Defensor del Letrado, ¡Eres la/el mejor! Tú si que vales. ¡A por ellos! ¡Vas a triunfar! Te lo digo yo/ya.
Saludos a todos/as pero en especial al Defensor del Letrado.
No insinúo nada: Afirmo/a con rotundidad. ¿Qué sería del Estado/a de Derecho/a, si los Letrados/as no veláramos, constante y permanentemente (pero, eso sí, con ánimo alegre) por la legalidad estricta?