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Juguetes rotos: los hijos del SAP
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Viendo 21 - 23 de 23 comentarios
Desde luego somos much@s los que compartimos la opinión de Lamanchega, y no debido a ultramachismo o ultrafeminismo. Qué sencillo resulta salir por peteneras cuando no se tiene argumento alguno.
Flaco favor le hace vd a nadie, y mucho menos intentando exponer "temas serios" con todo lo que aquí se ha leído, lee y ..amenaza con leerse...de su ,"situación"!??
Ufff...donde vamos a ir a parar.
Flaco favor le hace vd a nadie, y mucho menos intentando exponer "temas serios" con todo lo que aquí se ha leído, lee y ..amenaza con leerse...de su ,"situación"!??
Ufff...donde vamos a ir a parar.
Lamanchega, veo muy bien que Vd., en teoria, o en la práctica, esté o no en desacuerdo o en acuerdo conmigo o con quien quiera...incluso con la existencia del SAP.
Que a Vd. le parezca o no tomadura de pelo que alguien esté en paro de larga duración y por tanto utilice para sobrevivir él un colchón familiar...no creo que varíe en nada la situación.
Que Vd. considere mas o menos normal, o cuando menos no veo que lo considere inadecuado, que una madre no trabaje, o esté en paro de larga duración, y por tanto no mantenga a los hijos ni mientras dura la convivencia ni tras el cese, y que sea la otra parte quien aporte toda o la mayor parte de los recursos económicos para los hijos, no es mi problema que lo vea inadecuado si esa situación la propicia un varón, no es mi problema su problema de machismo y distorsión de la igualdad entre sexos. Puede que vea mas adecuado que al estar el varón en paro que custodie a los hijos él y la madre mantenga al 100% a la hija, y que no se utilice el colchón familiar mas que cuando sea totalmente imprescindible...
Veo muy bien que le preocupe a Vd. que yo diga aquí como es el nombre de mi hija, Olaya, pero vea normal que la madre indique los apellidos (el segundo en concreto, Rosquete), también se puede saber en que localidad vive en Tenerife, ya que se mencionó que la policía municipal certificó que la madre cumplió localización permanente por coacciones al padre (exigir dinero para ver a la menor, pidiendo el dinero a través de la menor) El padre vive en San Román, 33539 Piloña, Asturies, y allí pasa la niña la mitad de los periodos vacacionales, si la madre lo permite y no alega que la menor no quiere ver al padre y ella no puede subirla a la fuerza a un avión, pero cuando le conviene, al ver condenas por ello, compruebe que la menor en absoluto no quiere ver al padre y que no hace falta obligarla a subir al avión...
Realmente, no me siento responsable de lo que a Vd. le parezca adecuado o no de lo que yo haga, diga o piense, ni de lo que haga, diga o piense la madre. Es más veo lógico que vea normal lo que ve normal, es normal en personas que saben juzgar a los demás, según su ilusión, no según su capacidad demostrada.
Que a Vd. le parezca o no tomadura de pelo que alguien esté en paro de larga duración y por tanto utilice para sobrevivir él un colchón familiar...no creo que varíe en nada la situación.
Que Vd. considere mas o menos normal, o cuando menos no veo que lo considere inadecuado, que una madre no trabaje, o esté en paro de larga duración, y por tanto no mantenga a los hijos ni mientras dura la convivencia ni tras el cese, y que sea la otra parte quien aporte toda o la mayor parte de los recursos económicos para los hijos, no es mi problema que lo vea inadecuado si esa situación la propicia un varón, no es mi problema su problema de machismo y distorsión de la igualdad entre sexos. Puede que vea mas adecuado que al estar el varón en paro que custodie a los hijos él y la madre mantenga al 100% a la hija, y que no se utilice el colchón familiar mas que cuando sea totalmente imprescindible...
Veo muy bien que le preocupe a Vd. que yo diga aquí como es el nombre de mi hija, Olaya, pero vea normal que la madre indique los apellidos (el segundo en concreto, Rosquete), también se puede saber en que localidad vive en Tenerife, ya que se mencionó que la policía municipal certificó que la madre cumplió localización permanente por coacciones al padre (exigir dinero para ver a la menor, pidiendo el dinero a través de la menor) El padre vive en San Román, 33539 Piloña, Asturies, y allí pasa la niña la mitad de los periodos vacacionales, si la madre lo permite y no alega que la menor no quiere ver al padre y ella no puede subirla a la fuerza a un avión, pero cuando le conviene, al ver condenas por ello, compruebe que la menor en absoluto no quiere ver al padre y que no hace falta obligarla a subir al avión...
Realmente, no me siento responsable de lo que a Vd. le parezca adecuado o no de lo que yo haga, diga o piense, ni de lo que haga, diga o piense la madre. Es más veo lógico que vea normal lo que ve normal, es normal en personas que saben juzgar a los demás, según su ilusión, no según su capacidad demostrada.
Hola José Ramón, yo respaldo totalmente la existencia de SAP, y creo que las instituciones deberían tomar cartas en el asunto para erradicarlo, ..... pero usted aplíquese el cuento, aquí le hemos visto unos mensajes con su ex, en los que yo ya al final me abstuve de opinar, porque de verdad me producían ustedes pavor, han dado incluso sus nombres completos y el nombre propio de la menor, o sea, que gracias a sus maravillosos padres ,ahora aquí todos sabemos como se llama su hija.
De verdad se lo digo, yo en la teoría estoy de acuerdo con usted, pero la teoría le resulta a usted muy cómoda mientras la madre mantiene sola a la niña, y eso tampoco puede ser, José Ramón,....y por favor se lo pido, a mi no me salga con eso del "colchón familiar", porque de verdad eso me suena a tomadura de pelo total.
De verdad no quiero ofenderle,solo que si no se lo digo se me va a indigestar, por favor, por el bien de su hija, deje usted tanta teoría, tantas leyes y tantas razones y busquese la vida de una puñe... vez para hacer como cualquier padre-madre, custodio o no custodio y mantenga a su hija, cumpla y luego quéjese con razón,pero cumpla,por Dios, que lo suyo no tiene fin.
De verdad se lo digo, yo en la teoría estoy de acuerdo con usted, pero la teoría le resulta a usted muy cómoda mientras la madre mantiene sola a la niña, y eso tampoco puede ser, José Ramón,....y por favor se lo pido, a mi no me salga con eso del "colchón familiar", porque de verdad eso me suena a tomadura de pelo total.
De verdad no quiero ofenderle,solo que si no se lo digo se me va a indigestar, por favor, por el bien de su hija, deje usted tanta teoría, tantas leyes y tantas razones y busquese la vida de una puñe... vez para hacer como cualquier padre-madre, custodio o no custodio y mantenga a su hija, cumpla y luego quéjese con razón,pero cumpla,por Dios, que lo suyo no tiene fin.
Juguetes rotos: los hijos del sap
http://blogs.periodistadigital.com/antoniocabrera.php/2011/01/12/sindrome-de-alienacion-parental-juguetes?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed: AntonioCabrera (El blog de Antonio Cabrera)
Publicado por Custodia Compartida (Jaén) en 13:27
Juguetes rotos: los hijos del SAP
12.01.11 | 19:13. Archivado en Personajes, PP, PSOE, Política, Sociedad, Familia, Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Francisco Serrano, María Sanahuja, Ley de Violencia de Género, Rosa Díez
Desgraciadamente, el denominado Síndrome de Alienación Parental (SAP) es una auténtica enfermedad mental inducida en los menores por uno de sus progenitores, que tiene como caldo de cultivo los procesos de separación y divorcio de sus padres: cuando el progenitor alienador, mediante distintas estrategias -todas perversas-, transforma la conciencia de los niños con objeto de obstaculizar primero, e impedir y destruir después, sus vínculos con el otro progenitor.
No se trata, por tanto, que con tiempo y suerte los niños maduren y que elijan libremente, etcétera. Es algo mucho más grave; a veces de una vileza insufrible, y siempre dramático y cruel. Es un trastorno mental, criminalmente provocado en el menor, que no cura el tiempo sino que lo agrava hasta destruir los vínculos afectivos con el progenitor odiado. Y digo odiado porque eso es lo que el alienador finalmente instala en la mente del niño, de forma que, cuando el proceso está concluido, el hijo, de manera patológica e injustificada, rechaza y odia -ya de forma autónoma- al padre alienado y a toda su familia paterna (o materna, si el alienador es el padre).
Es un lavado de cerebro criminal que trasforma al niño en un pelele en manos del progenitor alienador. Un juguete roto que desarrolla un odio patológico e infundado hacia el progenitor alienado, lo que tiene consecuencias devastadoras para su desarrollo físico y psicológico. Es algo realmente diabólico que llega a instalar "falsas memorias" contra el padre alienado, y que el niño asume como propias. Por ejemplo, que ha sufrido abusos sexuales por su padre (o su madre, si la alienación es paterna). De ahí la ausencia de remordimientos en el niño, de sufrimiento o de sentimiento de culpa por su conducta con el progenitor alienado; al menos en su yo consciente. Es algo monstruoso cuya única solución, según todos los expertos, es un cambio radical de custodia en favor del padre alienado. Eso si los años de alienación y la edad del niño, o su especiales características de vulnerabilidad y dependencia emocional, no hacen que el problema ya sea irreversible. Esa es la tragedia.
Solo quienes vivimos el drama en carne propia podemos llegar a entender hasta qué punto el SAP es una forma especialmente abyecta de maltrato infantil -y también de los progenitores alienados-; y sentir el inmenso dolor y el daño incalculable que este crímen produce en la salud mental, y en el desarrollo psicofísico, de nuestros hijos.
Pero, con todo, lo más grave es el brutal maltrato institucional -y la absoluta indefensión-, de padres e hijos alienados víctimas del Estado, que al negar la evidencia del SAP permite y promociona este abyecto maltrato infantil, cuyas víctimas quedan sin protección alguna. Mientras, sus verdugos alienadores -para escarnio de la Justicia-, quedan impunes. Y ello por bastardos intereses partidistas y electorales de la casta política -enquistados en la execrable ideología "de género"-, plasmados en una ley inicua: la LIVG, ley integral de violencia de género, madre de todas sus derivadas perversas.
http://porlacustodiacompartidajaen.blogspot.com/2011/01/juguetes-rotos-los-hijos-del-sap.html
Publicado por Custodia Compartida (Jaén) en 13:27
Juguetes rotos: los hijos del SAP
12.01.11 | 19:13. Archivado en Personajes, PP, PSOE, Política, Sociedad, Familia, Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Francisco Serrano, María Sanahuja, Ley de Violencia de Género, Rosa Díez
Desgraciadamente, el denominado Síndrome de Alienación Parental (SAP) es una auténtica enfermedad mental inducida en los menores por uno de sus progenitores, que tiene como caldo de cultivo los procesos de separación y divorcio de sus padres: cuando el progenitor alienador, mediante distintas estrategias -todas perversas-, transforma la conciencia de los niños con objeto de obstaculizar primero, e impedir y destruir después, sus vínculos con el otro progenitor.
No se trata, por tanto, que con tiempo y suerte los niños maduren y que elijan libremente, etcétera. Es algo mucho más grave; a veces de una vileza insufrible, y siempre dramático y cruel. Es un trastorno mental, criminalmente provocado en el menor, que no cura el tiempo sino que lo agrava hasta destruir los vínculos afectivos con el progenitor odiado. Y digo odiado porque eso es lo que el alienador finalmente instala en la mente del niño, de forma que, cuando el proceso está concluido, el hijo, de manera patológica e injustificada, rechaza y odia -ya de forma autónoma- al padre alienado y a toda su familia paterna (o materna, si el alienador es el padre).
Es un lavado de cerebro criminal que trasforma al niño en un pelele en manos del progenitor alienador. Un juguete roto que desarrolla un odio patológico e infundado hacia el progenitor alienado, lo que tiene consecuencias devastadoras para su desarrollo físico y psicológico. Es algo realmente diabólico que llega a instalar "falsas memorias" contra el padre alienado, y que el niño asume como propias. Por ejemplo, que ha sufrido abusos sexuales por su padre (o su madre, si la alienación es paterna). De ahí la ausencia de remordimientos en el niño, de sufrimiento o de sentimiento de culpa por su conducta con el progenitor alienado; al menos en su yo consciente. Es algo monstruoso cuya única solución, según todos los expertos, es un cambio radical de custodia en favor del padre alienado. Eso si los años de alienación y la edad del niño, o su especiales características de vulnerabilidad y dependencia emocional, no hacen que el problema ya sea irreversible. Esa es la tragedia.
Solo quienes vivimos el drama en carne propia podemos llegar a entender hasta qué punto el SAP es una forma especialmente abyecta de maltrato infantil -y también de los progenitores alienados-; y sentir el inmenso dolor y el daño incalculable que este crímen produce en la salud mental, y en el desarrollo psicofísico, de nuestros hijos.
Pero, con todo, lo más grave es el brutal maltrato institucional -y la absoluta indefensión-, de padres e hijos alienados víctimas del Estado, que al negar la evidencia del SAP permite y promociona este abyecto maltrato infantil, cuyas víctimas quedan sin protección alguna. Mientras, sus verdugos alienadores -para escarnio de la Justicia-, quedan impunes. Y ello por bastardos intereses partidistas y electorales de la casta política -enquistados en la execrable ideología "de género"-, plasmados en una ley inicua: la LIVG, ley integral de violencia de género, madre de todas sus derivadas perversas.
http://porlacustodiacompartidajaen.blogspot.com/2011/01/juguetes-rotos-los-hijos-del-sap.html
