Pero yo me pregunto, ¿si recibes alguna subvención ya no puedes criticar las barbaridades y atropellos que se cometen?, ¿entonces quién está capacitado para criticar?
Probablemente, bastante menos que los vestidos de 8 mil euros, que han lucido en los Goya, las que cuestionan la falta de manta y botella de agua en los hospitales.
Lo mismo pasa, con las críticas a los problemas de desahucios, hechas por artistas que viven en casas-palacios a todo tren.
Todos ellos, viviendo a costa de las subvenciones que pagamos todos los españoles.