Hace tan solo unos meses probablemente yo mismo hubiera contestado ante un comentario como el mio de la misma forma que lo hiciste tú.
Lamentablemente los hechos recientes me han llevado a una posición, más sentimental que racional, respecto a instituciones como la Gurdia Civil en la que te aseguro que no estoy nada cómodo, y a un estado anímico que limita mi capacidad para medir mis comentarios.
Comprendo que las expereriencias personales forman parte indivisible de las opiniones que uno se pueda formar. De modo que despues de leer tus comentarios, plasmados de forma tan correcta y certera, sólo me queda disculparme.
Efectivamente, Paleg, me refería a la actualidad. Hace 150 años la Guardia Civil eran tan joven que cualquier generalización sobre su caracter habría sido prematura.
Iba a decirte que la interpretación de lo que quería describir Orwell en una novela tan simbólica como 1984 está abierta a la subjetividad, que no he dicho que los calabozos de la Benemérita sean idénticos a lo que Orwell relata en su novela, sino que de buscar un paralelismo - como decía, exagerado, con la actualidad, dichos calabozos, como metonimia del frio aparato represor del estado (cuya utilidad no discuto) y su monopolio de la violencia, serían probablemente mi opción. Y otra serie de cosas que también iba a decirte y por las cuales considero muy exagerada tanto tu respuesta como el hecho de que me persigas por otros hilos de este foro para recordarme tu desaprobación de mi comentario.
Pero finalmente, en lugar de decir esas cosas, prefiero concederte que mi percepción de la realidad está profundamente distorsionada por experiencias personales muy recientes y sumamente traumáticas.
Cuando despues de estar encerrado e incomunicado durante más de un día entero finalmente se abre el portón y el único contacto humano que recibes, por parte de los honorables agentes, consiste en insultos y burlas relativas a tu aspecto físico y otros detalles personales muy delicados conocidos como consecuencia de la investigación, pues uno a veces pierde el juicio y la objetividad. Porque imagino que mi inequívoca experiencia personal de maltrato no deja de ser anecdótica y para nada generalizable. Debe de ser eso.
Jalm, ¿te refieres a hoy por hoy o hablas de hace 150 años?
Si te refieres a la actualidad, y ya que siembras calumnias e infundios con tanta naturalidad y convicción, creo que serías un excelente Ministro del Miniver.
Yo no he visto la película, pero el libro es uno de mis preferidos.
Las analogías con el mundo presente, aunque exageradas, son inevitables. Creo que el lugar del Ministerio del Amor lo ocuparian los calabozos de los cuarteles de la Guardia Civil...
* El Ministerio del Amor (en neolengua Minimor) se ocupa de administrar los castigos y la tortura.
* El Ministerio de la Paz (Minipax) se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se esfuerza para lograr que la contienda sea permanente.
* El Ministerio de la Abundancia, (Minindancia) encargado de los asuntos relacionados con la economía y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento.
* El Ministerio de la Verdad, (Miniver) se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado.
Ministerio de la Verdad
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El Ministerio de la Verdad es una institución ficticia ideada por George Orwell para su novela 1984, y es uno de los cuatro ministerios con los que "El Partido", el Ingsoc, ejercía el gobierno en esa novela. Los nombres de los ministerios en 1984 son irónicos, de modo tal que la principal función del ministerio de la verdad es la reescritura de la historia y el falseo de ésta. Por esto reflejan fielmente las ideas del partido plasmadas en la neolengua.
Winston Smith, protagonista de la novela, trabajaba para este ministerio.
Referencias [editar]