uno piense lo que quiera), el porcentaje medio de población no se ha modificado prácticamente durante este tiempo Es verdad, y ahí está la parte positiva, que en este último año ese porcentaje ha aumentado; esto es señal de que ha habido un avance.
Yo creo que éste es el elemento más esperanzador que encontramos en el momento actual; junto al desarrollo de una legislación específica como la Ley Integral, de medidas y la organización de recursos, la coordinación de los recursos y la implicación de muchos sectores fundamentalmente por medio de las asociaciones de mujeres, también hemos tenido una respuesta positiva en cuanto a la sociedad: el porcentaje de personas que consideran que esto es un problema grave. Pero es muy importante que continuemos trabajando, como bien se ha dicho también al principio, en lo que cada uno puede hacer porque, si os dais cuenta, los dos picos más altos aparecen en marzo y alrededor de octubre-noviembre, que son precisamente las dos fechas que generan mayor número de jornadas, de campañas publicitarias, de campañas institucionales sobre la violencia contra las mujeres.
Cuando hay un conocimiento de la realidad de la violencia, la gente, la ciudadanía, la sociedad se posiciona contra la violencia contra las mujeres. Si no hay un conocimiento, si solamente vemos el resultado objetivo de la violencia por medio de un caso, lo que nos encontramos es que hay un rechazo a ese caso; hay un rechazo a lo que es la situación de violencia, pero el rechazo no es posicionamiento crítico y lo que necesitamos es un posicionamiento crítico basado en el conocimiento, ya que el rechazo (que es más emocional, más afectivo) no es suficiente para acabar con la violencia.
Además (como recogen los estudios del CIS y de Europa) la inmensa mayoría de la población conoce la violencia a través de los medios de comunicación, fundamentalmente a través de la televisión, y sabemos cómo se trata esa justificación que se hace a veces de la violencia de género cuando rápidamente se habla de alcohol, de cocaína, de ataque de celos, de crimen pasional..., siempre junto a la noticia surge la justificación. Por lo tanto necesitamos ese posicionamiento crítico basado en el conocimiento de la realidad para que consigamos no sólo combatir los casos que se denuncian, los casos que se conocen, sino los elementos, los valores que existen en la sociedad para acabar de una vez por todas con la violencia de género, lo cual conlleva acabar con la desigualdad.
Esto es una especie de test para quitarte las dudas que te queden de si estás o no con un maltratador... espero que os sirva
TU NO ERES NI NUNCA SERÁS LA CULPABLE SOLO HAY UN CULPABLE Y ESE ES TU AGRESOR
Breve cuestionario para detectar si estas en esta situación:
•Te impide ver a tu familia o tener relaciones con amigos, vecinos...
•Te quita el dinero que tu ganas o no te da lo suficiente que necesitas para mantenerte
•Hace oídos sordos a lo que tu le dices, no tiene en cuenta tu opinión, no escucha tus peticiones
•Te insulta o amenaza
•No te deja trabajar o estudiar
•Decide las cosas que tu puedes o no hacer
•Insiste en tener relaciones sexuales aunque tu no tengas gana
•No tiene en cuenta tus necesidades
•En ciertas ocasiones te produce miedo
•No respeta tus objetos personales
•Dice que coqueteas continuamente o por el contrario te dice que no cuidas tu aspecto
•Cuando se enfada te llega a empujar o golpear
•Se enfada sin que se sepa la razón
•Te dice que donde vas sin el, que no eres capaz de hacer nada por ti misma
•Te dice que todas las cosas que haces están mal
•Cuando se enfada la toma con los animales o las cosas que tu aprecias
•Te hace sentirte culpable porque dice que tu no lo entiendes a el
•Se enfada si las cosas no están hechas (comida, ropa)
•Te controla las horas de entrada y de salida
•Te dice que no deberías estar en casa que busques la tuya
•Te reprocha que vivas de su dinero
•Ironiza, no valora tus creencias (religiosas, políticas, pertenecer a alguna asociación)
•No valora el trabajo que tu realizas
•Te hace sentir responsable de las tareas del hogar
•Delante de tus hijos dice y hace cosas para no dejarte a ti en buen lugar
TEST PARA RECONOCER UNA SITUACIÓN DE MALTRATO DE GÉNERO
SITUACIÓN DE LA VÍCTIMA:
¿Tiene miedo a su pareja?.
¿Siente con frecuencia que tiene que tener un tacto exquisito para evitar que su pareja se enfade?.
¿Alguna vez le ha pegado, abofeteado o empujado su pareja?.
¿A veces siente que merece un castigo?.
¿A veces se siente como si hubiera hecho algo malo pero no sabe qué?.
¿Ha perdido todo el respeto o amor por su pareja?.
¿Su pareja se comporta muy bien con usted la mayor parte del tiempo – a veces maravillosamente –, pero de vez en cuando actúa con usted con crueldad o perversión?.
¿Su pareja le pone en situaciones emocionales límite que la hacen pensar en la locura?.
¿Alguna vez se ha encontrado pensando en la liberación que supondría la muerte de su pareja?.
¿Alguna vez ha pensado que su pareja la va a matar a usted?.
¿Alguna vez le ha dicho su pareja que la va a matar?.
¿Alguna vez su pareja la ha amenazado con el suicidio?.
¿Abusaron de usted en la infancia?.
¿Ha sido forzada por su pareja a hacer alguna cosa que no quería hacer?.
¿Ha perdido casi todos sus amigos desde que está con su pareja?.
¿Se siente aislada, como si no hubiera ningún sitio a donde ir para pedir ayuda ni nadie que la pudiera creer?.
¿Ha perdido algún trabajo por culpa de su pareja?.
¿Se siente emocionalmente insensible?.
¿Se siente como si de cara a la galería tuviera que fingir que toda va bien, aunque realmente no sea así?.
¿Tiene miedo de contarle a la gente lo que está ocurriendo en su vida porque no quiere causarle problemas a su pareja o que vaya a la cárcel?.
¿Alguna vez ha estado en una relación en la que podía haber contestado sí a estas preguntas?.
¿Tu pareja a veces tiene miedo de ti?.
¿Tienes celos de tu pareja?.
¿Sientes necesidad de saber donde está tu pareja, qué esta haciendo y con quién?.
¿Eres muy protector con tu pareja?.
¿Te consideras a ti mismo como el verdadero jefe y organizador de la familia?.
¿Sientes que a veces tienes que dar un golpe de timón para poner las cosas en orden en la relación?.
¿Alguna vez has pegado, abofeteado o empujado a tu pareja?.
¿Alguna vez has dicho en tono amenazante "¡No me enfades!"?.
¿Alguna vez has amenazado a tu pareja con algo?.
¿Has dicho algo alguna vez que tu pareja ha tomado como una amenaza, aunque tú fueras incapaz de hacerlo o lo dijeras en broma?.
¿Has dicho alguna vez o lo has pensado: "Eres inaguantable. Nadie te aguanta más que yo"?.
¿Alguna vez, durante una discusión con tu pareja, has lanzado o roto objetos o golpeado paredes?.
¿Encuentras que tus argumentos al tratar de convencer a tu pareja de que haga algo que no quiere hacer son convincentes e irrefutables?.
¿Consideras que es importante que las cosas se hagan a tu manera?.
¿Piensas que tu pareja a veces merecería ser pegada?.
¿A veces has pensado que tu pareja busca ser pegada?.
¿Te has descubierto a ti mismo alguna vez, sonriendo cuando tu pareja se quejaba de un daño?.
¿Has roto o dañado intencionadamente algo que era importante para tu pareja?.
¿Has temido alguna vez decir a otra persona lo que ocurre en tu hogar, no fuera que no lo entendiera o que te creara problemas, incluso legales?.
¿Estas seguro de que tú no eres violento con tu pareja porque ves por ahí a otros tratando mucho peor que tú a sus mujeres?.
¿Has seguido alguna vez a tu pareja cuando ella no lo deseaba?.
¿Has impedido físicamente a tu pareja salir en alguna ocasión?.
¿Es importante para ti que los otros, especialmente tu pareja, estén de acuerdo contigo?.
¿Te has encontrado contestando con un "sí pero..." y defendiéndote mentalmente?.
Espero que os SIRVA LA INFORMACION. Siento que haya tantos post míos ahora en el "top", pero no los he subido yo. Debe ser alguien que me tiene mucho cariño y no se pierde ningún post mío. Un saludo y buenas noches.
Solamente es violento con las personas que ama
Celoso y tiene miedo al abandono
Priva a pareja de su independencia
Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
Tiene potencial para la rehabilitación
No ha sido acusado de ningún crimen
Posiblemente tuvo un padre abusivo.
Subo post, porque es muy interesante lo que has colgado, y además puede serle de gran ayuda a una amiga que ha tenido recientemente problemas con malos tratos. Voy a sacar algunas cosas que la pueden ayudar. Te felicite por tu exposición. Dices cosas asombrosas. Un saludo.
Sin ofender risy, necesitaria un dia para leerme todo eso que parece sacado de alguna pagina web. Por cierto, lei en uno de tus comentarios que no eras medico, ¿en que quedamos?, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Pero, bueno, me acabo de dar cuenta de repente de quien eres en realidad, y no es quien estaba pensando todo el tiempo. Es bueno tener un perrito faldero que a todo te de la razon. Ya veo que es lo que necesitabas, espero que lo hayas encontrado.
* lo que tambien sabe bien el psicopata, es que es mas facil aislarte convenciendo a la gente de que eres algo malo y para ello, tambien sabe que la gente se convencera mas de lo que eres, cuantas mas personas se lo digan. Al psicopata le encantaria poder crear muchas personas, que dijeran cosas malas de ti, porque eso te aislaria del grupo con mas facilidad.
¿No estábamos hablando del perfil de los maltratadores / as, que me da igual?
No sé, pero el foro da miedo, macho. Me cambio el nick.