Al Administrador no hay que citarle para que le puedan poner a caldo tranquilamente y ni siquiera pueda decir "esta boca es mía".
Lo que tengo claro es que en este país, la elección del Administrador de turno es un asunto claramente emocional (aunque la emoción consista en ver que el escogido es el más barato).
Si no hay más que ver los resultados de las pruebas PAIS a nuestros alumnos, para ver de qué adolecemos.