Trabajo en un ayuntamiento, como personal laboral con contrato indefinido. La categoría profesional que figura en mi contrato es Auxiliar Administrativo.
Desde mi incorporación al ayuntamiento, en 2003, he estado desempeñando funciones de Agente de Desarrollo Local para las que fui contratada, ya que cuento con formación específica y experiencia de más de diez años en este ámbito.
En los últimos cuatro años he tenido a mi cargo la redacción y ejecución de proyectos de desarrollo local, fundamentalmente en el área de medio ambiente, desarrollo sostenible y eficiencia energética y en el área de igualdad de oportunidades y participación ciudadana. En estos proyectos he figurado como persona de contacto del ayuntamiento, no sólo a nivel técnico, sino incluso ante organismos como ayuntamientos, asociaciones comarcales de desarrollo, diputación provincial y distintas delegaciones del gobierno autónomico.También me ocupaba de los temas de difusión, información y comunicación: redacción y edición de un boletín de información local, reportajes y notas de prensa, etc. (No pretendo con este “despliegue” sobrevalorar mi trabajo, sino simplemente describir una realidad que se da habitualmente en muchos ayuntamientos del medio rural con poco presupuesto, en los que una misma persona asume muchas y muy diferentes funciones).
El caso es que, como consecuencia del resultado de las últimas elecciones municipales, ha habido un cambio de gobierno en el municipio, resultando que la nueva corporación no me considera persona de confianza para seguir desempeñando las funciones que hasta ese momento venía llevando a cabo, por lo que desde su toma de posesión su actitud hacia mi persona y hacia mi trabajo ha sido, en el mejor de los casos, la ignorancia: Me han ido quitando los expedientes que tramitaba, se han dirigido a los distintos organismos para solicitar datos o informaciones que hubiera sido mucho más fácil pedirme a mí (cosa que he conocido a través de las personas con las que yo mantenía contacto fuera del ayuntamiento). Cuando he requerido de distintos miembros del nuevo equipo de gobierno, incluída la persona que ocupa la alcaldía, explicaciones sobre esta situación y sobre sus intenciones sobre mi futuro en el ayuntamiento, siempre se me dice que “están aterrizando”, que todavía no han tomado ninguna decisión, etc.
El caso es que paso siete horas diarias en mi despacho, sin otra cosa que hacer que cumplir escrupulosamente el horario (me han llegado comentarios de que el conserje del ayuntamiento tiene instrucciones de anotar mis horas de llegada y salida, tiempo de descanso para desayuno y las veces que salgo a fumar, aunque lógicamente no he podido constatar esta información).
¿Se puede considerar que esto es mobbing? Me gustaría saber si hay algo que pueda hacer en esta situación, que resulta francamente desesperante.