Cuando se produce una suspensión de pagos lo que sucede es que el juez nombra unos interventores judiciales que son los que de alguna manera van a "gestionar " la empresa. Todos los ingresos y gastos de la empresa son controlados por esos interventores y éstos seran los que garanticen los pagos a los trabajadores.
En principio a mi me parece que la suspensión no tiene por que afectar a los trabajadores. Es mas, estos van a tener la garantía que habrá partidas de dinero dirigidas al pago de sus salarios.
¿Qué postura hay que adoptar respecto a los trabajadores cuando se está a punto de presentar una suspensión de pagos?
Una empresa cliente nuestra no tiene más remedio que ir a la suspensión, por las enormes deudas que acumula, pero no sabemos muy bien en qué situación quedan los trabajadores, o si es conveniente hablar con ellos para explicarles la situación o llegar a algún tipo de acuerdo.
¿Qué me aconsejais?
Gracias, y saludos.