Oz escribo para contaros mi expediencia como abogada en un sindicato, que después de 20 años en ejercicio, he debido de presentar mi baja voluntaria porque no admtían que redujera el ritmo de trabajo.. Durante los cinco últimos años, me he sentido sobreexplotada, vejada, insultada, trabajando sin auxiliares y llevando más de 500 expedientes anuales que se traducían, aparte de las consultas, estudios, redacción de cartas, trabajo adminitrativo, juicios, etc. en una enfermedad que se llama burn out o de desgaste profesional. Tuve que abandonar mi trabajo, y no puedo ni física ni psicol´gicamente plantearme volver a ejercer. El Sindicato no tienen PLAN DE PREVENCION DE RIESGOS LABORALES, y pese a que lo he denunciado en la Inspección de trabajo, (desde el 15 de Mayo de 2008), no he obtenido respuesta. Tendré que acudir a la Fiscalía e iniciar un planteamiento penal, a ver si de una vez puedo tener una mínima satisfacción, porque la curación médicamente está descartada.
porque cun¡ando me daba de baja (apendicitis), me quedaba afónica, la muerte de mi madre, etc. seguía trabajando porque nadie n¡me hacía los juicios que era lo fundamental, y ni siquiera me gestionaban la suspensión de dichos juicios. De ello también eran conscientes los jueces, que decían que era un problema interno del sindicato.