Al final se ha cumplido la profecía que el propio padre de mi hija anunció: No ha venido por la niña.
He denunciado el incumplimiento de sentencia respecto al régimen de visitas. Si hubiera simplemente podido haber dejado constancia así lo hubiera hecho pero va a resultar que dejar constancia es denunciar.
Personalmente decir que ha sido muy desagradable. Es como si la vida de uno fuera expuesta en sentencias, autos, burofaxes y demás papeleo.
Mi hija, lo importante, está bien, a Dios gracias.
No sé lo que pasará a partir de ahora y no sé si lo quiero saber ahora mismo.
No soy yo la que incumplo constantemente y por ello no tengo temor alguno en lo que al aspecto legal se refiere; ahora bien.. sé que lo que se avecina va a ser duro porque en breve solicitaré modificación de medidas y la pericial. Esto tiene que acabarse como sea por el bienestar de mi hija.
Me han vuelto a decir que.. para qué dejar constancia de un incumplimiento de este tipo cuando la persona a la que se denuncia es la que está causando el perjuicio.
Por qué.. Pues porque peco de sincera y justa. Que él sea el causante de los perjuicios a mi hija no es motivo para que no se deje constancia, puesto que los derechos que vulnera son los de una menor y si eso le trae consecuencias, él se las ha buscado.
Además, lo que no se 'denuncia' no consta y es como si no hubiera pasado así que espero que un día, más pronto que tarde, se tengan en cuenta todo esos perjucios que el padre de mi hija comete.
Por lo demás, aquí paz y después gloria. Mi hija está bien, está viendo 'Marco', hemos hecho una ardilla y la vida sigue. Amén.