Obviamente, Lamanchega, la unanimidad mediática tan abrumadora es síntoma de la manipulación a la que nos someten.
También creo que ser periodista y no tener dilemas morales respecto de la desinformación que hacen uso, implica un marcado rasgo de inhumanidad, patente en la forma miserable que se tiene de torcer la realidad, en favor de determinados grupos políticos y en contra de una parte importante de la población.
Esbozando una sonrisa, día tras día, presentan un prejuicio que intentan constatar mediante las mismas consignas que promueven sus "dueños", los políticos que nos gobiernan: Y es que "el hombre ha de ser malo" sí o sí, y cueste lo que cueste, para justificarse a sí mismos, sus cargos, y el peculio que se maneja con el pretesto de querer solucionar "el problema". (Un problema que ellos amplifican, distorsionan y manipulan)