El segundo día de deliberaciones fue tumultuoso, como resultado de la severa crítica que el Dr. Muhammad Abdallah Al-'Arifi, afiliado a la tendencia islámica extrema, se expresó en contra de las mujeres sauditas. Al-'Arifi mantuvo que "algunas de las maestras no usan ropa apropiada ni modesta." Él agregó que "algunas mujeres que condujeron automóviles en Riyadh en 1991 y fueron suspendas de sus trabajos en las universidades por un año o dos, fueron reintegradas y está ahora enseñando en las universidades, pero hay todavía preocupación de que ellas puedan influir sus ideas en las mentes de los estudiantes... Cómo podemos nosotros confiar nuestras hijas a ellas?" preguntó Al-'Arifi.
Aludiendo a algunas de las mujeres sauditas que participaron en la conferencia, Al-'Arifi dijo que algunas de ellas, "quiénes habían sido educadas en países occidentales, habían intentado desde su retorno imponer en otros las ideas occidentales que las influenciaron." Él siguió para argumentar que el trabajo de una mujer está en su hogar y en educar a sus hijos, y comentó que los "sobrecargos femeninos en los aviones fueron usados, durante ciertos períodos, para otros propósitos." [4]
Diálogo nacional saudita sobre derechos y obligaciones de las mujeres
Diálogo nacional saudita sobre derechos y obligaciones de las mujeres
Sobre la prohibición de conducir a las mujeres: 'Somos infinitamente respetuosos y estamos orgullosos de las mujeres, por consiguiente somos inexorables en protegerlas de cualquier daño'
Una acalorada discusión sucedió alrededor del debate sobre el derecho de una mujer a conducir. El Jeque Abdallah Bin Muni, miembro del antiguo concejo de jurisprudencia en Arabia Saudita, quien participó en el diálogo nacional dijo: "Si las mujeres que están exigiendo el derecho para conducir fueran como las mujeres que están participando en esta conferencia, no habríamos dudado ni un momento en permitirles hacer esto. Pero de hecho, estamos tratando con muchachos y muchachas adolescentes que están enfrentando desafíos [sociales]. Actualmente, una mujer joven que va de compras al mercado no es inmune al hostigamiento y esto seria peor aun si ella pudiera conducir y tomar su automóvil, podría haber desviación [de las reglas de moralidad]. Nosotros de hecho nos oponemos a cualquier táctica que pudiera terminar hiriendo a las mujeres, porque ellas son nuestras hijas, hermanas, esposas y cada una de ellas es como una gema preciosa. Somos infinitamente respetuosos y estamos orgullosos de ellas, por consiguiente somos inexorables en protegerlas de cualquier daño."
El Jeque Bin Muni rechazó el argumento de que, si las mujeres conducirán, no habría ninguna necesidad de emplear a chóferes extranjeros y dijo que la experiencia en los países del Golfo, en los cuales se les permitió conducir a las mujeres, demuestra que todavía había necesidad de chóferes extranjeros y que en cada casa hay un promedio de tres a cuatro chóferes. [3] Aunque el derecho de las mujeres a conducir fue discutido en la conferencia, no fue mencionado en absoluto en las recomendaciones finales.