El Parlamento Europeo exige la abolición universal de la pena de muerte
591 votos a favor, 45 en contra y 31 abstenciones, fueron los resultados de una votación de los miembros del Parlamento Europeo en la que se aprobó el solicitar a la ONU una moratoria universal sobre la pena de muerte con vistas a su total abolición, apoyando una iniciativa de la Cámara de Diputados y el Gobierno italiano.
Además de esto , los eurodiputados, que en el mismo acto condenaron la ejecución de Sadam Husein y la explotación mediática de las imágenes de su muerte, solicitan a la Presidencia de la UE que tome medidas para presentar en la Asamblea General de la ONU una resolución en pro de la abolición total de la pena capital.
El pleno del Parlamento ha aprobado una resolución en la que se aboga por una moratoria "universal, inmediata e incondicional de la pena de muerte, con vistas a su total abolición. El texto apoya la iniciativa de la de presentar ante la Asamblea General de la ONU una propuesta de resolución que promueva una moratoria total sobre las ejecuciones. Los diputados también instan a la Presidencia de la Unión a que se tomen medidas para presentar esa propuesta en el plazo más breve posible.
Así como a todos los Estados miembros de la UE, sobre todo a Francia, Letonia y Polonia, para que ratifiquen sin dilaciones el protocolo del Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos que tiene por objetivo la plena abolición de la pena de muerte
La Unión Europea promueve la abolición de la pena capital desde hace años. En diciembre de 2006, la UE presentó una declaración sobre este tema ante la Asamblea General de la ONU. Dicha declaración fue firmada por 85 países.
En el III Congreso Mundial contra la pena de muerte, que tuvo lugar en París a principios de febrero, se ha hecho referencia a esta resolución del Parlamento en la que se exige la moratoria de la pena capital
y se ha destacado por varios dirigentes europeos
el gran trabajo diplomático de la UE y de las ONG que luchan por la abolición, un gran esfuerzo conjunto al se debe buena parte del éxito que supone que casi dos tercios de los países hayan renunciado a las ejecuciones, enfatizando mucho el caso de Ruanda, "que tras haber conocido uno de los peores genocidios de la historia" ha adoptado la abolición de la pena capital y confiando en que éste entre otros ejemplos puedan convencer a otros Estados de que la vía de la reconciliación y de la paz ha de pasar por la abolición de la pena de muerte.