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Un enfoque maniqueo que no se compadece con la realidad. Así, en 2001 E.R.P. fue detenida en Barcelona por matar a su primo de 27 puñaladas; C.P. pasaportó a tiros a Antonio Quintana; E.G.G. despachó a su compañero a martillazos; M. S. apuñaló 18 veces a su amante en Valencia; a Restituto Rojo su hija le cortó el cuello de un tajo y una mujer estranguló a un paralítico en Valencia. Son sólo algunos de los asesinatos cometidos por mujeres en el año en el que 35 varones fueron ultiSus muertes son silenciadas. Aunque nadie duda de que el hombre es más violento que la mujer, la lista de varones asesinados por sus parejas es irrebatible. Pero como afirma la catedrática de la Politécnica de París, Elisabeth Badiner, discípula de Simone de Beauvoir, «nadie las cita; para conseguir leyes protectoras hay que demostrar que somos víctimas de los hombres».
AGRESIVAS
Erin Pizzey, la feminista que abrió el primer refugio para maltratadas en Londres, lo corrobora: «La violencia no es cuestión de sexo. De las primeras 100 mujeres que entraron en mi refugio 72 eran más agresivas que sus maridos».
Y es que la Ley contra la Violencia de Género, manejada por el feminismo de la reivindicación, es un maquiavélico instrumento para acelerar las políticas de igualdad entre sexos. Es cierto que nació con otros fines. Convertida en el proyecto estrella del Gobierno Zapatero, fue aprobada en el 2004 con el loable propósito de acabar con los asesinatos de las mujeres.
Conviene señalar, no obstante, que no fue la primera norma puesta en vigor con ese encomiable fin. La aplicación del Código Penal como medio para frenar los conflictos familiares, comenzó a esgrimirse a partir de la reforma de 1989 que castiga la violencia en su artículo 425.
El Código Belloch (1995), amplió los sujetos y los tipos penales. Imbuido de la filosofía del palo, el PP, en lugar de agravar las condenas a los asesinos de mujeres, violadores, o maltratadores habituales, siguió la senda de meter a todos los hombres en el mismo saco.
Pese a que un informe de la Universidad de Zaragoza reveló en el 2000 que sólo el 18% de las mujeres asesinadas habían denunciado malos tratos, el PP ensanchó las barreras punitivas para abarcar a mayor número de varones. Legislando con encuestas manipuladas, a golpe de opinión pública impulsó los juicios rápidos, estableció la orden de alejamiento y toda una panoplia de normas, encaminadas a proteger a uno de los elementos del conflicto.
Tras alcanzar el poder, al PSOE solo le bastó dar una vuelta de tuerca para convertir en sospechosa a la mitad de la población. Actuando como un potente bulldozer, la maquinaria policial del Estado con una simple denuncia ha detenido a hombres de 90 años, dementes, drogadictos o mendigos por no tomarse su medicación; se ha llevado de sus casas a hombres en calzoncillos y ha interrogado a menores en el colegio para localizar al padre.
Con una norma que convierte las faltas más nimias en delitos, no es extraño que los juzgados estén colapsados por varones que han dado un tirón de orejas a su mujer porque ella le quitó el coche, por individuos acusados de beber de la botella de agua de sus esposas o por parejas que riñen por el mando del televisor, asuntos todos ellos de escasa entidad desde el punto de vista del reproche penal, pero convertidos artificialmente en delitos. La reforma de la Ley del Divorcio ha enturbiado aún más el panorama.
AGRESIVAS
Erin Pizzey, la feminista que abrió el primer refugio para maltratadas en Londres, lo corrobora: «La violencia no es cuestión de sexo. De las primeras 100 mujeres que entraron en mi refugio 72 eran más agresivas que sus maridos».
Y es que la Ley contra la Violencia de Género, manejada por el feminismo de la reivindicación, es un maquiavélico instrumento para acelerar las políticas de igualdad entre sexos. Es cierto que nació con otros fines. Convertida en el proyecto estrella del Gobierno Zapatero, fue aprobada en el 2004 con el loable propósito de acabar con los asesinatos de las mujeres.
Conviene señalar, no obstante, que no fue la primera norma puesta en vigor con ese encomiable fin. La aplicación del Código Penal como medio para frenar los conflictos familiares, comenzó a esgrimirse a partir de la reforma de 1989 que castiga la violencia en su artículo 425.
El Código Belloch (1995), amplió los sujetos y los tipos penales. Imbuido de la filosofía del palo, el PP, en lugar de agravar las condenas a los asesinos de mujeres, violadores, o maltratadores habituales, siguió la senda de meter a todos los hombres en el mismo saco.
Pese a que un informe de la Universidad de Zaragoza reveló en el 2000 que sólo el 18% de las mujeres asesinadas habían denunciado malos tratos, el PP ensanchó las barreras punitivas para abarcar a mayor número de varones. Legislando con encuestas manipuladas, a golpe de opinión pública impulsó los juicios rápidos, estableció la orden de alejamiento y toda una panoplia de normas, encaminadas a proteger a uno de los elementos del conflicto.
Tras alcanzar el poder, al PSOE solo le bastó dar una vuelta de tuerca para convertir en sospechosa a la mitad de la población. Actuando como un potente bulldozer, la maquinaria policial del Estado con una simple denuncia ha detenido a hombres de 90 años, dementes, drogadictos o mendigos por no tomarse su medicación; se ha llevado de sus casas a hombres en calzoncillos y ha interrogado a menores en el colegio para localizar al padre.
Con una norma que convierte las faltas más nimias en delitos, no es extraño que los juzgados estén colapsados por varones que han dado un tirón de orejas a su mujer porque ella le quitó el coche, por individuos acusados de beber de la botella de agua de sus esposas o por parejas que riñen por el mando del televisor, asuntos todos ellos de escasa entidad desde el punto de vista del reproche penal, pero convertidos artificialmente en delitos. La reforma de la Ley del Divorcio ha enturbiado aún más el panorama.
El 11 de julio de 2005, el rumano Julian Grosu se quemó a lo bonzo hasta morir frente al Parlamento de Bucarest. Tomó la drástica decisión tras 15 meses de lucha, para que se cumpliera la Convención de la Haya y los tratados internacionales.
Dos años antes Grosu se separó de su mujer en su país y los tribunales le concedieron la guarda y custodia de su hijo. En un viaje a España, donde residía su ex mujer, fue detenido y un juez, vulnerando la soberanía de los tribunales rumanos, le quitó al menor y se lo entregó a su mujer.
Su caso no es único. Miles de padres luchan en España por la custodia compartida de sus hijos e incluso para que se penalice su secuestro durante años en las casas de acogida sufragadas por el Estado, vulnerando los autos judiciales.
Porque, si hace años parecía justificado que tras la ruptura matrimonial los hijos vivieran con la madre al disponer de más tiempo, en 2006 en que el 52% de las mujeres trabajan es lógico que por lo menos un porcentaje similar de hombres comparta su cuidado.
No ocurre así. Al tramitarse la Ley de Divorcio, el feminismo radical presionó a Zapatero para impedir la custodia compartida. «Quitarle a la madre el control de los menores supone echarla de la casa, suprimir la pensión y arrojarlas a la marginalidad», argumentaron. «No hacerlo es fomentar el parasitismo de la mujer, condenarla a depender del hombre o del Estado», arguyeron las dirigentes de Nuevo Feminismo.
Por eso, transcurridos 17 años desde que el Código Penal entró en la familia, las medidas se han manifestado inútiles. Lo reconoció el Fiscal General del Estado: «La Violencia de Género ha crecido en el último año en un 52%».
Y es que, una norma que castiga en exceso, que lleva a cabo todos los días una razzia de más de 400 hombres sin dejarles otra salida que la miseria, e induce a muchos varones a quitarse la vida para escapar de ella no es buena. Miles de condenados, con la colaboración de sus mujeres, la incumplen al negarse a acatar las órdenes de alejamiento. Muchas mujeres se aprovechan de ella y denuncian malos tratos para obtener un divorcio en 24 horas y centenares de parejas la hacen inservible al negarse a declarar.
Por eso, a la Ley contra la Violencia de Género habría que derogarla sin dilación como se ha pedido en más de 100 autos al Constitucional. Aunque sólo fuera para salvar el honor de centenares de jueces, policías y fiscales que tratan de aplicar una norma que divide a la sociedad, casi por partes iguales, en buenos y malos.
El varón castrado, de José Díaz Herrera (Editorial Planeta), sale a la venta el próximo 16 de noviembre.
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20.000 AGRESORES JUZGADOS EN UN AÑO
D os hombres, de 42 y 37 años, han detenidos esta semana, en Basauri y Portugalete, acusados de agredir a sus parejas; la Audiencia de Girona ha condenado a 11 años de cárcel al hombre que prendió fuego a su ex mujer... En lo que va de 2006 ya han muerto 59 mujeres y el balance final posiblemente superará las 62 víctimas de 2005. La Ley Integral contra la Violencia de Género no ha logrado frenar la sangría.
JUZGADOS. 436 juzgados de Violencia sobre la mujer (17 de ellos dedicados en exclusiva a las denuncias presentadas por ellas) echaron a andar en junio de 2005. En un año, han atendido 148.448 asuntos: un 20% de solicitudes de protección, un 45% lesiones, un 13% contra la libertad, un 8% contra la integridad moral...
PROTECCION. Un total de 35.540 mujeres solicitaron protección (el 10% extranjeras), que fue facilitada a 27.366. En un 97% de los casos se concedió una orden de alejamiento, prohibición de comunicación (87%), prohibición de volver al lugar de residencia de la víctima (26%), suspensión de tenencia y uso de armas (18%) y cárcel para el agresor (11%).
CONDENADOS. En poco más de un año, 20.000 agresores han sido enjuiciados. El 98% eran hombres. Ocho de cada 10 fueron condenados. De las 436 mujeres juzgadas, 266 (el 61%) fueron condenadas.
TELEASISTENCIA. El servicio, vía móvil, fue puesto en marcha a finales de 2004 y permite a las víctimas estar en contacto 24 horas al día con el Centro de Atención. En caso de peligro vital, el «botón del pánico» las conecta directamente con la Policía. Hasta marzo de 2006 contaba con 3.141 usuarias en toda España.
TERAPIA. Existen programas para la rehabilitación de maltratadores en 33 de las 64 prisiones. En junio pasado participaban en ellos 319 presos. En esa misma fecha, unos 1.700 maltratadores condenados a someterse a terapia, estaban aún pendientes de acudir a los cursos de rehabilitación.
SUICIDIO. Según la Federación de Mujeres progresistas, el 64% de las víctimas de la violencia doméstica ha intentado suicidarse y un 80% lo ha pensado.
Dos años antes Grosu se separó de su mujer en su país y los tribunales le concedieron la guarda y custodia de su hijo. En un viaje a España, donde residía su ex mujer, fue detenido y un juez, vulnerando la soberanía de los tribunales rumanos, le quitó al menor y se lo entregó a su mujer.
Su caso no es único. Miles de padres luchan en España por la custodia compartida de sus hijos e incluso para que se penalice su secuestro durante años en las casas de acogida sufragadas por el Estado, vulnerando los autos judiciales.
Porque, si hace años parecía justificado que tras la ruptura matrimonial los hijos vivieran con la madre al disponer de más tiempo, en 2006 en que el 52% de las mujeres trabajan es lógico que por lo menos un porcentaje similar de hombres comparta su cuidado.
No ocurre así. Al tramitarse la Ley de Divorcio, el feminismo radical presionó a Zapatero para impedir la custodia compartida. «Quitarle a la madre el control de los menores supone echarla de la casa, suprimir la pensión y arrojarlas a la marginalidad», argumentaron. «No hacerlo es fomentar el parasitismo de la mujer, condenarla a depender del hombre o del Estado», arguyeron las dirigentes de Nuevo Feminismo.
Por eso, transcurridos 17 años desde que el Código Penal entró en la familia, las medidas se han manifestado inútiles. Lo reconoció el Fiscal General del Estado: «La Violencia de Género ha crecido en el último año en un 52%».
Y es que, una norma que castiga en exceso, que lleva a cabo todos los días una razzia de más de 400 hombres sin dejarles otra salida que la miseria, e induce a muchos varones a quitarse la vida para escapar de ella no es buena. Miles de condenados, con la colaboración de sus mujeres, la incumplen al negarse a acatar las órdenes de alejamiento. Muchas mujeres se aprovechan de ella y denuncian malos tratos para obtener un divorcio en 24 horas y centenares de parejas la hacen inservible al negarse a declarar.
Por eso, a la Ley contra la Violencia de Género habría que derogarla sin dilación como se ha pedido en más de 100 autos al Constitucional. Aunque sólo fuera para salvar el honor de centenares de jueces, policías y fiscales que tratan de aplicar una norma que divide a la sociedad, casi por partes iguales, en buenos y malos.
El varón castrado, de José Díaz Herrera (Editorial Planeta), sale a la venta el próximo 16 de noviembre.
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20.000 AGRESORES JUZGADOS EN UN AÑO
D os hombres, de 42 y 37 años, han detenidos esta semana, en Basauri y Portugalete, acusados de agredir a sus parejas; la Audiencia de Girona ha condenado a 11 años de cárcel al hombre que prendió fuego a su ex mujer... En lo que va de 2006 ya han muerto 59 mujeres y el balance final posiblemente superará las 62 víctimas de 2005. La Ley Integral contra la Violencia de Género no ha logrado frenar la sangría.
JUZGADOS. 436 juzgados de Violencia sobre la mujer (17 de ellos dedicados en exclusiva a las denuncias presentadas por ellas) echaron a andar en junio de 2005. En un año, han atendido 148.448 asuntos: un 20% de solicitudes de protección, un 45% lesiones, un 13% contra la libertad, un 8% contra la integridad moral...
PROTECCION. Un total de 35.540 mujeres solicitaron protección (el 10% extranjeras), que fue facilitada a 27.366. En un 97% de los casos se concedió una orden de alejamiento, prohibición de comunicación (87%), prohibición de volver al lugar de residencia de la víctima (26%), suspensión de tenencia y uso de armas (18%) y cárcel para el agresor (11%).
CONDENADOS. En poco más de un año, 20.000 agresores han sido enjuiciados. El 98% eran hombres. Ocho de cada 10 fueron condenados. De las 436 mujeres juzgadas, 266 (el 61%) fueron condenadas.
TELEASISTENCIA. El servicio, vía móvil, fue puesto en marcha a finales de 2004 y permite a las víctimas estar en contacto 24 horas al día con el Centro de Atención. En caso de peligro vital, el «botón del pánico» las conecta directamente con la Policía. Hasta marzo de 2006 contaba con 3.141 usuarias en toda España.
TERAPIA. Existen programas para la rehabilitación de maltratadores en 33 de las 64 prisiones. En junio pasado participaban en ellos 319 presos. En esa misma fecha, unos 1.700 maltratadores condenados a someterse a terapia, estaban aún pendientes de acudir a los cursos de rehabilitación.
SUICIDIO. Según la Federación de Mujeres progresistas, el 64% de las víctimas de la violencia doméstica ha intentado suicidarse y un 80% lo ha pensado.
Era viernes y los Juzgados de Violencia estaban cerrados. Al día siguiente lo trasladaron a la comisaría de Moratalaz donde volvieron a reseñarle. El lunes lo presentaron en Plaza de Castilla después de pasar tres días encerrado, alimentado sólo con zumo y galletas.
Allí se encontró con la primera sorpresa. El juez negó a su abogado el derecho a representarle y nombró uno de oficio que, nada más verle, le preguntó cuánto ganaba. Luego le recomendó que firmara una sentencia de conformidad: «Así aceptas una condena de 7 meses, evitas una pena mayor y no te expones a ir a prisión», le dijo el letrado.
Después de tres noches sin pegar ojo, víctima de un principio de neumonía, desorientado, sin ver un palmo más allá de sus narices, M. D. solo quería salir del infierno. Esposado, tras un «juicio» de diez minutos firmó lo que le pusieron delante y acabó la pesadilla.
Por la tarde, le soltaron, le entregaron una bolsa de basura y una patrulla le acompañó a recoger sus objetos personales. La vivienda, regalo de su madre, le fue adjudicada por el juez a su ex mujer y a sus dos hijos a los que debía pasar una pensión de 600 euros.
Todo aquello por lo que un hombre lucha -familia, hijos, hogar, patrimonio- se lo habían arrebatado en un juicio fotocopia, defendido por un desconocido.
«Bajo el shock traumático del calabozo, enfermo, sin asesoramiento, sin prestar declaración ante el juez, sin que le leyeran la acusación ni ser escuchado y sin que nadie le explicara las consecuencias de una sentencia firme e inamovible mi cliente fue condenado sin juicio», afirma su letrada Patricia Gómez. «El asunto no tiene parangón en la jurisprudencia de ningún país civilizado. Es tan grave que clama al cielo».
Hoy la gran tragedia de M. D., similar a la de otros miles de hombres, es cómo les contará el día de mañana a sus hijos, que él no es un maltratador, que nunca pegó a su madre, salvo para defenderse.
REALIDAD INVISIBLE
Escenas como las narradas, propias de un relato de Kafka, ocurren centenares de veces al día. Son tan aberrantes que para recrearlas habría que resucitar al escritor checo, clonarlo un millar de veces, y poner a todos sus clones a escribir sin descanso.
Y es que en España hay una realidad invisible que raramente aparece en los medios: la persecución sistemática del hombre por el mero hecho de serlo, la violación continua de su derecho a la presunción de inocencia, su condena sin ser oído y la creencia unánime de que un alto porcentaje de los varones son maltratadores genéticos y que hay que darles caza, sin tregua ni cuartel.
Los datos de esta nueva Inquisición son harto elocuentes. Desde comienzos de 2004, en que se puso en marcha la orden de protección, más de 250.000 varones han sido sacados por la fuerza de sus casas, separados de sus familias, desposeídos de sus bienes en juicios inapelables y muchos enviados a la cárcel como si se tratara de individuos no reciclables para la sociedad.
Paralelamente, 190.000 varones, han sido fichados en el Registro de Maltratadores y más de 25.000 desterrados en 2005 de su entorno mediante órdenes de alejamiento, el instrumento más eficaz para acabar con muchos matrimonios, ya que pueden durar varios años.
Y es que la Ley de Violencia de Género es como un revólver. Aniquila a los hombres sin atender a razones, con la mecánica de las armas. Según el Observatorio del CGPJ, durante su primer año de vigencia, se detuvo en España a 150.000 varones (160.000 de acuerdo con las cifras aportadas en los cursos de Verano de El Escorial), más de 400 por día.
Una Ley destinada a perseguir al hombre, a veces sin otra prueba que la denuncia telefónica de su compañera, no tiene parangón en ningún país europeo. La medida podría tener justificación si la violencia familiar fuera superior a la del resto de los países del entorno. Ocurre lo contrario. España es uno de los países más pacíficos de Europa. Un informe del Centro Reina Sofía del 2000 revela que la tasa de uxoricidios era del 2'44 por millón, cifra por debajo de la cual sólo estaban Islandia, Irlanda, Holanda y Polonia. El resto de las naciones civilizadas -Finlandia, Dinamarca, Suecia, Rumania, Reino Unido, Italia, Alemania o Francia-, ofrecen cifras de asesinatos de mujeres hasta cinco veces más
La tendencia a judicializar los conflictos familiares, dando el mismo tratamiento penal a la violencia ocasional y a la habitual, prohibiendo la mediación y el perdón, con ser grave no es lo más pernicioso. Lo es el hecho de establecer como verdad incuestionable que las riñas entre parejas tienen siempre un elemento activo que trata de imponer su autoridad por la fuerza -el hombre- y otro pasivo, la mujer, víctima ancestral del dominio del macho.
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Allí se encontró con la primera sorpresa. El juez negó a su abogado el derecho a representarle y nombró uno de oficio que, nada más verle, le preguntó cuánto ganaba. Luego le recomendó que firmara una sentencia de conformidad: «Así aceptas una condena de 7 meses, evitas una pena mayor y no te expones a ir a prisión», le dijo el letrado.
Después de tres noches sin pegar ojo, víctima de un principio de neumonía, desorientado, sin ver un palmo más allá de sus narices, M. D. solo quería salir del infierno. Esposado, tras un «juicio» de diez minutos firmó lo que le pusieron delante y acabó la pesadilla.
Por la tarde, le soltaron, le entregaron una bolsa de basura y una patrulla le acompañó a recoger sus objetos personales. La vivienda, regalo de su madre, le fue adjudicada por el juez a su ex mujer y a sus dos hijos a los que debía pasar una pensión de 600 euros.
Todo aquello por lo que un hombre lucha -familia, hijos, hogar, patrimonio- se lo habían arrebatado en un juicio fotocopia, defendido por un desconocido.
«Bajo el shock traumático del calabozo, enfermo, sin asesoramiento, sin prestar declaración ante el juez, sin que le leyeran la acusación ni ser escuchado y sin que nadie le explicara las consecuencias de una sentencia firme e inamovible mi cliente fue condenado sin juicio», afirma su letrada Patricia Gómez. «El asunto no tiene parangón en la jurisprudencia de ningún país civilizado. Es tan grave que clama al cielo».
Hoy la gran tragedia de M. D., similar a la de otros miles de hombres, es cómo les contará el día de mañana a sus hijos, que él no es un maltratador, que nunca pegó a su madre, salvo para defenderse.
REALIDAD INVISIBLE
Escenas como las narradas, propias de un relato de Kafka, ocurren centenares de veces al día. Son tan aberrantes que para recrearlas habría que resucitar al escritor checo, clonarlo un millar de veces, y poner a todos sus clones a escribir sin descanso.
Y es que en España hay una realidad invisible que raramente aparece en los medios: la persecución sistemática del hombre por el mero hecho de serlo, la violación continua de su derecho a la presunción de inocencia, su condena sin ser oído y la creencia unánime de que un alto porcentaje de los varones son maltratadores genéticos y que hay que darles caza, sin tregua ni cuartel.
Los datos de esta nueva Inquisición son harto elocuentes. Desde comienzos de 2004, en que se puso en marcha la orden de protección, más de 250.000 varones han sido sacados por la fuerza de sus casas, separados de sus familias, desposeídos de sus bienes en juicios inapelables y muchos enviados a la cárcel como si se tratara de individuos no reciclables para la sociedad.
Paralelamente, 190.000 varones, han sido fichados en el Registro de Maltratadores y más de 25.000 desterrados en 2005 de su entorno mediante órdenes de alejamiento, el instrumento más eficaz para acabar con muchos matrimonios, ya que pueden durar varios años.
Y es que la Ley de Violencia de Género es como un revólver. Aniquila a los hombres sin atender a razones, con la mecánica de las armas. Según el Observatorio del CGPJ, durante su primer año de vigencia, se detuvo en España a 150.000 varones (160.000 de acuerdo con las cifras aportadas en los cursos de Verano de El Escorial), más de 400 por día.
Una Ley destinada a perseguir al hombre, a veces sin otra prueba que la denuncia telefónica de su compañera, no tiene parangón en ningún país europeo. La medida podría tener justificación si la violencia familiar fuera superior a la del resto de los países del entorno. Ocurre lo contrario. España es uno de los países más pacíficos de Europa. Un informe del Centro Reina Sofía del 2000 revela que la tasa de uxoricidios era del 2'44 por millón, cifra por debajo de la cual sólo estaban Islandia, Irlanda, Holanda y Polonia. El resto de las naciones civilizadas -Finlandia, Dinamarca, Suecia, Rumania, Reino Unido, Italia, Alemania o Francia-, ofrecen cifras de asesinatos de mujeres hasta cinco veces más
La tendencia a judicializar los conflictos familiares, dando el mismo tratamiento penal a la violencia ocasional y a la habitual, prohibiendo la mediación y el perdón, con ser grave no es lo más pernicioso. Lo es el hecho de establecer como verdad incuestionable que las riñas entre parejas tienen siempre un elemento activo que trata de imponer su autoridad por la fuerza -el hombre- y otro pasivo, la mujer, víctima ancestral del dominio del macho.
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Es esta la información que Francisco Aroca invita que sea leida y conocida, por su interés la pego en estas páginas.
1ª parte......
Domingo, 5 de noviembre de 2006. Año: XVIII. Numero: 6169.
CRONICA
EL VARON CASTRADO
Es el título del libro más políticamente incorrecto de la temporada. Su autor denuncia que el hombre es la víctima real de la ley contra la Violencia de Género
JOSÉ DIAZ HERRERA
Alcanzado por el dardo invisible de mi mirada, el miembro de Médicos sin Fronteras, colaborador de radio y televisión, J. S., sufrió en 2005 uno de los procesos inquisitoriales más traumáticos de su vida.
Previamente, la voz melodiosa de una mujer le dijo al teléfono: «Te llamo de la comisaría de la calle Rubio Gali. Tienes una denuncia por malos tratos y queremos charlar contigo. ¡Pura formalidad! ¿Puedes pasarte por aquí?». Semanas antes había entrado en vigor la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Acostumbrado a vivir el dolor de las guerras que asolan Africa, el médico se presentó en comisaría a pecho descubierto.
Nada más identificarse, sin leerle sus derechos ni informarle de qué se le acusaba, un grupo de agentes procedió a tomarle las huellas dactilares, a hacerle fotos de frente y de perfil. Luego le colocaron unas esposas para conducirle a los calabozos.
«Ya que me van a enchironar quiero que vean esto», planteó mientras entregaba un DVD a una de las mujeres policías. La agente lo cogió con desgana y le echó un vistazo. Pero la escena que le devolvió el ordenador le puso los pelos de punta. Una mujer, blandiendo un enorme cuchillo de cocina, corría tras el médico, le acorralaba y le apuñalaba.
La policía reconoció en las imágenes a la mujer que había puesto la denuncia. Pero no se conmovió. Si duras fueron las lesiones causadas por el arma blanca, más dolorosa fue la respuesta que el presunto acusado escuchó de los labios del agente: « ¡Qué le habrá hecho usted a su mujer para que le clave un cuchillo!».
Estudioso de la violencia familiar, J. S. no pudo contenerse: « ¿Insinúa que soy culpable de que mi mujer haya querido matarme?».
«Una mujer no hace eso si no se le provoca», contestó la policía.«Es decir, usted juzga a la gente por sus perjuicios feministas. No admite que haya mujeres asesinas, malvadas, arpías, dispuestas a asesinar a su marido para quedarse con sus hijos y su casa», se defendió él.
Para reafirmar su tesis de hombre maltratado, J. S. entregó a la agente una treintena de partes de lesiones de distintos centros de salud de Madrid. La agente los leyó uno tras otro. Como aquella situación no figuraba en su protocolo de actuación no supo qué hacer y elevó el caso a sus superiores.
«Las pruebas están a su favor y es probable que condenen a su esposa por intento de asesinato pero yo tengo una denuncia por malos tratos de su mujer. Esta noche tendrá que dormir en el calabozo», le dijo el responsable del centro.
J. S. parecía estar viviendo en un país de locos la peor pesadilla de su vida. Su mujer había querido matarle, había presentado las pruebas a la policía, y le «condenaban» a él.
Al final, logró que le dejaran volver a su casa con la promesa de acudir al día siguiente al Juzgado. «Se va con el compromiso de encerrarse con llave. Porque si su mujer se presenta en casa y usted la mata, quien se juega el pan de los hijos soy yo», le ordenó el oficial de policía.
Durante el año largo en que estuve investigando por los juzgados de toda España mi libro El Varón Castrado. Verdades y mentiras de la violencia doméstica en España, que se publica la próxima semana, tuve acceso a más de 3.000 sumarios judiciales, viví centenares de situaciones tan o más esperpénticas como la anterior. Veamos otro caso.
Siete meses antes, M.D., ingeniero industrial, tuvo una pelea con su esposa en su domicilio de la calle Menéndez Pelayo de Madrid. Como él no quería discutir, su mujer le provocó empujándole contra una cómoda causándole una lesión en la espalda. El varón reaccionó y le devolvió el golpe.
Poco después la policía se lo llevó detenido a la comisaría de la calle Huertas. Ella le había denunciado por malos tratos. Allí le tomaron las huellas, le quitaron sus objetos personales, incluido el reloj y los cordones de los zapatos, las medicinas para combatir un resfriado, sus gafas (tiene 5 dioptrías en cada ojo) y lo metieron en el calabozo.
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1ª parte......
Domingo, 5 de noviembre de 2006. Año: XVIII. Numero: 6169.
CRONICA
EL VARON CASTRADO
Es el título del libro más políticamente incorrecto de la temporada. Su autor denuncia que el hombre es la víctima real de la ley contra la Violencia de Género
JOSÉ DIAZ HERRERA
Alcanzado por el dardo invisible de mi mirada, el miembro de Médicos sin Fronteras, colaborador de radio y televisión, J. S., sufrió en 2005 uno de los procesos inquisitoriales más traumáticos de su vida.
Previamente, la voz melodiosa de una mujer le dijo al teléfono: «Te llamo de la comisaría de la calle Rubio Gali. Tienes una denuncia por malos tratos y queremos charlar contigo. ¡Pura formalidad! ¿Puedes pasarte por aquí?». Semanas antes había entrado en vigor la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Acostumbrado a vivir el dolor de las guerras que asolan Africa, el médico se presentó en comisaría a pecho descubierto.
Nada más identificarse, sin leerle sus derechos ni informarle de qué se le acusaba, un grupo de agentes procedió a tomarle las huellas dactilares, a hacerle fotos de frente y de perfil. Luego le colocaron unas esposas para conducirle a los calabozos.
«Ya que me van a enchironar quiero que vean esto», planteó mientras entregaba un DVD a una de las mujeres policías. La agente lo cogió con desgana y le echó un vistazo. Pero la escena que le devolvió el ordenador le puso los pelos de punta. Una mujer, blandiendo un enorme cuchillo de cocina, corría tras el médico, le acorralaba y le apuñalaba.
La policía reconoció en las imágenes a la mujer que había puesto la denuncia. Pero no se conmovió. Si duras fueron las lesiones causadas por el arma blanca, más dolorosa fue la respuesta que el presunto acusado escuchó de los labios del agente: « ¡Qué le habrá hecho usted a su mujer para que le clave un cuchillo!».
Estudioso de la violencia familiar, J. S. no pudo contenerse: « ¿Insinúa que soy culpable de que mi mujer haya querido matarme?».
«Una mujer no hace eso si no se le provoca», contestó la policía.«Es decir, usted juzga a la gente por sus perjuicios feministas. No admite que haya mujeres asesinas, malvadas, arpías, dispuestas a asesinar a su marido para quedarse con sus hijos y su casa», se defendió él.
Para reafirmar su tesis de hombre maltratado, J. S. entregó a la agente una treintena de partes de lesiones de distintos centros de salud de Madrid. La agente los leyó uno tras otro. Como aquella situación no figuraba en su protocolo de actuación no supo qué hacer y elevó el caso a sus superiores.
«Las pruebas están a su favor y es probable que condenen a su esposa por intento de asesinato pero yo tengo una denuncia por malos tratos de su mujer. Esta noche tendrá que dormir en el calabozo», le dijo el responsable del centro.
J. S. parecía estar viviendo en un país de locos la peor pesadilla de su vida. Su mujer había querido matarle, había presentado las pruebas a la policía, y le «condenaban» a él.
Al final, logró que le dejaran volver a su casa con la promesa de acudir al día siguiente al Juzgado. «Se va con el compromiso de encerrarse con llave. Porque si su mujer se presenta en casa y usted la mata, quien se juega el pan de los hijos soy yo», le ordenó el oficial de policía.
Durante el año largo en que estuve investigando por los juzgados de toda España mi libro El Varón Castrado. Verdades y mentiras de la violencia doméstica en España, que se publica la próxima semana, tuve acceso a más de 3.000 sumarios judiciales, viví centenares de situaciones tan o más esperpénticas como la anterior. Veamos otro caso.
Siete meses antes, M.D., ingeniero industrial, tuvo una pelea con su esposa en su domicilio de la calle Menéndez Pelayo de Madrid. Como él no quería discutir, su mujer le provocó empujándole contra una cómoda causándole una lesión en la espalda. El varón reaccionó y le devolvió el golpe.
Poco después la policía se lo llevó detenido a la comisaría de la calle Huertas. Ella le había denunciado por malos tratos. Allí le tomaron las huellas, le quitaron sus objetos personales, incluido el reloj y los cordones de los zapatos, las medicinas para combatir un resfriado, sus gafas (tiene 5 dioptrías en cada ojo) y lo metieron en el calabozo.
sigue..........................
gracias Separada2.Buffff,admirable tu marido y tu por tu apoyo y fortaleza entre vovotros .A veces creo que esta situación va a poder con mi pareja,pero por lo que me dices es posible ser razonable y salir del hueco.Yo ahora estoy en una mala época,soy la bruja averia!!!! espero que dejen en paz a mi amrido y cesen las amenazas de denuncias y esas cosas a medida que se vayan dando cuenta que lalucha se acabó.
Xikes, nosotros pasamos un calvario. Cuando la niña estaba en casa y despues de decir las burradas que decia de mi (que era el motivo principal por el que no queria estar con su padre), yo soy humana y pasé una temporada fatal, me sentia espiada en mi propia casa, su madre sabia vida y milagros de n osotros, evidentemente trasmitidos por una niña, comentando por el hermano pequeño:
Mi hermana cuando llega el domingo por la tarde a casa de mi madre despues de un fin de semana con vosotros, "mi hermana le dice a mi madre todo lo malo que le ha hecho "Esperanza2"", cuando yo oi esto casi no lo creo. Cada vez la situacion era más complicada y tensa,yo cuanto más intentaba ser amable con ella, esta más me despreciaba, los niños cuando quieren son MUY CURELES, cuando llego la epoca estival y debian de pasar con el padre el verano era todos los años un tormento, está solo queria estar con su padre las semana o los 15 dias que nos ibamos a la playa, y venian los problemas. Tras las negativas de la niña a pasar más tiempo que los fines de semana y la relación que tenia con su padre y la situación que habia creado en casa. Mi marido un verano converso padre e hija que no podia ser así, que el deseaba tenerla durante todo el verano y que no era logico que solo viniera a la playa, y su padre le dio un ultimatun, o decia claramente las COSAS MALAS QUE YO LE HACIA, (que en ningun caso las dijo), o no iba tener un padre a la carta, ahora si mañana no voy contigo. Desde ese verano está decidio no venir mas (verano 2003) y ante la indiferencia de su padre hacia ella y al centrarse solo en su hermano el pequeño., la madre y la niña en febrero de 2004 lo denunciaron por abusos, el resto ya lo sabeis.
Hay gente que o te apartas de ella o te destruye, luego pretendian hacer lo propio con el hermano pequeño. Al contrario aque ellas pensaban, toda la manipulación que hicieron contra el pequeño más la denuncia falsa de abusos, fue determinante para el cambio de custodia del hermano pequeño. Hoy siguen sin tener ninguna relación. Se me olvidaba, la niña es adoptada por mi marido, la madre la tuvo en otra relacion, mi marido no es el padre biologico. Eso si todos los meses le pasa la pensión correspondiente., despues de esto. Pero cada uno tendra lo que en la vida se curre.
Apoya mucho a tu marido y ser fuertes.
Saludos
Mi hermana cuando llega el domingo por la tarde a casa de mi madre despues de un fin de semana con vosotros, "mi hermana le dice a mi madre todo lo malo que le ha hecho "Esperanza2"", cuando yo oi esto casi no lo creo. Cada vez la situacion era más complicada y tensa,yo cuanto más intentaba ser amable con ella, esta más me despreciaba, los niños cuando quieren son MUY CURELES, cuando llego la epoca estival y debian de pasar con el padre el verano era todos los años un tormento, está solo queria estar con su padre las semana o los 15 dias que nos ibamos a la playa, y venian los problemas. Tras las negativas de la niña a pasar más tiempo que los fines de semana y la relación que tenia con su padre y la situación que habia creado en casa. Mi marido un verano converso padre e hija que no podia ser así, que el deseaba tenerla durante todo el verano y que no era logico que solo viniera a la playa, y su padre le dio un ultimatun, o decia claramente las COSAS MALAS QUE YO LE HACIA, (que en ningun caso las dijo), o no iba tener un padre a la carta, ahora si mañana no voy contigo. Desde ese verano está decidio no venir mas (verano 2003) y ante la indiferencia de su padre hacia ella y al centrarse solo en su hermano el pequeño., la madre y la niña en febrero de 2004 lo denunciaron por abusos, el resto ya lo sabeis.
Hay gente que o te apartas de ella o te destruye, luego pretendian hacer lo propio con el hermano pequeño. Al contrario aque ellas pensaban, toda la manipulación que hicieron contra el pequeño más la denuncia falsa de abusos, fue determinante para el cambio de custodia del hermano pequeño. Hoy siguen sin tener ninguna relación. Se me olvidaba, la niña es adoptada por mi marido, la madre la tuvo en otra relacion, mi marido no es el padre biologico. Eso si todos los meses le pasa la pensión correspondiente., despues de esto. Pero cada uno tendra lo que en la vida se curre.
Apoya mucho a tu marido y ser fuertes.
Saludos
Espernza2,lo que explicas es mi espejo.La abogada de mi marido le ha recomendado que no hay mejor venganaza que la ignorancia,suena duro pero yo también creo que él debería poner tierra de por medio durante una buena temporada ,esta niña ayer cumplio 8 años,pero parece una niña de 10a.Le dijo que si ella tenía esos problemas de ansiedad era porque él se separó de su madre ,y cuando no le dice eso le dice que es porque está conmigo y sino que le pega o que yo le pego y la insulto,cosa que es mentira,mis hijas saben y me echan en cara que a ella yo la malcriaba más y que si habia una riña entre ellas siempre intentaba apartarla a ella antes que a mis hijas.En cambio no la odian,solo no entienden como puede decir esas mentiras de su padre y de mi.Mi hija mayor tiene 11 años y se da cuenta de todo,el otro dia le dijo a mi marido que la olvidara temporalmente que ya se daría cuenta porque sino caería enfermo y que no quería que a mi me afectara tanto.La madre la tiene tan absorvida a esa niña que yo tengo miedo a que venga a casa un fin de semana porque no se que más se puede inventar,prefiero irme yo de casa cuando está ella.No me gustan esos conflictos liantes.Así que lo mejor que puede hacer mi marido es apartarse como le ha aconsejado mucha gente y esperar a que la niña abra los ojos por sí sola,y sino lo hace,mejor que se que quede con su madre que no a que mate a su padre a disgustos,la salud ya la tiene tocada pero aún tiene solución.No se puede obligar a nadie a quererte y más si hay una persona detrás que siempre está desdoblando la verdad y havciendole ver fantasmas donde no los hay,esa mujer una vez se dió cuenta que su hija podía llegar a querer a mis hijas y a mi y fuen cuando empezó todo.Así que empezó con las falsas acusaciones y amenazas.Yo quiero vivir tranquila y mi marido se merece algo mejor que esas vejaciones de parte de su hija y su ex.Como tu dices,es duro pero es así,esperoq ue el tiempo ponga cada cosa en su lugar.
Xibes, yo he vivido dos casos diferentes en mi casa, con los 2 hjos de mi marido, (niña 17) y (niño 12), con la niña no habia forma humada de tener una relación normal (la que puso denuncia de abusos) cuando no queria estar con el padre, por esto.... era por que no me soportaba a mi, todo esta situación creo situaciones muy tensas en nuestra casa, tanto que yo estuve de terapia en un psicologo igual que mi marido durante un año. Siempre pensabamos que su madre la manipulaba, y era cierto, pero depende a que edades salvo que haya una terapia muy continuada no se aprecia esa manipulación (SAP), lo más facil era creer a la niña, "no me aguanta a mí" en lugar de buscar más adentro., el tema es más complejo el sentimiento de LEALTAD es tan grande a su madre que no permite que tenga una relación sana con su padre y la gente que le rodea, esto a lo largo de los años se convierte en una patologia que dificilmente a simple vista se puede apreciar.
En cambio en el otro niño, despues de 7 años de vivir con su madre y contar solo con 10 años, decidio querer vivir con nosotros y despues de un largo proceso legal, su madre perdio la custodia por "manipulación del menor tanto llevado a cabo por la hermana y la madre". Es dificil pero como te dices otros compañeros, todo tiene un efecto espejo, y salvo que la niña no quiera cambiar (es nuestro caso) es mejor tenerla alejada, ya que es capaz de destruir (todo el entorno familiar). El psicolo de mi marido le recomendo que lo más juicioso era alegarse de la niña, ya que cuanto más intentaba acercarse el padre a ella, esta más le odiaba (ejecuciones de sentencia por incumplimiento de regimen de visitas, etc.). Y sino el tiempo dira lo que sea.
Es dificil pero a veces es mejor alejarse y no estar continuamente en una guerra, ya que sino no se vive. Yo pienso que si tu marido se aparta ligeramente la niña se va a dar cuenta de que pasa algo, si sigue presionando el padre, terminara odiado la niña a este. El que en principio el padre sienta indiferencia sobre la niña, a esta le va a hacer que pensar. Haciendola ver que tu la quieres mucho pero que si ella no quiere no puedes estar continuamente obligandola, y que decida por ella. Hay que hacerle ver que no puede tener un padre a la carta.
Es dificil pero a veces es lo más razonable.
En cambio en el otro niño, despues de 7 años de vivir con su madre y contar solo con 10 años, decidio querer vivir con nosotros y despues de un largo proceso legal, su madre perdio la custodia por "manipulación del menor tanto llevado a cabo por la hermana y la madre". Es dificil pero como te dices otros compañeros, todo tiene un efecto espejo, y salvo que la niña no quiera cambiar (es nuestro caso) es mejor tenerla alejada, ya que es capaz de destruir (todo el entorno familiar). El psicolo de mi marido le recomendo que lo más juicioso era alegarse de la niña, ya que cuanto más intentaba acercarse el padre a ella, esta más le odiaba (ejecuciones de sentencia por incumplimiento de regimen de visitas, etc.). Y sino el tiempo dira lo que sea.
Es dificil pero a veces es mejor alejarse y no estar continuamente en una guerra, ya que sino no se vive. Yo pienso que si tu marido se aparta ligeramente la niña se va a dar cuenta de que pasa algo, si sigue presionando el padre, terminara odiado la niña a este. El que en principio el padre sienta indiferencia sobre la niña, a esta le va a hacer que pensar. Haciendola ver que tu la quieres mucho pero que si ella no quiere no puedes estar continuamente obligandola, y que decida por ella. Hay que hacerle ver que no puede tener un padre a la carta.
Es dificil pero a veces es lo más razonable.
xikes a veces l@s niñ@s son manipulados por una de las partes pero esa manipulación no suele ser indefinida pero si de efecto espejo; la madre de los hijos de mi pareja los manipulo y engaño para que odiasen a su padre y con el tiempo estos niños adoran a su padre pero no a su madre, le salio mal la jugada y ese odio que les inculco se ha vuelto contra ella, creo que el colegio de la niña tiene mucho que decir ya que ellos veran si el bajo rendimiento escolar es porque la niña se aprovecha de la separación (que es lo que acostumbran a hacer much@s niñ@s cuando se separan sus padres) o si es por algún otro problema, si no os entendeis con el terapeuta solicitad una segunda opinión. Un saludo.
Esperanza,el psicólogo es de pago y lo buscó la madre, en el juicio la abogada de mi marido pidió que fueran los psicólogos judiciales que llevaran el tema,el caso es que la otra parte alegó que la niña ya estaba acostumbrada a ese psicólogo y que preferían continuar con él,el juez lo aceptó y instó al este psicólogo para que haga informes trimestrales y para que sea él quien diga cuando se puede hacer ejecución de sentencia para las visitas,es decir, cuando él crea que la niña ya puede estar con el padre y su familia los dias que le toca por ley,la madre debe ayudar a que el lazo peternofilial vuelva a ser el de antes.Este profesional la ve una vez trimestralmente y habla con la niña, la madre y el padre por sepaardo.TAmbien con la tutora de la niña.Lo ultimo que sé es que la niña tiene muy bajo rendimiento escolar y quela tutora lo atribuye a que no lleva los deberes hechos y que siempre está muy despistada.Evidentemente,sino está con el padre más que tres horas a la semana,me dirás tu quien manipula a la niña y quien tiene la exclusiva sobre la educación de ésta.El año pasado estuvo a punto de repetir curso,pero la pasaron por demanda expresa de la madre(creo que fue un error y la tutora así lomanifiesta) ete año no da una,va perdida.Y encima siempre viene con alguna frase de esas que asustan en contra del padre o de su familia...Yo nola veo desde hace un año, no quiero verla porque despues vuelven los mensages contra mi persona y amenazas.Hoy el psicólogo de la niña nos ha dicho que es insostenible la situación y que entiende que el padre haya perdido 5 Kg,que va hacer otra visita a la niña y que hará otro informe con lo que saque.Pero es que este hombre hace unos informes muy ambiguos,como sino se quisiera mojar para no perder al cliente.Ya que mi marido está muy bajo de moral yo le he apretado y le he dicho que escriba la verdad y que si al final el juez da el caso a los servicios sociales,quizás será lo mejor.Cuando mi maridole diceque teme a que lo denuncien falsamente el terapeuta le dice que es una de las probabilidades,que puede ser que lo esté buscando,entonces ,¿porqué no lo pone en un informe todo esto?se limita a dar la razón al padre pero despues no lo refleja en un informe,lo dice todo entre lineas....
xikes, me gustaria que me indicaras si las visitas de la niña con el psicologo eran con el psicologo del juzgado o con uno que tu contrataste,
Si es con la pericial psicologica, es muy dificil en una hora sacar una conclusión de manipulación, pero si en una terapia seguida durante un tiempo.
Yo vivi esa situación en mi familia, y la patologia salio al final. Habia muchos más factores que los que se veian a primera vista.
Suerte.
Si es con la pericial psicologica, es muy dificil en una hora sacar una conclusión de manipulación, pero si en una terapia seguida durante un tiempo.
Yo vivi esa situación en mi familia, y la patologia salio al final. Habia muchos más factores que los que se veian a primera vista.
Suerte.
El Partido Citudans-Partido de la Ciudadanía consigue un gran éxito en las elecciones catalanas.
Este partido se formó hace sólo 4 meses y sin contar con publicidad en los medios, ha conseguido 3 diputados en el Gobierno Catalán.
Este partido apoya la Custodia Compartida y la no discriminación por sexo, esa que algunos denominan ”positiva”.
Tienen intención de presentarse en próximas elecciones en toda España.
Como los demás partidos incluído el PP, no cambien su programa, los ciudadanos vamos a tener muy claro a quien votar y a quien no.
Del Foro del partido Popular
Este partido se formó hace sólo 4 meses y sin contar con publicidad en los medios, ha conseguido 3 diputados en el Gobierno Catalán.
Este partido apoya la Custodia Compartida y la no discriminación por sexo, esa que algunos denominan ”positiva”.
Tienen intención de presentarse en próximas elecciones en toda España.
Como los demás partidos incluído el PP, no cambien su programa, los ciudadanos vamos a tener muy claro a quien votar y a quien no.
Del Foro del partido Popular
Me encuentro en una encrucijada.Al hilo de todo esto.Mi marido ve a su hija un dia por semana ya que sigue una terapia con un psicólogo y éste después de que la niña ha estado 11 meses sin ver al padre por incumplimiento de visitas por parte materna,cree oportuno reanudar las visitas progresivamente,según sentencia de ejecucíon de la demanda.Podía haber visto a la niña a la salida del cole,pero aconsejado por la abogada no iba pues la madre podía buscar cuaquier excusa para denunciarlo.Al grano, el psicólogo pide la colaboración materna para que la niña pueda estar bien con el padre las tres horitas que estan juntos.Pues bien, la niña cuando va con el apdre solo save hablar de cosas de cuando tenia tres añitos(ahora tiene 8) de que si la hacia dormir sola y ella lloraba,ya que esta niña duerme aun hoy dia con la madre y el psicólogo ha pedido por escrito que debe dormir sola,pues el padre intenta explicarle que siempre lo hacia por su bien recomendado por el psicólogo.Y últimamente la niña va diciendo que si el padre la pegaba, cuando es mentira y ademas no ha tenido ni tiempo para eso ya que no esta con el.Que si la tia tambien la pegaba, que si yo tambien,que si los abuelso no la quieren...total,que creo que están prperando el camino para una denuncia falsa,yo hace 1 año que no veo a esa niña,menos mal que cuando el va a ver a su hija yo estoy en un curso de dibujo,así que podría denunciarlo a él.La niña lleva el papel muy bien aprendido,ya que cuando va al psicólogo nunca menciona nada de eso,así que mi marido y toda su familia quedan perplejos ya que el psicólogo dice que no puede hacer un informe donde ponga que hay manipulación materna ya que él no tiene pruebas contundentes, que tiene pruebas subjetivas,ya que él ve cosas raras en la actuacion de la madre para con la hija y que cree al padre,pero que la niña cuando va a la consulta no menciona para nada que el padre le haga nada o alguien de la familia....vaya, que es una locura.Mi marido está destrozado pues parece que obligue a si hija a verlo y que encima sea un maltratador cuando no es así.El psicólogo lo ultimo que dijo es que este caso ya le era cansino ya que hasta la abuela materna le llama para hablarle mal del padre y por lo visto este le contestó y muy bien contestado que ella no tenía que llamarle para hablar mal del padre,que si quería hablar de la niña pues muy bien.Hoy ya estamos artos y mi mardio quiere hablar con la abogada,quiere poder hablar con el juez y decirle que si no es bueno para su hija y ésta no le quiere pues que no quiere seguir con las pautas de visitas,que cuando la niña se ahga mayor si quiere verle, el vive donde siempre .Esta destrozado, oir a tu hija decir que la tia materna le dice que él quiere más a las hijas de su segunda esposa que a ella, cuando hace todo lo que puede por verla y cumplir todo lo que dicta el juez.Mi marido se da cuenta que se da de cabeza con una pared de piedra y el psicólogo tambien se da cuenta de que la madre no ayuda ni quiere ayudar en la relación paterno-filial,que eso si lo pondrá en el informe.La abogada dice que si pone eso en un informe puede pedir al custodia compartida ya que aunque no se pueda demostrar tal manipulación si se demuestra la mala fe.Pero despues de 4 años esta niña tiene la cabeza más que comida y no sabemos como tratarla...es difícil.
Gracias FMC pero creo que debo aclararte que no son hijos mios si no de mi pareja, lo de hablar con el jefe de estudios es algo complicado ya que a parte de estar en Madrid y el padre en Barcelona en una ocasión que intento hablar para saber como estaba el niño en el cole nos comunico que tenia ordenes expresas de la madre de que no se le informara de nada y de que el niño habia faltado al cole siempre con justificantes firmados por ella, el pequeño tiene muy buenas notas y el mayor según dijo el lunes esta estudiando fuerte para sacarse este curso y con la intención de trabajar y estudiar el proximo año, la gente del entorno de el lo considera un buen chico muy educado, timido y muy buen chaval; cuando estan con su padre y conmigo se comportan muy correctamente, colaborando en casa (se hacen la cama, recogen la mesa despues de comer, si es necesario van a comprar, tiran la basura y se encargan de guardarse su ropa y de ponersela a lavar); la única persona que tiene quejas del mayor es la madre el resto de familiares, vecinos o amigos no tienen ninguna queja de el y no sabemos si es que la madre miente porque le tiene mania al ser el vivo retrato del padre y porque si que es cierto que el niño dice que le llama la atención cuando se va sin decirles nada a barcelona a ver a su novio durante el fin de semana pero dice que no la insulta y que muchisimo menos le pegue; el caso es que los dos niegan rotundamente lo que dice su madre; la comunicación con la madre es imposible pero todo y con eso el padre la llama de vez en cuando preguntando que ocurre y ella entonces le quita importancia un dia y al otro le dice que la custodia para el si accede a no recibir ninguna pensión en concepto de alimentos por ellos y al rato dice que los niños son suyos y que no se los quitara nadie, y al rato sale diciendo que no puede con el mayor; hemos estado cuatro dias con los niños esta semana y todo ha ido muy bien, sin ningún problema. A mi me cuesta creer que ese chaval tan vergonzoso le insulte o pegue a su madre, pero me preocupa que ella este haciendo esos comentarios por el pueblo. Un saludo.
Yo no me enfado FCM (¡provocador!), trabajé durante un tiempo en extranjería y acabé quemadísimaaaaaaaaaaaaaa, tanto, que no he vuelto a llevar un caso en esa materia, pero he de decirte una cosa ... ¿estás seguro que quién aconsejó semejante burrada fue un abogado y no un trabajador social? Porque los he conocido muy listillos, que contraasesoran (hay servicios gratuitos en los diferentes ayuntamientos, pagándolos los españolitos) y que además, son "muy solidarios" (léase el masculino en sentido genérico, en realidad, las que tuve la desgracia de tratar eran ellas y feministas de izquierdas).
Que sin negar que hay abogados de esa calaña, también existen "otros agentes asesorando".
Que sin negar que hay abogados de esa calaña, también existen "otros agentes asesorando".
Este maltratador pide perdón por el post de arriba. La acosada es presunta marroquí, su marido presunto marido, son presuntos traficantes... no,no, ni presuntos, no son nada, que una imputación tan grave puede traernos problemas al acosador y a mi. Hay que tener cuidado con lo que se dice, que vivimos en un Estado de Derecho.
Los abogados de esta presunta gentuza, también son presuntos abogados, y presuntos seres humanos, hasta que haya prueba en contrario.
Los abogados de esta presunta gentuza, también son presuntos abogados, y presuntos seres humanos, hasta que haya prueba en contrario.
La verdad es que el maltrato sirve lo mismo para un roto que para un descosido...
El otro dia le comentaba a un conocido mi situación de maltratador oficial, y me dijo que el también era acosador sexual.
El hombre vive felizmente casado, trabajan los dos y cuidan de un familiar mayor con Alzheimer. En eso que hace año y medio la marroquí que vive en el piso de abajo le presenta una denuncia por acoso sexual, la pobrecita fue atacada sexualmente en el ascensor, pero pudo quitarse de encima a mi conocido a empujones.
El hombre a esas horas estaba, como todos los dias,
en el gimnasio, relajándose tras la jornada de trabajo. Pese a las declaraciones suyas, las del dueño del gimnasio y los compañeros del gimnasio, y las contradicciones de la acosada -le describe como una persona de "complexión media" cuando mide más de dos metros, está como un armario ropero, y la verdad es dudoso que a malas, una mujer de metro y medio se le quitase de encima empujándolo- la cosa prospera y sigue adelante, dada la superior credibilidad de la acosada que se dedica en la compañia de su digno marido a traficar con hachís -eso sí, despacio como las cosas de palacio, ha pasado año y medio y todavia no ha habido juicio-. Año y medio sin dormir, ni él ni su mujer, torturado sobre todo por el motivo de una denuncia tan descabellada.
¿Motivo? A la pobrecita acosada y a su pobrecito marido les iban a expulsar por no tener papeles, orden de expulsión que ha quedado en suspenso hasta que se celebre el juicio.
A eso sumémosle las ayudas que habrá recibido exhibiendo la denuncia que prueba su condición de acosada en la multitud de servicios sociales que están para socorrer a estas victimas.
Pero bueno, mi amigo lo tiene bien, los marroquíes aparte del testimonio de la acosada no han aportado ningún testigo falso más. En el año y medio, el marroquí ha cumplido con sus deberes maritales embarazando a la acosadita, con lo que han traido a un nuevo españolito al mundo, que les asegura que de este pais no les hecha nadie y pueden seguirse dedicando a su digno negocio de trapicheo con drogas.
La verdad es que se han portado bien, no han presentado más testigos falsos que la propia acosada; el dia de mañana habrá una sentencia absolutoria por falta de pruebas, además de los años sin dormir que se ha chupado el acosador quedará sobre el planeando la duda de si es un acosador o no, y todo ello solamente porque en un momento de apuro le vieron cara de "tonto", es decir cara de buena persona.
No cometamos el error de criticar a los dignos abogados que usan estas hábiles estrategias para solucionar temas de juzgado de familia o de extranjería, que se nos enfada Patricia MV.
Un saludo.
El otro dia le comentaba a un conocido mi situación de maltratador oficial, y me dijo que el también era acosador sexual.
El hombre vive felizmente casado, trabajan los dos y cuidan de un familiar mayor con Alzheimer. En eso que hace año y medio la marroquí que vive en el piso de abajo le presenta una denuncia por acoso sexual, la pobrecita fue atacada sexualmente en el ascensor, pero pudo quitarse de encima a mi conocido a empujones.
El hombre a esas horas estaba, como todos los dias,
en el gimnasio, relajándose tras la jornada de trabajo. Pese a las declaraciones suyas, las del dueño del gimnasio y los compañeros del gimnasio, y las contradicciones de la acosada -le describe como una persona de "complexión media" cuando mide más de dos metros, está como un armario ropero, y la verdad es dudoso que a malas, una mujer de metro y medio se le quitase de encima empujándolo- la cosa prospera y sigue adelante, dada la superior credibilidad de la acosada que se dedica en la compañia de su digno marido a traficar con hachís -eso sí, despacio como las cosas de palacio, ha pasado año y medio y todavia no ha habido juicio-. Año y medio sin dormir, ni él ni su mujer, torturado sobre todo por el motivo de una denuncia tan descabellada.
¿Motivo? A la pobrecita acosada y a su pobrecito marido les iban a expulsar por no tener papeles, orden de expulsión que ha quedado en suspenso hasta que se celebre el juicio.
A eso sumémosle las ayudas que habrá recibido exhibiendo la denuncia que prueba su condición de acosada en la multitud de servicios sociales que están para socorrer a estas victimas.
Pero bueno, mi amigo lo tiene bien, los marroquíes aparte del testimonio de la acosada no han aportado ningún testigo falso más. En el año y medio, el marroquí ha cumplido con sus deberes maritales embarazando a la acosadita, con lo que han traido a un nuevo españolito al mundo, que les asegura que de este pais no les hecha nadie y pueden seguirse dedicando a su digno negocio de trapicheo con drogas.
La verdad es que se han portado bien, no han presentado más testigos falsos que la propia acosada; el dia de mañana habrá una sentencia absolutoria por falta de pruebas, además de los años sin dormir que se ha chupado el acosador quedará sobre el planeando la duda de si es un acosador o no, y todo ello solamente porque en un momento de apuro le vieron cara de "tonto", es decir cara de buena persona.
No cometamos el error de criticar a los dignos abogados que usan estas hábiles estrategias para solucionar temas de juzgado de familia o de extranjería, que se nos enfada Patricia MV.
Un saludo.
Creo que lo primero sería pedir una cita con el Jefe de Estudios del centro donde estudia tu hijo mayor. Te informará de las faltas de asistencia de tu hijo, y de paso, de su rendimiento escolar y comportamiento general. No estaría de más que lo repitieses en el colegio de tu otro hijo. Ser padre, se tenga o no la custodia, es algo más que ser una cuenta corriente.
Lo segundo, sería intentar reabrir un canal de comunicación con tu "ex" para hablar de tus hijos, si no se puede directamente, por lo menos mediante una persona de la confianza de ambos, y ver qué hay de verdad en lo que va diciendo "por ahí". Cuando se tienen hijos con una señora, haya sentencias de separación, divorcio o anulación de por medio, se sigue atado a esa persona, por lo menos hasta la mayoría de edad o la independencia de los hijos, y hay que procurar disponer de una forma de compartir comunicación sobre los hijos, de la forma que sea. En el caso límite que la madre se negase a dar información sobre la conducta o estado de los hijos a un padre responsable y preocupado, habría que plantearse si la madre es la persona adecuada para ostentar la custodia.
Si detectas una conducta problemática en tus hijos -agresiones, insultos- yo en vez de entregarles a la justicia les pondría en manos de un psicólogo. Si lo buscas con cuidado, estoy seguro de que encontrarás alguno muy bueno, que los hay.
Si de todo esto -informes del colegio y del psicólogo- resulta que la problemática es la madre, yo la daría un ultimátum. Si no cumple con sus deberes como madre y custodia de forma adecuada a la edad de sus hijos, la informaría que iba a pelear por quitarla la custodia. Pero especificando las reglas de conducta que se esperan de ella, mientras se ocupe adecuadamente de tus hijos, a nadie le importa lo que haga con su vida. Es decir, señalaría unas reglas de convivencia a todos, y si por las razones que fuesen, no se cumplieran, "rompería la baraja" y daría los pasos legales para traerme a mis hijos conmigo.
Por último, en tu caso, aparte de por tu hijo de 17 años, me preocuparía también en lo que esta situación pudiera influir en tu otro hijo más pequeño.
Un saludo.
Lo segundo, sería intentar reabrir un canal de comunicación con tu "ex" para hablar de tus hijos, si no se puede directamente, por lo menos mediante una persona de la confianza de ambos, y ver qué hay de verdad en lo que va diciendo "por ahí". Cuando se tienen hijos con una señora, haya sentencias de separación, divorcio o anulación de por medio, se sigue atado a esa persona, por lo menos hasta la mayoría de edad o la independencia de los hijos, y hay que procurar disponer de una forma de compartir comunicación sobre los hijos, de la forma que sea. En el caso límite que la madre se negase a dar información sobre la conducta o estado de los hijos a un padre responsable y preocupado, habría que plantearse si la madre es la persona adecuada para ostentar la custodia.
Si detectas una conducta problemática en tus hijos -agresiones, insultos- yo en vez de entregarles a la justicia les pondría en manos de un psicólogo. Si lo buscas con cuidado, estoy seguro de que encontrarás alguno muy bueno, que los hay.
Si de todo esto -informes del colegio y del psicólogo- resulta que la problemática es la madre, yo la daría un ultimátum. Si no cumple con sus deberes como madre y custodia de forma adecuada a la edad de sus hijos, la informaría que iba a pelear por quitarla la custodia. Pero especificando las reglas de conducta que se esperan de ella, mientras se ocupe adecuadamente de tus hijos, a nadie le importa lo que haga con su vida. Es decir, señalaría unas reglas de convivencia a todos, y si por las razones que fuesen, no se cumplieran, "rompería la baraja" y daría los pasos legales para traerme a mis hijos conmigo.
Por último, en tu caso, aparte de por tu hijo de 17 años, me preocuparía también en lo que esta situación pudiera influir en tu otro hijo más pequeño.
Un saludo.
Alguien podria indicarme que hacer en el siguiente caso?: Madre va diciendo por ahi que su hijo de 17 años no va al colegio, que la insulta y le pega, tanto el afectado como su hermano dicen que lo que dice su madre es mentira y que nunca se le ha pegado que si que es cierto que se le ha tirado por cara la poca atención que tiene hacia ellos y su comportamiento de adolescente llegando a casa a altas horas de la noche sin avisarles y sin dejarles la cena preparada o que incluso en ocasiones se va de fin de semana sin decirles nada, pero ambos juran que no es cierto que se le insulte y pegue como ella dice, para ver si decian la verdad les dije que pondria el caso en manos de la justicia y que se harian averiguaciones y si mentian se iria el pequeño de cabeza a un centro de acogida y el mayor a un centro de menores por mentir de esa manera y que se les apartaria de sus familiares y amigos y ambos siguen diciendo que no mienten que quien miente es la madre; se que la madre se las trae pero hasta ese punto me cuesta de creer y la verdad es que no sabemos que hacer ¿alguien ha pasado por algo similar y me puede orientar? Gracias y un saludo.
