mmm... si, te expresas como un libro abierto... jeje... que bueno seria poder comprarse tu periodico en el estanco y leerlo, si pudiera hacerlo los coleccionaria todos... aunque como ultimamente te cambias de periodico tan frecuentemente... escribes en este... escribres en otro... pues es dificil seguirte la pista.
Alguien podría preguntarse qué son las rendiciones extraordinarias o extraordinary rendition, sobre las que en estos días tanto se está hablando y que entrañan un peligro o amenaza mayor del que, tal vez, seamos conscientes. Son un invento más de un país, que alardea ser la primera potencia mundial, aunque parece que su política sobre los derechos humanos podría dejarles muchos rastros en los libros de historia de generaciones futuras, y no precisamente para aplaudirle su respeto.
Los Estados Unidos han creado y defienden la ejecución de este tipo de rendiciones, que consistirían en que las agencias de inteligencia de este país pudieran enviar a los sospechosos de terrorismo internacional o, como los llama la Administración Bush, combatientes y enemigos ilegales, para ser interrogados por personal de las fuerzas de seguridad de otros países, dentro los cuales estos detenidos no gozarían de protección legal alguna ni estarían amparados por la ley estadounidense.
Y ha sido precisamente Europa el continente que le ha reprochado a los Estados Unidos estas políticas humanitarias, que está poniendo en práctica, que son para dejarle a uno temblando.
Todavía no he alcanzado a entender bajo qué legitimidad este país, que no brilla precisamente por su tradición al respeto hacia los derechos humanos, por lo menos es esto lo que demuestra, se permite el lujo de invadir a su antojo territorios en los cuales, siempre a su juicio unilateral, parece que no se respetan ciertos derechos fundamentales, pues si tuviéramos que aplicar los estadounidenses, apaga y vámonos.
Y las rendiciones extraordinarias no han sido las únicas críticas o acusaciones que se han dirigido contra los Estados Unidos. También están siendo objeto de una dura presión internacional, pues sus servicios de inteligencia, concretamente la CIA, parece que, más que hacer méritos para que se les invite a alguna conferencia sobre derechos humanos, abusan de algunos detenidos, que podrían haber sido reclutados en cárceles secretas en el extranjero, ahí es nada, podrían estar trasladando a personas ilegalmente a estos “sitios negros”, como se les llama, utilizando, para más inri, aeropuertos y espacios aéreos europeos y hasta podrían estar “cediéndolos” a terceros países, en los cuales los detenidos no gozan de ningún tipo de protección legal y, en consecuencia, podrían estar siendo impunemente torturados.
Me gustaría escuchar algún día por parte de la Administración Bush, o de sus servicios de inteligencia, que en este tema no parecen demostrar mucha, qué entienden por combatientes y enemigos ilegales, y en qué tratado internacional, ley, código o compendio se contiene la definición de estos conceptos, para que me pueda ilustrar yo también de este nuevo nombre jurídico, que no está en mis haberes.
Resulta que John Bellinger, que es el asesor legal de Condoleezza Rice, declaró ya hace un tiempo que su país, los Estados Unidos, está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para derrotar a Al Qaeda. Espero que esas últimas consecuencias no sea la creación de campos de concentración o exterminio secretos u ocultos de personas pertenecientes a determinas razas, grupos étnicos, religiones u orígenes nacionales, pues parece que las personas que sus servicios de inteligencia están deteniendo, más bien secuestrando, pertenecen siempre a los mismos países o razas.
Me pregunto también qué técnicas de interrogación se están utilizando en esos campos de detenidos y cómo es el día a día en esos agujeros negros, no sé si abandonados de la mano de Dios, pero sí desde luego del control y supervisión internacional.
Y no es que yo tenga algo en contra de los Estados Unidos ni de los norteamericanos, que tanto se esfuerzan en entretenernos de vez en cuando con sus superproducciones cinematográficas y otros reconocimientos. Simplemente me preocupo, y creo que como yo más de uno, de cuál pudiera ser la salud mental de estos detenidos, en qué estado están esos centros de reclutamiento, qué comida se les sirve, de qué condiciones higiénicas disponen, si reciben visitas periódicas de facultativos médicos, si sus familiares pueden visitarlos y ponerse en contacto con ellos, cuándo se les va a juzgar, qué cargos hay contra estas personas, cuándo se les piensa poner en libertad; en definitiva, qué tipo de vida, o mala vida, se les está proporcionando.
Como la Administración Bush siga así, ya sospecho cuál va a ser el siguiente país que van a invadir en pro de la defensa de las garantías y de los derechos humanos. A sí mismos.
Te felicito de todo corazón por tu nuevo trabajo. Espero que te reporte muchas satisfacciones y no tengas que soportar censura alguna.
Sobre lo demás que dices, estamos de acuerdo, aquí se censura la sana crítica,(caso García) mientras se hacen de oro personajillos insignificantes que no tienen nada que decir salvo destrozar reputaciones ajenas y echar carnaza a las masas sadomasoquistas que no saben mejor manera de matar el aburrimiento sino viendo programas basura... que esos sí que tendrían que no censurarse sino suprimirlos de raíz. Porque dan vergüenza ajena.
Sobre el otro artículo, sí, ponlo, si eres tan amable.
En cuanto a que el aborto entraña riesgos para la salud, por supuesto. Por eso en la ley se contempla la asistencia psicológica y la información a la persona que va a practicar un aborto, porque debe ser consciente de que el paso que va a dar podría marcar su vida futura, no sólo su maternidad, sino también su vida sexual.
En fin, hay muchos tabús en este tema y se entremezclan muchos argumentos, y es muy difícil, aunque tarde o temprano, y si no ya lo verás, se reformará el aborto en tal sentido.
Gracias, Odín. Como ves, al final todo en la vida se soluciona, gracias a Dios, satisfactoriamente para mí en este caso.
Estoy rodeada de enormes profesionales. Ha sido para mí un cambio muy beneficioso y estoy muy contenta que esta nueva colaboración, que es totalmente distinta a lo que había vivido con anterioridad.
Ojalá todo se mantenga así, aunque yo tengo la esperanza que así va a ser, porque a la gente se la ve venir, para bien o para mal, y estoy rodeada de enormes profesionales, algo, que por otro lado, sabía desde hacía ya mucho tiempo.
El miércoles pasado publiqué otro artículo, éste un poquito más polémico, acerca de las rendiciones extraordinarias que aplican los Estados Unidos. Si luego quieres leerlo, te lo cuelgo. Ya te digo, éste es un poco más polémico, aunque nunca me salgo de la línea de ser prudente a la hora de manifestar mis opiniones, porque se puede opinar sin herir, pero todos hemos de tener un derecho a opinar sin censura.
Respecto a todo lo sucedido, me he enterado de la polémica que ha surgido en torno a José María García por haberle censurado partes de un programa en el que se le entrevistó, fue entrevistado por Jesus Quintero, y me encantaron sus declaraciones, porque en cierta forma me sentí identificada cuando pronunció aquella frase que me hizo tanta gracia. Dijo algo así como que protestaba porque TVE1 había resucitado al dictador.
Entonces me rei, porque me acordé de lo que me pasó a mí, y pensé, vaya.
Había pensado dedicar un artículo este miércoles a la libertad de expresión en los medios de comunicación, a los límites que hay que respetar, el insulto, la injuria, la calumnia.
Pero hay que ser conscientes, en mi opinión, que en muchos programas, sobre todo del corazón, se dicen auténticas barbaridades, calumnias, injurias, insultos, se acometen tumultuariamente los unos a los otros, se gritan, no respetan los turnos de palabra ni de réplica, se linchan a personajes públicos impunemente, en definitiva, un largo sinfín de etceteras, y, sin embargo, estos programas no se censuran.
Lo cierto es que la igualdad ha de ser un derecho para todos, y si vamos a censurar a José María García por lo que dijo, que podría ser más o menos criticable, o más o menos aplaudible, lo que también está claro es que le tendriamos que cerrar entonces el micrófono a mucha gente, que desde luego están dando continuamente y a diario un espectáculo lamentable en las televisiones, que a mi juicio denigra y vilipendia la propia profesión del verdadero periodista.
Y muchos de los que intervienen no son ni tan siquiera periodistas, pero a veces, con los debidos respetos, desempeñan auténticas tareas que realiza el periodista, y que sólo un periodista, con su carrera, sabe cómo hacer y cómo encauzar.
En fin, que nada, que viva la libertad de expresión y enterremos de una vez por todas al general franco, leñe. :-))))
¡Qué bien te expresas, Maica!¡Dichoso el periódico que pueda contarte entre sus colaboradores!
QUé más decir sino que concuerdo contigo en tu exposición..., además mira, no sabía que el aboto tuviera esos riesgos para la salud posterior que enumeras.
Os dejo un articulo mio que ha salido publicado hoy en la prensa. Ya me direis. Besos a todos.
EL ABORTO A REFERÉNDUM
El once de febrero de este año todos los ciudadanos portugueses han sido llamados a las urnas, para manifestar en referéndum su opinión en cuanto a una posible despenalización del aborto en nuestro país vecino, siempre y cuando éste se hiciera dentro de las diez primeras semanas de embarazo, sin necesidad de alegar causa alguna.
Para el primer ministro y secretario general del Partido Socialista, Sócrates, esta decisión tendría una importancia crucial, ya que la despenalización permitiría combatir la que ha definido como “llaga social” del aborto clandestino, que, según parece, se habría instalado y consolidado en el seno de la sociedad portuguesa.
Ciertamente, habría que analizar que en Portugal hasta la fecha se venía permitiendo, al igual que España, el aborto, alegando unas causas excepcionales y con sujeción a un determinado plazo de tiempo, que serían cuando hay riesgo para la salud física o psíquica de la embarazada, el terapéutico, en nuestro país sin sujeción a plazo alguno, lo que también es lógico; cuando el feto se presuma vaya a nacer con graves taras físicas o psíquicas, el eugenésico, en España dentro de las primeras veintidós semanas de gestación; y, por último, cuando el embarazo sea consecuencia de un delito de violación, el ético, en nuestro territorio dentro de las doce primeras semanas de embarazo.
Partiendo de esta premisa, y dado que en ambos Estados, el español y el portugués, existe una regulación prácticamente idéntica del aborto y los supuestos o causas despenalizadadoras, y debido a que nuestro país vecino ha parecido entrever la necesidad de modificar esta regulación y despenalizar cualquier aborto, siempre y cuando se hiciera dentro de las diez primeras semanas de gestación, con la única finalidad u objetivo de combatir la alta cifra de abortos clandestinos que, según parece, se estarían produciendo, no me parece una excentricidad reflexionar pormenorizadamente si aquí en España, tal vez, pudiéramos nosotros estar sufriendo o ser víctimas de esa misma corriente de clandestinidad, que, dicho sea de paso, entraña enormes peligros para la salud de la mujer.
La despenalización del aborto, que se ha venido poco a poco consolidando en la mayoría de los países de corte occidental, ha sido siempre y es una cuestión polémica, avivadora de grandes debates a su alrededor, en los que se suelen entremezclar cuestiones y argumentos de muy distintos campos, índole y contexto.
En pleno siglo XXI la autorización legal para abortar dentro de un plazo razonable, que podría oscilar perfectamente entre las diez y doce primeras semanas de gestación, y que vendría fundamentada en el proceso gradual de formación de la vida humana en el seno materno y la autonomía o libertad de la madre, sin desconocer, qué decir cabe, el derecho de la vida que estaría en gestación, no tendría que revestir grandes problemas, aún sin alegar causa alguna, siempre y cuando se colocara el acento en cuestiones varias que no es conveniente desconocer.
Dentro de las mismas me parece absolutamente importante y necesario destacar los requisitos sanitarios y la vigilancia administrativa permanente a los centros que los practicaran, una información detallada y minuciosa, no ya a la madre, sino a ambos padres, sobre las consecuencias físicas y psicológicas que el aborto podría causar, como sería el síndrome psiquiátrico post – aborto, la esterilidad, la disminución de la fecundidad, los abortos espontáneos, partos prematuros, rotura del útero tras un embarazo posterior y un sinfín de etcéteras. Y no sólo eso. También convendría tratar por fin el tema del peso que debe tener el consentimiento o voluntad del padre al respecto, algo que se ha venido descuidando.
En este orden de valores, la penalización se tendría que centrar, por consiguiente, en castigar únicamente el aborto realizado sin consentimiento de la mujer embarazada, o cuando el consentimiento de ésta no sea válido, por la circunstancia que sea, el aborto que se realizara en malas condiciones higiénicas, o por personas incompetentes, o persiguiendo cualquier tipo de finalidad lucrativa, para asegurarle de esta forma a la mujer un trato digno y un respeto a su libertad, y el realizado más allá del plazo legalmente establecido, para no desconocer tampoco el derecho a la vida que está en gestación.
Por último y debido a que más vale prevenir que curar, se debería procurar una educación sexual temprana y sin tabúes a los menores de edad, lo que no sólo podría ayudar a disminuir la cifra de embarazos no deseados, sino también favorecer la desaparición o paralizar notablemente la proliferación de enfermedades de transmisión sexual.