Si una persona te ha engañado con informacion incierta, y se niega a reconcerlo, por la cual uno ha tomado determinda decision, con que argumento de le puede demandar para que diga la verdad?
Qué se puede pedir a un juez para que aquel diga la verdad?
En principio no hay nada de nada. En algún caso se podría pensar en estafa, pero sin ánimo de lucro, no lo veo....
De todas formas, si explicas el caso con más detalles, quizás se te pueda dar mejor respuesta.
Bueno, es que la información incierta sí tuvo un cierto ánimo de lucro, y un perjuicio.
No quería entrar en el tema en concreto, pero añado algo más:
Un empleado de un banco que te "coloca" un producto financiero mediante una información incierta, y con la agravante de que esta no aparece en el contrato. Contrato, que a la hora de reclamar al banco, ambos empleado y banco afirman ser correcto, y aun a sabiendas ambos de que la contratación fue "fraudulenta".
Y una segunda agravante, es que para "colocárnoslo" tuvo que "adecuar", simular, y dejar por escrito "prueba" de que el cliente había entendido el producto, que tenia conocimientos suficientes, y que asumía los riesgos, que no eran los comunicados verbalmente, sino los aceptados en la letra pequeña.
Una tercera agravante, se estaba produciendo un “trafico de información” entre los entendido, que se revendían el producto, porque los parámetros de referencia para calcular el rendimiento pasó del 5 al 1, abruptamente en unos meses, y así está por 4 años.
Y una cuarta, durante 3 años, nada nos dijeron que había problemas con este producto, sino incluso todo lo contrario, QUE ERA SEGURO y permanecían las condiciones iniciales. Problemas que han aparecido cuando quisimos recuperar el dinero. Dinero que en términos vulgares se lo quedó cautivo el banco.
Para más señas, hablo sobre el ahora famoso asunto de la comercialización de "Participaciones Preferentes".
Este empleado, que es con quien siempre nos hemos relacionado y siempre ha afirmado que no había problema, asegura no haber participado en la contratación, por aparecer la firma de un compañero suyo.
Pero tenemos las palabras grabadas del director que si reconoce los hechos, de comercialización fraudulenta generalizada, y se niega a plasmarlo en un documento.
Ha sido una especie de negocio piramidal, se aseguraba el capital ocultando que ello dependía de que el mismo banco encontrara un segundo cliente aun más tonto. Y que cuando no encontrara comprador el banco se quedaba el dinero.
Yo en el tema de las preferentes entiendo que en la mayoría de casos existe o estafa o al menos vicio en el consentimiento, por lo que el acuerdo debería quedar nulo y devolver las cantidades entregadas.
De hecho me consta que ya hay sentencias en la dirección a la que aludo.
Pero es que yo no quiero demandar/denunciar por el producto, sino a las personas para que digan la verdad.
Y luego, si interesa, negociar con el banco.
Agrava el problema las normas orientadoras para fijar la cuantía, y las consiguientes costas.
Por 100.000, los abogados te pegan un sablazo, del orden de 15 ó 20.000, UN ROBO, y eso solo en la primera instancia. Que además es segura la segunda instancia.
De hecho, en mi opinión y dado que ha sido una práctica generalizada, se debería poder aclarar el asunto con demandas/denuncias colectivas, que no están siendo "aconsejadas" por abogados, ni admitidas por jueces.
No las aconsejarán los abogados ni admitirán los jueces, porque no todos los casos son iguales.
No es lo mismo el señor que no sabe escribir y firma con una X o con la huella, o el invidente con su discapacidad que un licenciado en económicas por poner un ejemplo.
En el caso de los primeros será fácil demostrar que no estaban capacitados para comprender lo que contrataban como requiere la contratación de ese producto y sin embargo los segundos no tanto.
Sí, es cierto que unos casos serian más fáciles que otros.
La mayoría, en esencia, son iguales.
Por ejemplo, si para un banco se demostrara una práctica de engaño, en justicia, ya debía ser suficiente para todos los demás casos.
Porque si engañaron al tonto, también engañaron al listo, lo importante es que engañaron. Y uno por ser listo, no ha de sufrir una estafa.
Otra cosa hubiera sido que con una información cierta, y con los avisos preceptivos, el cliente asumiera su riesgo.
Pero hay muchos, que sabiendo escribir, incluso bastante bien, le engañaron con mentiras y ocultación. Gente ahorradora, que no especuladora.
Saber escribir no quiere decir que se le explicara, ni que entendiera, ni que fuera experto en bolsa.
Colocar esta reventa a sus propios clientes a partir de los años 2007/8, ya era una "estafa".
El caso es que se les explicó una cosa y en el contrato pone otra. =ESTAFA
Las pruebas pueden residir en la propia víctima, pero hay otras pruebas en su historial financiero.
Mire:
En el contrato dice que es un producto perpetuo, qué ahorrador deja su dinero a perpetuidad, sin haberle engañado?
Luego hay falsificaciones del MIFID, cuando estos existen.
Y la cantidad de gente absolutamente "analfabeta o impedida" que ha sido engañada, es una prueba aplicable a cualquier caso particular que entre 2008 y 2011 no hubiera vendido, porque había un problema de fondo que también ocultaban. (Me refiero a mi banco)
Luego, cuando las cosas se pusieron "negras", los listos abandonaron el barco, y traspasaron "la caca" a los tontos incautos con la mediación "abusiva" del propio banco.
Que la Justicia se empeñe en hilar fino, para ser más justa, es una injusticia/tontería propia de la Justicia que tenemos.
Por lo que yo ahora he visto, el producto tenia un precio de reventa al 100% ficticio.
Al parecer los propios abogados y lo jueces, se inclinan por buscar "la incapacidad" de la victima, mas que las propias practicas fraudulentas.
Es decir, la vertiente "facilona".
Y las defensas al contrario.
Yo pienso como tú, que ha habido engaño y el dinero ha cambiado de manos, por lo que debería ser una estafa, pero el problema es que hay que probar ese engaño y aquí sí que no vale el argumento de que si engañan al tonto, también engañarán al listo, pues precisamente lo que diferencia a uno de otro es la capacidad para entender.
En realidad creo que en la mayoría de los casos nadie se imaginaba que iba a pasar lo que ha pasado, pues las preferentes no es algo nuevo, sino todo lo contrario. Hasta hace poco no había problema, cuando alguien quería recuperar la inversión se colocaba el producto a otro cliente y asunto terminado. El problema ha sido cuando ya no hay a quien colocarle esas preferentes.
Bueno, cuando hablo de tontos y listos, me refiero a que se vendían con una información FALSA, y con ello engañaban a los dos.
Y si con información FALSA se producía contratación, fue porque está era la buena para el cliente a efectos de contrato, y no la contenida en la letra pequeña.
En mi opinión, lo que hay que demostrar es que ambas informaciones no coincidían. No que el cliente recibió información correcta y la entendió o no, deducido de su capacidad para entender.
Y esta discrepancia seria un hecho universal, independiente que las capacidades del cliente. Válida para todos los casos, sin necesidad de juicio particular.
Por ejemplo, no informaban qué pasaría si no encontraban comprador. Daban garantía.
¿Se quedaban con el dinero?
Decían siempre que no había problema, que en dias se recuperaba el dinero.
Lo razonable y justo es que reconocieran que les salió mal, y buscaran la manera de devolver el dinero.
Y si esperan a las demandas, que les cayeran una buena sanción/pena.